25 Jul AGUAS QUE ALIMENTAN A GIGANTES
Aguas salvajes en la cascada de la Cola de Caballo.
Nos adentramos de nuevo en aguas y tierras de hadas del pirineo aragonés para seguir disfrutando de senderos que nos hechizan y llevan nuestros pasos hacia las cadenas montañosas de más de 3.000 m de altitud. Se trata de «Las Tres Sorores» o «Treserols». Son los Picos de Monte Perdido, Cilindro y Añisclo, llamado también Soum de Ramond.
El placer que supone para los sentidos caminar por cualquier ruta del pirineo aragonés nos anima a seguir sendas que entroncan con la esencia paisajística más pura que la naturaleza nos puede ofrecer: aguas espumosas en cascadas de ensueño, ríos caudalosos de transparencia azulada o bosques donde árboles gigantescos guardan el recorrido permitiendo que multitud de seres vivos enriquezcan el hábitat.
¿Qué buscamos?
Estamos buscando el Circo de montañas de Soaso en Ordesa, camino de la conocida cascada de la Cola de Caballo. Duración: 5 horas. Desnivel: 600 m. Longitud 17 km ida y vuelta. Ruta fácil.
Ponemos rumbo a la cascada de la Cola de Caballo saliendo de Torla en autobús (20 minutos) hasta la Pradera de Ordesa,
un entorno idílico que merece la pena disfrutar, tanto en familia como en grupo o en solitario. Aquí se muestran los horarios del bus, aunque la ruta se puede hacer a pie tras recorrer 8 km en unas dos horas y media. En Semana Santa, del 1 de julio al 11 de septiembre y algunos otros puentes festivos, está cerrado el acceso con vehículos al aparcamiento de la Pradera y hay que utilizar el autobús.
De cualquier manera, esta exhibición de la naturaleza es la expresión de una poesía silenciosa…
… que captura los sentidos. Discurre en su totalidad por el Cañón de Ordesa, de origen glaciar, cuyas paredes conforman murallas rocosas de 800 metros enseñoreándose de los caminos.
Siguiendo el curso del río Arazas se toma la senda señalada como donde el bosque de hayas, pinos y abetos nos envuelve para dar un paseo placentero.
Deleitamos los oídos en estos instantes de magia:
Si se prefieren emociones más fuertes se puede tomar la Senda de los Cazadores, que conduce hacia la parte más elevada del murallón rocoso. La panorámica nos asombrará de igual forma. Es una senda más exigente, con un desnivel de 600 metros que se salva en hora y media subiendo sin tregua. El trayecto finaliza en la Cola de Caballo. Hay quien opta por ir por un lado y volver por el otro.
Alcanzamos tras un recodo la onírica cascada de Arripas:
Continuamos en ascenso y llegamos a una bifurcación
que conduce por la derecha a la cascada de la Cueva a través de un pequeño sendero descendente. Lo dejamos atrás para visitar más tarde y nos encaminamos hacia las caídas de agua de El Estrecho, un derroche del poder que acumulan los torrentes cristalinos.
Después de alcanzar estos espectaculares saltos de blancas espumas de agua pura hay que descender hasta la orilla misma del río Arazas y contemplar en primer plano la incomparable belleza.
Desde el pequeño mirador arropado por los pinos observamos todo un espectáculo visual, mejor en vídeo:
Continuando el ascenso, poco más tarde nos situamos ante las gradas de Soaso, una prodigiosa serie de saltos de agua, imágenes que permanecerán para siempre en la retina:
Se trata de una sucesión de múltiples caídas de agua escalonadas
que discurren hasta las cascadas antes mencionadas del Estrecho y la Cueva, esculpiendo toboganes serpenteantes sobre la roca caliza.
Espectáculo visual.
Las aguas parecen recoger en su interior todos los tonos del intenso azul celeste sumados a la mezcla cromática propia de estos ríos. Esto es debido al arrastre en disolución minerales como la fluorita, la galena argentífera o la siderita. Es ahora cuando los siguientes acordes exaltan nuestros sentidos:
Tanto el recorrido como el lugar en donde ahora estamos, se encuentran situados dentro del Sistema Pirenaico y más concretamente en el Surpirineo Central, entre afloramientos de los materiales mesozoicos del período Cretácico.
Estos materiales forman parte del Manto de Gavarnie. El macizo calcáreo más alto de Europa. El Monte Perdido tiene 3.355 metros y su escarpado relieve ha inducido el crecimiento de una enorme diversidad de ecosistemas del territorio español, dando cobijo a muchas especies endémicas del Pirineo.
Subiendo entra peñascos y siguiendo un trazado en zig zag alcanzamos una panorámica extraordinaria, digna de figurar en cualquier película fantástica. Es el circo de Soaso, una formación de montañas de más de 3.000 metros de altura, integrada por calizas, pizarras y cuarcitas de la era secundaria y terciaria.
Las poderosas laderas rocosas recogen las aguas del deshielo y podemos ver brillar el sol sobre la caída de numerosos torrentes que nos embelesan. Hay estrechos hilos de agua que se transforman en cascadas interminables al final de su nacimiento entre las cumbres:
Nos tomamos un momento de relax para el refrigerio junto a las aguas del río que discurre recibiendo caudal procedente del Monte Perdido, el Cilindro de Marboré y el Añisclo, las Tres Sorores.
Aguas de leyenda
Aunque hay varias versiones, resumo una leyenda más que improbable sobre tres hermanas cristianas que preparaban su matrimonio con tres mozos de su poblado en los valles de la provincia de Huesca: Los godos invadieron la aldea y tomaron a los hombres como prisioneros mientras que las mujeres huían a los bosques y no volvieron hasta que finalizó la escaramuza.
Allí no encontraron ni a sus padres ni a sus prometidos,
pero sí a un godo herido al que ayudaron a curarse haciéndole prometer que les ayudaría a rescatar a sus seres queridos apresados. El godo faltó a su palabra y al alcanzar su campamento les dijo que tanto el padre como los novios habían renunciado al cristianismo y se habían casado con mujeres godas, cuando en realidad habían sido asesinados. Pues también ellas decidieron permanecer con los godos y con tres de ellos se casaron. Esto hizo que se apareciera el espectro del padre para recriminarlas y avergonzadas se retiraron a las montañas para vivir en soledad.
Hasta allí las persiguió el espectro que provocó un enorme vendaval acabando con la vida de las hermanas cubriéndolas de nieve y piedra, dando origen a las tres montañas de Monte Perdido, el Cilindro de Marboré y el Soum de Ramond o Pico de Añisclo. Son las tres Sorores (hermanas, en latin).
Aguas que alimentan a gigantes
Sucumbiendo al hechizo de este enclave de otra era, observamos a nuestro alrededor abundantes cursos de agua enriqueciendo los pastos que sirven de alimento a las vacas.
Y alcanzamos el final del trayecto a 1755 m de altura, la espectacular cascada de la Cola de caballo emergiendo entre la Punta Tobacor y el Macizo del Monte Perdido:Es un salto de aguas bravas que se abre en forma de abanico blanco que recuerda a una gigantesca cola de caballo acariciando la ladera y deslizándose rocas abajo. Sobre ella se adivina la presencia del refugio de Góriz, lugar donde se inician las ascensiones al Monte Perdido.
Sin salir del pirineo aragonés, los siguientes pasos nos llevarán por un recorrido de leyenda atravesando el cañón de Añisclo, el espléndido valle de Otal y los pueblos de Torla, Broto y Ainsa, un auténtico legado histórico. Haz click en los enlaces de este último párrafo para acceso directo al artículo.
¡Hasta la próxima amigos!
Jose
Posted at 08:16h, 18 septiembreBlog bien compuesto y detallado pero no menciona en qué país; me imagino España.
marcosplanet
Posted at 08:34h, 18 septiembre¿A qué artículo o artículos se refiere? Los viajes los he realizado siempre en territorio español.
Gracias por contestar.
Anónimo
Posted at 17:19h, 04 agostoTu blog es una maravilla!!!!! FELICITACIONES.