29 May Cómo encontrar tu tesoro
Cómo encontrar tu Tesoro
Nos sumergimos en un crisol de credos o de culturas y caminamos sobre un amplio abanico de maneras de entender la vida. Los medios de comunicación y las redes sociales permiten compartir miles de inquietudes a velocidad de vértigo. Y aunque se pueda pensar que esta facilidad para socializar pudiera servir para ayudarnos en algunos problemas, lo cierto es que las soluciones las aportamos nosotros mismos. Nadie nos va a regalar una cajita mágica que cada vez que la abres llena el cielo del color del iris.
Y como cada cual ha de lidiar con lo suyo, por eso vamos forjando nuestro propio camino, nuestra verdad, la razón de existir que llena de esperanza el futuro. A eso le llamo tesoro, a lo que cada uno de nosotros guarda en su mochila de vida para descubrirlo al final de la etapa. Porque este concepto que intento transmitir sería como el deseo de alcanzar el destino cuando emprendemos una ruta de largo recorrido.
No tiene mucho sentido que solo centres tu atención en terminar la etapa y no te fijes en lo que va apareciendo en tu camino a medida que avanzas. El sendero puede ser más o menos duro, la mochila más o menos pesada, pero no por eso vas a privarte de contemplar las cosas buenas de esa aventura.
Comparemos nuestra vida con ese sendero de largo recorrido. Imagina que dentro de esa mochila hay un espacio para ir guardando aquellas cosas que descubres y te interesa conservar (el amor en todas sus expresiones, por ejemplo). El problema es no disfrutar de lo que vas metiendo en la mochila a medida que avanzas en tu viaje. Escondes esos tesoros esperando poder disfrutar de ellos al final de la etapa cuando en realidad lo que importa es hacer uso de ellos durante tu existencia o recrearse contemplándolos.
El simple acto de «detener» el tiempo mientras te recreas con aquello que trae paz y equilibrio a tu vida es un valioso tesoro
El de la contemplación es un aspecto clave en nuestra percepción de lo que nos rodea. La reflexión tranquila durante ese paseo que decidimos dar un fin de semana por un bosque, montaña o río, descubrir la naturaleza en todo su esplendor es lo que a mí particularmente me anima y carga de energía cada vez que salgo a patear los senderos y pueblos que describo en mis artículos. Y creo que es algo muy común que todo el mundo puede apreciar pero quizá no lo haga con la actitud contemplativa necesaria para valorar de verdad la belleza.
La contemplación ha sido siempre una práctica enraizada en creencias de muy diverso origen
Platón consideraba que a través de la contemplación alcanzabas conocimientos divinos. El Judaísmo utiliza la meditación para visualizar el camino hacia la divinidad. En el Islam encontramos que Mahoma subía al Monte Hira para contemplar la vida y el sentido de la misma.
El Cristianismo considera la contemplación como un estado de la consciencia en el que accedes a la unión con Dios. En las religiones orientales, como el Hinduismo o Budismo por ejemplo, denominan Samadhi al estado de consciencia meditativa. Por añadidura, los monjes tibetanos y monjes Zen son exponentes de la contemplación mediante la meditación. Igualmente, los chamanes de las tribus, que parecían poseer entre otras la capacidad de comunicarse con los espíritus y ancestros, practicaban la contemplación.
Pero no confundamos esta sana actitud para pararse a contemplar o reflexionar, con algo muy trascendental o ascético. El ascetismo es una doctrina filosófica o religiosa. Nada que ver con lo que quiero transmitir.
Es algo mucho más sencillo. Me permito resumirlo, desde mi humilde y nada docto punto de vista. Se trata de usar espacios de tu tiempo para:
-Pensar sin prisas.
-Hablar con otro u otros disfrutando de la conversación, sin alterarse.
-Paladear la comida en lugar de engullirla. Saborear es verdaderamente placentero, aunque tengas mucho apetito. No se trata de comer lento, sino de degustar de verdad los alimentos. La prisa nunca es buena.
-No intentar planificar matemáticamente el día tratando de encajar cada cosa en su teórico lugar
Puede ocurrir que el método que crees correcto para cumplir tal o cual obligación no sea lo más satisfactorio. Un cambio de vez en cuando en los hábitos puede suponer un gran beneficio.
-Aparte de saludable, abrir un paréntesis para hacer ejercicio es una liberación para la mente. Cualquier tipo de ejercicio es bueno dentro de nuestras posibilidades. Si ves que no te apetece en un momento dado dedícate aunque sea dos minutos a respirar profundamente. Hay miles de ejercicios de este tipo, así como aeróbicos y anaeróbicos por todo internet.
-Reír con ganas las veces que haga falta. No reprimir la risa. El cuerpo y la mente lo agradecerán.
La risa une a las personas, ya sea en el ámbito familiar, en el trabajo o en las relaciones sociales. Esta cualidad la convierte en una herramienta de cohesión de grupo que se está investigando cada vez con mayor atención.
-La carcajada hace que se despejen la nariz y el oído.
- Disminuye la tensión arterial.
- Refuerza el sistema inmunológico y facilita la digestión, al incrementarse las contracciones de los músculos abdominales.
- Además combate el estrés, alivia la depresión y seguro que aumenta la autoestima.
- Tiene efecto analgésico debido a la liberación de endorfinas.
- Mejora la función respiratoria y aumenta la oxigenación.
El escritor y profesor William Deresiewicz advierte del riesgo de la «cultura de las interrupciones»:
“Tengo la impresión de que Facebook, Twitter y YouTube -y sólo para que veáis que esto es algo generacional, la televisión y la radio, revistas y periódicos también-, son en último término una mera escusa elaborada para evadirse de uno mismo”.
¿Y qué mejor manera de evadirse que encontrar espacios y tiempos que cada uno decide que son únicos para proporcionar descanso al espíritu?
Es que el camino para hallar la verdad o la justicia es tortuoso a veces y de incierto desenlace, pero no aparece por sí solo, lo construimos a base de superación.
Cómo descubrir tu tesoro particular, lo que a ti te satisface como persona, puede ser lo que más importa. Pero en esa búsqueda ¿Hay que ser políticamente correctos siempre? ¿O es mejor ser valientes, sinceros y no dejarse llevar por la corriente?
Ahí lo dejo.
Hasta la próxima, amigos!
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Vicente Ramírez
Posted at 21:13h, 20 junioGran aportación que invita a la reflexión.
El más grande tesoro, inclusive se lo tiene muchas veces cerca, pero muchos no los saben valorar.
marcosplanet
Posted at 17:29h, 22 junioY tanto que es así. En efecto, podemos estar ciegos ante el tesoro ya conseguido y pensar que aún no lo hemos encontrado.
Rosa Fernanda Sánchez
Posted at 07:19h, 10 junioNos han metido en una vorágine, de competitividad y de objetivos, a veces inalcanzables, que nos perdemos el disfrute de las pequeñas cosas,.. las que tenemos cerca, las que están ahí a nuestro alcance…
No podía estar más de acuerdo contigo, hermano
marcosplanet
Posted at 11:01h, 10 junioPues si, a ver si podemos hacernos fuertes lo suficiente como para combatir esa vorágine y escapar de ella. Comparto totalmente tu reflexión.
Muchos besitos.
Anónimo
Posted at 17:38h, 01 junioMuy buenos y acertados consejos, una forma de transitar por esta vida y la contemplación es la parte esencial para abrirte a la paz y al conocimiento. Gracias, Saludos
marcosplanet
Posted at 10:37h, 04 junioGracias a ti por aportar tu valiosa opinión.
Un cordial saludo.
Federico
Posted at 15:01h, 31 mayoYo ya he tomado la decisión de disfrutar de la vida. Saludos y buen finde.
marcosplanet
Posted at 10:39h, 04 junioMuy buena decisión, Federico.
Saludos.
Nuria de Espinosa
Posted at 02:48h, 31 mayoMe recordaste cuando de niña salía de aventuras con mis amigas y ocultábamos tesoros bajo tierra con la esperanza de alguien los encontrase años después. No tengo ni idea si está circunstancia sucedió o no. Tú post es como un jarro de agua fresca. Un abrazo
marcosplanet
Posted at 10:41h, 04 junioMuchas gracias por tu comentario, Nuria. Me alegra que te haya gustado.
Un abrazo.
Esther
Posted at 21:10h, 30 mayoQué bonita reflexión Marcos! Para guardar como un tesoro en la mochila.
marcosplanet
Posted at 10:42h, 04 junioMuchas gracias Esther! Me encanta volver a verte por aquí.
Un abrazo fuerte.
María
Posted at 08:18h, 21 septiembreBravo