Cartas en la noche

 

Cartas en la noche

 

Estamos de senderismo mi hermano y yo. Llevamos ocho horas de caminata y no paramos de hablar con nuestra desatada imaginación poniéndonos ante nosotros escenarios de película, historias épicas que nos sabemos de memoria como “El Señor de los Anillos”, toda la saga de seis novelas de “Dune” de Frank Herbert o la de Larry Niven con su “Espacio conocido”

Cuando quisimos darnos cuenta había anochecido. Ya muy cansados, alcanzamos un bosque junto al carreterín que íbamos siguiendo.

–Todavía nos separan veinte kilómetros de la ciudad, Rogelio –dije yo con voz trémula por el esfuerzo–. Deberíamos montar la tienda en el interior del bosque y descansar. Mañana será otro día.

Mi hermano estuvo de acuerdo y allá que fuimos. Todo a nuestro alrededor era un bullicio de aves nocturnas piando o graznando, grillos resonando por todas partes y animalillos invisibles deslizándose entre los matorrales y los pinos. Cuál no sería nuestra sorpresa al ver una silueta recortada bajo la luna en tercer cuarto creciente que definía la imagen de una casita oculta entre la arboleda.

Rogelio llamó mi atención.

–Hey Manuel, esto es grandioso. Menuda suerte si conseguimos abrir esa puerta.

–Cuidado con lo que pueda esperarnos allá adentro, hermano. ¿Te imaginas que haya un espíritu maligno que quiera hacernos la vida imposible?

Rogelio sacó pecho doblando los brazos de su robusto corpachón como en una pose de levantador de pesas.

–A mí no hay tiparraco o alien que se me resista –dijo forzando la voz para luego iniciar un largo bostezo–. Lo que necesitamos es descansar cuanto antes y ocho horas como mínimo.

–Bueno, a ver qué pasa ahí dentro –comenté dispuesto ya a abrir la puerta. Esta cedió sin problemas y lo que vimos a continuación nos perturbó.

Un montón de cartas yacían amontonadas en el suelo de madera.

–Venga, Manuel, ¿no te pica la curiosidad? ¡Abramos esas cartas! Esto es ideal para publicar un cuento en tu blog.

Con manos temblorosas iniciamos la apertura. Los sobres olían a como huelen algunos libros, a lignina, el biopolímero natural presente en árboles y arbustos, la materia prima del papel.

Abrimos más de veinte cartas y en todas ellas figurábamos Rogelio y yo como destinatarios. Las misivas iban remitidas por autores de ficción y por directores de cine bien conocidos, todos ellos difuntos. Los textos venían a decir: “Estáis leyéndome porque el poder de las historias que lleváis en vuestra imaginación me ha convocado. Os doy la bienvenida a este refugio, sin más. Espero que descanséis como os merecéis”.

–¿Son mensajes del más allá? –pregunté a Rogelio. Este no contestó.

Mi hermano y yo decidimos que lo más sensato era irnos a dormir y ya comentaríamos al día siguiente.

La mañana nos saludó con alegría y buen sol entre los pinares. Olía a resina y el estómago pedía un buen desayuno.

Miré a mi hermano y le sonreí.

–Qué, ¿has podido dormir después de lo de las cartas?

–¿Qué cartas? –inquirió Rogelio frunciendo el ceño.

–Pues estas que están aquí, a la entrada… –en ese momento observé perplejo que el montón había desaparecido y que mi hermano me miraba como si hubiese perdido mi cabeza.

No pude sino reflexionar sobre lo vivido la noche anterior y reconocer que, a lo mejor, el cansancio que nos atenazaba tan solo me había producido un profundo sueño.

 


 

Deja tu comentario por favor aquí abajo y si le das al like también me alegraré.

Imagen del blog de Rosana y Patricia

Esta es mi aportación al reto «Cada jueves un relato», convocado esta vez por

Rosana y Patricia desde su Blog Somos artesanos de la palabra, donde nos proponen como tema p lo siguiente:
“Vamos lentamente conduciendo, pedaleando o caminando y de pronto algo o alguien se descompone o le sucede algo que requiere detener la marcha. Justamente donde nos detenemos hay un bosque y en él una bella cabaña vacía para que se pueda pasar la noche.
La noche llega y en algún momento, se decide abrir la puerta y ¡Oh sorpresa!, llegan hasta allí, cual hojas de otoño una cantidad de sobres que contienen cartas. Y justo ahí, estará el punto en cuestión: ¿Qué dicen las cartas?, ¿Quién las han enviado? ¿Para quién? ¿Desde dónde?

 

Dejo aquí la lista del resto de participantes.

 

Nota: todas las imágenes de este post incluida la portada, excepto la del blog de Rosana y Patricia, las he configurado con la ayuda de la página  bing.com/images/create/ .

 

41 Comentarios
  • Federico Agüera Cañavate
    Posted at 18:57h, 08 octubre Responder

    O un sueño o una historia mágica de los duendes del bosque. Saludos

  • Óscar Iglesias Casado
    Posted at 12:04h, 05 octubre Responder

    La naturaleza, escenario perfecto para contar e imaginar historias, sin duda un relato de gran calidad, amigo Marcos, un abrazo.

    • marcosplanet
      Posted at 14:37h, 05 octubre Responder

      Muchas gracias Óscar. Un placer tenerte en los comentarios.
      Un abrazo.

  • Mercedes
    Posted at 21:29h, 03 octubre Responder

    Hola: al menos el ¿espíritu? les dejó salir. Ya pensaba que iba a retenerles en la cabaña por haber entrado…

  • Anónimo
    Posted at 18:12h, 30 septiembre Responder

    ¡Vaya sorpresa la suya! Es el tipo de cuento que iba buscando. Siempre escribes muy bien. Entro solo a leer este, no espero que me comentes. Todos ya saben. Buen trabajo, Marcos, sigue así.

  • Dakota
    Posted at 08:43h, 30 septiembre Responder

    Hola Marcos, que buen relato, se siente la naturaleza conforme se lee, ¿sería tanto el cansancio que se hizo realidad un sueño? O solo sería eso, ilusiones sin más.
    Un abrazo! 🤗

    • marcosplanet
      Posted at 09:35h, 30 septiembre Responder

      Hola Dakota. Me encanta la naturaleza y su magia, siempre que puedo publico cosas sobre ella o mis viajes senderistas.
      Muchas gracias por pasarte por el blog.
      Un abrazo.

  • Mirna Gennaro
    Posted at 23:41h, 29 septiembre Responder

    ¡Hola, Marcos! ¡Qué fantástico encontrarse en ese lugar con cartas dirigidas a uno! Te diré que es un gran comienzo para una historia de intriga.
    Pero puestos al reto, entiendo que había un límite de extensión.
    Me ha gustado mucho.
    Abrazo

    • marcosplanet
      Posted at 09:36h, 30 septiembre Responder

      Pues recojo tu propuesta y pienso cómo continuar la historia. Me pongo manos a la obra.
      Otro abrazo para ti.🤗

  • Sckyw
    Posted at 12:34h, 29 septiembre Responder

    Que maravilla… A veces no viene mal soñar despierto. Y, vamos, quién no quisiera recibir ese tipo de cartas. El final no me lo esperaba, ya me lo estaba creyendo.
    Un gusto leerte! Un abrazo

    • marcosplanet
      Posted at 20:55h, 29 septiembre Responder

      Muchas gracias por tus amables palabras Sckyw. Me animan mucho a seguir con mis historias.
      Otro abrazo para ti.

  • AlmaLeonor_LP
    Posted at 09:39h, 29 septiembre Responder

    ¡Hola! Que bonito sería poder recibir cartas de nuestros autores favoritos comentando sus libros con nosotros, o mejor aún, recibirlas de los personajes de esos libros. A esto último si que me apuntaba 😀 😀 Me ha gustado mucho la aventura de Manuel y Rogelio 😀
    Saludos. AlmaLeonor_LP

    • marcosplanet
      Posted at 12:21h, 29 septiembre Responder

      Me alegra mucho que así sea, Alma Leonor. Me encanta que te haya gustado.
      Saludos!

  • Divagaciones
    Posted at 07:04h, 29 septiembre Responder

    Que bueno que deje para estas horas tan nocturnas, el placer de leer todas estas historias en el bosque..si existen vidas pasadas, siento que he pertenecido a algun lugar de irlanda, donde la magia de los duendes es cosa de cada dia…la naturaleza en esa zona tiene una gran belleza y…creo que en mi sangre debe haber rastros de elfos, duendes, druidas y hadas…aunque genéticamente no los haya heredado pero asi es el amor que siento hacia la naturaleza…bsssss

    • marcosplanet
      Posted at 12:23h, 29 septiembre Responder

      Qué hermosas palabras Mirella. Me satisface mucho encontrar personas de tu sensibilidad y amor por la naturaleza que tanto nos alegra el alma.
      Abrazos.

  • Tracyvorrecaminos
    Posted at 22:16h, 28 septiembre Responder

    La historia es muy original por el mensaje que ponía la carta que leíste en el sueño
    Es el subconsciente el que te lo manda o nos lo manda cada vez que escribimos una historia.
    Un abrazo

    • marcosplanet
      Posted at 12:26h, 29 septiembre Responder

      Pues sí, muy bien podría ser esa la lectura. Los que escribimos debemos tener esa correspondencia especial que nos llena la imaginación de ideas nuevas.
      Otro abrazo para ti.

  • Casagrande
    Posted at 06:15h, 28 septiembre Responder

    Los libros inflaman nuestra imaginación, quien lee mucho termina perdido de esta realidad y se sume en un universo de fantasías.

    • marcosplanet
      Posted at 12:30h, 29 septiembre Responder

      Así es. La imaginación se alimenta de la lectura, no hay duda.

  • El Demiurgo de Hurlingham
    Posted at 23:40h, 27 septiembre Responder

    Me parece que esas cartas fueron muy reales. Sólo que uno de los destinatarios no les dio importancia Por eso las olvidó al día siguiente.
    Muy bien contado.

    • marcosplanet
      Posted at 12:31h, 29 septiembre Responder

      Es probable. Muchas gracias por tu opinión, Demiurgo.
      Un abrazo.

  • gabiliante
    Posted at 17:55h, 27 septiembre Responder

    Eso es soñar con los ojos medio abiertos. O sea, soñar con los ojos cerrados, lo que se sonaría con los ojos abiertos. que algún relato sea lle ado al cine.
    Apuesto a que repetirán la ex ursion.
    AbrZooo

    • marcosplanet
      Posted at 21:40h, 27 septiembre Responder

      Seguro que repiten, no hay duda. Me encanta tu comentario Gabiliante.
      Un fuerte abrazo.

  • Mari
    Posted at 03:54h, 27 septiembre Responder

    Marcos! Me encantó tu relato, te deja con la duda de si había algo místico o espiritual allí, o fue un sueño o quien sabe jeje Un placer leerte… Besos por ahí!!!

    • marcosplanet
      Posted at 12:58h, 27 septiembre Responder

      Pues me encanta que te haya gustado, Mari. Me alegra mucho.
      Besos!

  • Gustab
    Posted at 02:33h, 27 septiembre Responder

    Increíble, Las cartas estaban para un artista, y nadie las vio salvo él… debo de decir que me fui completamente de la convocatoria en mi relato… Disperso. Ahora que los leo, nunca vi ese montón de sobres.

    • marcosplanet
      Posted at 12:59h, 27 septiembre Responder

      Gracias por tu tiempo y comentario, Gustab.
      Saludos

  • Maria
    Posted at 19:21h, 26 septiembre Responder

    Qué bien ir de senderismo, nunca he ido pero debe ser una aventura fascinante, ver en la noche a esas aves nocturnas, escuchar el sonido de los grillos. Aunque sí que debe de ser muy cansado pero merece la pena esa aventura, así que no me extraña que del cansancio se quedara dormido y soñara con esas cartas dirigidas a ellos. El sueño puede parecer tan real a veces que puede hasta confundir.

    Muy buen relato, Marcos, me ha encantado tu aventura.

    Un abrazo.

    • marcosplanet
      Posted at 01:26h, 27 septiembre Responder

      Muchas gracias María. Me alegra mucho saber que te ha gustado.
      Otro abrazo para ti.

  • Marifelita
    Posted at 15:33h, 26 septiembre Responder

    El cansancio y un sueño muy profundo juntos pueden resultar algo traicioneros! Y es cuando nuestra imaginacion vuela! Un abrazote Marcos!

  • Neogeminis
    Posted at 14:17h, 26 septiembre Responder

    Hola Marcos. Buen recurso el de recurrir al sueño como salto entre la fantasia y la realidad. a veces la mente nos tiende trampas que realmente nos confunden y nos descolocan nuestra racionalidad. Un abrazo
    P.d
    me ha hecho gracia el detalle de aclarar el aroma de las cartas (lignina). Ni idea tenia sobre esa sustancia! jeje

    • marcosplanet
      Posted at 01:32h, 27 septiembre Responder

      Sii, la lignina es una sustancia que deja huella en cualquier libro, sea de los que dejan huella o no.
      Abrazos.

  • Arenas
    Posted at 11:19h, 26 septiembre Responder

    Yo lo que creo es que Rogelio está engañando a Manuel, se ha metido en la mochila todas las cartas, como indudables tesoros que son, y se las lleva para disfrutarlas en solitario en su casita.
    Lo que no sabe Rogelio es que Manuel de tonto no tiene un pelo, que ha descubierto su aviesa maniobra, y que a la noche siguiente, mientras aquel duerme plácido, va a recuperar las cartas, poniéndolas a buen recaudo.
    Para que Rogelio no perciba la falta de peso, Manuel sustituirá el contenido de la mochila de su hermano por gamusinos.

    • marcosplanet
      Posted at 01:33h, 27 septiembre Responder

      Ja,ja,ja, qué bueno amigo. Es tremendo el giro que das a la historia. Me parece que podría continuar, aunque no sé si de esa manera.

  • Nuria de Espinosa
    Posted at 02:29h, 26 septiembre Responder

    Hola Marcos, muy buen recurso recurrir a los sueños donde puede pasar de todo. No me extraña que Rogelio mirase a Manuel alucinando como si no supiera de que hablaba, si todo parecía que fue un sueño, pero y si pasó de verdad…. Y si algo mágico hizo que sucediera mientras iban caminando cansados por el bosque… Todos esos sonidos de las aves, matorrales, bien pudiera ser el efecto del agotamiento. En definitiva un relato original del que se puede deducir intrigas o simple casualidad. Un abrazo

    • marcosplanet
      Posted at 01:35h, 27 septiembre Responder

      Podría ser algo mágico, aunque voy a darle otra vuelta al tema para ver cómo podría continuarlo.
      Un fuerte abrazo.

  • Anónimo
    Posted at 23:42h, 25 septiembre Responder

    Hola Marcos, yo creo que lo de las cartas no ha sido un sueño, probablemente a ti como sos escritor se te aparecieron en sueños para inspirarte. Muy buena historia me ha gustado mucho y por cierto la saga del Señor de los anillos me encanta. Leí todos los libros muchos años antes de que salieran las películas.
    Muchas gracias por sumarte a nuestra propuesta, un abrazo.
    PATRICIA F.

    • marcosplanet
      Posted at 01:36h, 27 septiembre Responder

      Gracias a ti por preparar la convocatoria. me alegra que lo hayas disfrutado.
      Otro abrazo de vuelta.

  • campirela_
    Posted at 17:36h, 25 septiembre Responder

    Tú relato es la consecuencia de un cansancio y de pensar en todas esas películas que ambos hermanos fueron dialogando por ese camino del bosque.
    Ilusiones soñadas.
    Un abrazo, muy feliz semana.

    • marcosplanet
      Posted at 01:37h, 27 septiembre Responder

      Sii, ilusiones que pueden hacerse realidad, quién sabe. Veré si lo continúo.
      Un abrazo Campirela.

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