18 Nov Destino: República Dominicana. Clon cap.16
DESTINO: REPÚBLICA DOMINICANA
Hache convenció a Claudia para que se tomaran unas vacaciones. De Santo Domingo le había atraído siempre la seducción de sus parajes tropicales.
Era la ocasión oportuna. Esa semana coincidía con vacaciones académicas según el calendario de la Universidad.
Quería Desconectar del ajetreado ritmo de vida que llevaban. La multinacional le agotaba y Claudia tampoco se encontraba muy animada con las intrigas propias del Departamento de Biología Celular, donde surgían enfrentamientos por estar próximo el nombramiento del nuevo jefe, puesto al que aspiraba más de uno.
En esas fechas era posible viajar a Santo Domingo a buen precio. Lo primero que hizo Hache al despertar ese Sábado fue revisar el Pasaporte, comprobando que estaba en regla.
Claudia disfrutaba con la sola idea de pasear por playas de arena fina respirando mar, dejando que este conquistara sus sentidos. En su mente se dibujaban escenas de agua, retozando por la arena, empapándose del Caribe, de su luz y su aroma…
Hache añadió al equipaje sus últimas lecturas: Scientist Magazine y Teoría del Clon Activo, del doctor Cóndom.
–Querido ¿No terminaste de leer eso la semana pasada?
–Lo he empezado de nuevo. No sabes hasta qué punto resulta interesante.
–Leí tu dossier de conclusiones. Creí que habías terminado con eso, pero aún sigues repasándolo. Podrías dedicarnos ese tiempo a Natham y a mí…
–Vaya, cariño, lo siento. Es que el gran Cóndom tiene en su mano las claves para alcanzar logros increíbles en clonación. Sus estudios no acaban en “Teoría del Clon Activo”. En otra obra suya hace revelaciones sorprendentes ¿Sabias que pueden obtenerse clones con capacidad para desarrollar la inteligencia y la memoria progresivamente?
–Pues no, pero, eso está controlado por la Ley de…
–…Fertilización Humana y Embriología. Pero el Dr.Mark Cóndom ha hecho posible dar un salto espectacular en la técnica de la clonación. Con material genético controlado, pueden seleccionarse células embrionarias que den origen a humanos de cualidades extraordinarias ¿Te imaginas el avance que supondría para la sociedad?
– ¿Humanos? No estoy tan segura de que se les pueda llamar humanos. No creo que un mundo repleto de Einsteins, Mozarts o Van Goghs sea lo mejor para una sociedad que quiere vivir en armonía. Algunos genios han demostrado excentricidades y conductas poco decorosas, incluso antisociales.
– ¿Lo dices porque a Einstein se le fotografió una vez sacando la lengua o porque a Mozart le gustara contar chistes?
–Mira, de las teorías de Einstein nos acabó llegando la bomba atómica, a Mozart le encantaba hacer groserías en público y Van Gogh…
–Debo aclararte algo –atajó él–. En 1939 Einstein redactó una carta junto con otros colaboradores destinada al presidente Roosevelt, solicitando que se creara un programa de investigación sobre las reacciones en cadena. Esto aceleró la fabricación de la bomba. Aunque hubo otros científicos implicados, el único que firmó fue Einstein. Él no tenía ni idea de que se llegaría a construir un artefacto mortal basándose en sus investigaciones. En 1945 escribió otra carta a Roosevelt para intentar convencerle de que no utilizaran la bomba. Desde entonces Einstein se convirtió en activista del desarme internacional, aparte de su contribución a la causa del sionismo.
–Pues yo no conocía esos detalles.
–Einstein escribió varias obras, aparte de sus tratados científicos. Si quieres documentarte:
Sobre el sionismo, Los Constructores del Universo o ¿Por qué la guerra?, con la colaboración de Sigmund Freud.
–Oye ¿De donde sacas tiempo para leer tanto?
–Mujer, esas son lecturas de cuando estaba soltero. Ahora no podría.
–Bueno, el caso es que la idea de reproducir genios en masa me parece tan propia de películas de ciencia ficción que no me lo puedo tomar en serio –Claudia conectó la exprimidera y llenó dos vasos de zumo de naranja. Ofreció uno a Hache –No me parece que sea muy ético–añadió.
–No se trata de crear genios. Por lo que sabemos de sus biografías, desde luego que no eran perfectos y algunos vivieron atormentados. Aplicando la teoría del Dr.Cóndom podrán desarrollarse individuos en los que la posibilidad de cometer errores se minimice o quede totalmente desterrada. Se trata de crear hombres que influyan en la sociedad, políticos, hombres de letras, ingenieros o investigadores que diseñen fórmulas cien por cien eficaces; fármacos que erradiquen para siempre las enfermedades; técnicas de transplante que prolongarán la vida a enfermos de todo tipo; gobernantes que dirijan magistralmente los destinos de las naciones… Todo ello se traduciría en calidad de vida ¿no?
–Hablas como dándolo por hecho, Solo. Pareces estar muy seguro de algo que aún no es más que una historia en un papel. No hay resultados que demuestren la Gran Teoría del doctor.
Claudia nombraba a su marido por el apellido en escasas ocasiones. Ese “Solo” salía de sus labios en momentos muy determinados cuando percibía en él algo que no llegaba a comprender pero que ponía distancia entre los dos. Para Hache tenía el efecto de enfriar el ambiente, haciéndole ver que llegar al entendimiento era una posibilidad remota.
–Sí hay resultados –afirmó Hache con decisión–. El Doctor Cóndom ha obtenido células clonadas con el material genético característico de personas de cociente intelectual superior a la media. Si la Ley de Fertilización llegara a contemplar la obtención de embriones humanos para su libre desarrollo y no solo con fines terapéuticos, se abriría la puerta a un avance sin precedentes. Se obtendrían clones humanos seleccionados, en beneficio de todos nosotros, Claudia, y de nuestros hijos.
–Sí, ya. Para mayor gloria de científicos locos ¿no?
–Nada de triunfos personales. Se trata de ayudar a la Humanidad, de acelerar la evolución.
Hache hablaba con tal convicción que crispaba aún más a Claudia.
–Eso es algo que está por ver Solo. Puede que no se dé un paso adelante. Puede que los clones no funcionen como se esperaba y todo se vaya al traste.
Desde su interior se oyó a sí mismo decir lo que le pareció una disculpa pueril.
–Mujeres y hombres de todas las razas y creencias han perseguido siempre un ideal. Puede que los clones humanos no sean la panacea, pero cualquiera tiene derecho a ilusionarse ¿por qué no?
–Pues francamente, a mí lo que me ilusionaría es verte feliz en tu trabajo, sea el que fuere, y que no te complicaras la vida imaginado mundos utópicos o leyendo extrañas teorías sobre la obtención de seres imposibles.
–Cariño. No estoy obsesionado. Es sólo que cada vez veo más cercano el momento en que los clones humanos serán una realidad y no podremos renunciar a eso–. Se levantó acercándose a ella y la abrazó–. Mira, lo que ahora debe preocuparnos no es más que hacer los preparativos para nuestro viaje. Hum… las playas de Santo Domingo, arena fina y dorada, frutas exóticas, chicas exóticas…
–Chicas ¿eh?–dijo Claudia con sorna–. Pues los hombres del Caribe creo que ofrecen buenos atributos.
–Pienso en las nativas agitando sus cuerpos sudorosos al ritmo salvaje de alguna cumbia, insinuándose, invitándome a seguir su ritmo caliente…
–Tú no seguirías ni el ritmo de una ancianita, bonito. Que ya no estás para trotes, carcamal –bromeó la mujer mientras se apretaba contra su cuerpo.
Hache se sentía bien con Claudia y haría cualquier cosa por ella, cualquiera menos renunciar a la esperanza de acabar para siempre con el dolor que latía en su interior.
Sí, el sueño de obtener un clon de sí mismo era algo intangible ahora, pero no una utopía.
Ese domingo de octubre, Hache y Claudia emprendieron viaje rumbo a la costa sureste de la República Dominicana. En Punta Cana, la arena blanca de playa Bávaro recibía las caricias del océano Atlántico muy cerca de la confluencia de este con el mar Caribe.
El pequeño Natham durmió durante una buena parte de las ocho horas y media que duró el vuelo hasta la isla, lo que aprovecharon para hacer sus planes.
–Mira Claudia. Mañana podemos echar un vistazo por el complejo hotelero y después ir por toda la costa hasta Bávaro. Alquilaremos un jeep.
–Querido, recuerda que vamos programados por la agencia.
Destino: República Dominicana. Clon cap.16
–Haremos una escapadita. Esta isla encierra lugares recónditos, playas misteriosas… Me encantaría que nos perdiéramos en alguna calita olvidada y…
–Hache, te recuerdo que vamos con el niño. En cuanto a lo de extraviarnos no me seduce. Prefiero la seguridad del hotel.
–Pues la Península del Noreste no hay que perdérsela: la Bahía de Samaná, donde los indios cigüayos lucharon contra Colón… Las Terrenas, por ejemplo, es un paraíso tropical, con cabañas ocultas entre la vegetación.
–Mira, a mí el Caribe me gusta tanto como a ti, pero piensa que sólo tenemos ocho días. Necesitaríamos algo más de tiempo para verlo todo ¿No crees, amorcito?
–Vale, nos relajaremos y nos dejaremos llevar por… el encanto del Caribe y de las caribeñas.
Claudia le dio con el codo, sonriente. –Tonto, no te hagas ilusiones. Te tendré vigilado.
Bien, pues ahsta aquí hemos llegado por hoy en esta la undécima entrega de «Ek Primer Clon», una historia novelada de Marcos Manuel Sánchez.
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Hasta la próxima amigos…
Doctor Krapp
Posted at 14:55h, 22 noviembreLa eugenesia cuando nació también era considerada una medida de progreso científico. Tengo reservas absolutas sobre las posibilidades de la tecnología genética.
Saludos
Anónimo
Posted at 18:23h, 20 noviembreMuy entretenido y educativo relato, un gusto leerlo, abrazo grande y gracias por él
marcosplanet
Posted at 19:09h, 20 noviembreGracias por tu tiempo.