El horizonte perdido

 

El horizonte perdido

 

Encontré esta carta que os traigo hasta aquí en la casa que alquilé recientemente para pasar unos días de descanso. El escrito apareció dentro de un sobre que había transformado su tono blanco anacarado en un ocre evocador de otro tiempo.

 

El texto decía así:

 

“Me asomo a la amplia balconada abierta al parque de palmeras que engrandece la panorámica frente a mi casa. Sin embargo, cada vez que me enfrento a una reflexión profunda mi mente me empuja a contemplar el otro lado del parque, ese donde el inmenso mar azulea imponiendo su majestuoso ritmo con el oleaje. Escuchar el impacto de su fuerza descargando sobre la orilla arenada con brillante polvo de coral me permite remitir mis pensamientos a aquello que más me preocupa. He caído en una especia de fosa donde mi vida lucha por aferrarse a una rutina muy práctica. No sé si deseo seguir en ella.

Me veo tan solo defendiendo no sé qué intereses de la empresa a la que dedico la mayor parte de mi tiempo, intentando encontrar un rumbo hacia el que orientar la nave que se supone me ha de transportar hacia un objetivo cierto.

Pero no consigo centrar ese rumbo desde hace mucho. La nave parece preferir moverse a la deriva deshaciendo cualquier plan coherente que intento formar en mi cabeza.

Encontré el amor en Paula, mi gran compañera en la última década. Me dejó por un golpe de timón que quiso dar a su propio barco, ese que ella había anclado junto al mío.

Ahora me siento el capitán de un barquito que surca en solitario aguas muy profundas y tengo la sensación de que bajo el casco de mi embarcación discurren fuerzas oscuras que intentan empujar mi vida hacia lo desconocido.

Mis viejos amigos y familiares viven muy lejos de aquí, enfrascados en sus continuas tareas, esas que giran y giran en torno a una supuesta finalidad que nunca llega a materializarse. ¿Sus naves van también a la deriva?

En fin, me asomo a mi balconada con la intención de mantenerme a flote, pero me parece que no conozco en absoluto cuál es mi verdadero horizonte”.

 

Una vez leída la carta la rompí en pedazos a la vez que con todas mis fuerzas me empeñé en olvidarme de su contenido. Aún no sé si lo he conseguido.

 


 

Esta es mi aportación al reto de los jueves que en esta ocasión convoca con mucho acierto Nuria de Espinosa en este apartado de su blog.

El tema central es:

 

El vacío existencial

 

El vacío existencial es una pérdida de la motivación y del interés por lo que acontece, igualmente puede ser la sensación de «no tener nada dentro». Hay muchos enfoques de ese vacío y se trata de escribir sobre si alguna vez hemos sentido ese vacío.

 

Nota: todas las imágenes de este post incluida la portada las he configurado con la ayuda de la página  bing.com/images/create/ .

 

38 Comentarios
  • Miguel Ángel Díaz Díaz
    Posted at 20:17h, 06 octubre Responder

    Un relato inquietante, Marcos.
    Lo dejas abierto, tal como lo percibe quien lo escribe. Nos deja sumergidos en las dudas. cómo continuó, o si acabó, la historia de quien escribe la carta y por qué quien la lee la destruye. Se abren muchas conjeturas. Buen relato.
    Un fuerte abrazo 🙂

    • marcosplanet
      Posted at 19:39h, 08 octubre Responder

      Agradezco mucho tu opinión, Miguel Ángel. Ya sabes que la valoro mucho.
      Un fuerte abrazo 🤗.

  • Federico
    Posted at 18:41h, 23 septiembre Responder

    Cuál sería el motivo para escribir esa carta? Qué la encontrará alguien como un mensaje en una botella? Saludos

    • marcosplanet
      Posted at 18:59h, 23 septiembre Responder

      Yo he concebido la idea como un escrito de alguien que quería plasmar su percepción de la vida y su situación personal en un momento dado con el fin de ayudar a quien encontrara la misiva y de ese modo pudiera servirle de alguna ayuda.
      Saludos cordiales

  • Anónimo
    Posted at 21:18h, 20 septiembre Responder

    Querido Marcos, me he estremecido con tu relato, porque has reflejado perfectamente lo que sentimos muchas personas, que estábamos esperanzados en que esta nave nos llevara hacia adelante, buscando un poco de luz que ilumine nuestras vidas, que a veces nos parecen insulsas, que nos hace sentir solos y a la deriva. Pues no!!!. No nos dejemos arrastrar por el desánimo, al que algunos nos quieren conducir. Sigamos adelante con nuestros objetivos, blindémonos ante la manipulación, la mentira y el miedo.
    Yo sigo a lo mío y busco quien me acompañe, compartiremos nuestras inquietudes y conocimientos, como un gran surtidor que emana de nosotros mismos
    Adelante!

    • marcosplanet
      Posted at 21:23h, 20 septiembre Responder

      Me emocionan tus palabras, Rosi. Verdaderamente sabes cómo llegar a las fibras sensibles. Eres puro corazón y un dechado de virtudes, además de escribir de maravilla.
      Un abrazo muy muy fuerte.

  • Maria
    Posted at 19:09h, 16 septiembre Responder

    Un gran vacío el que siente el protagonista, bien reflejado en la carta. Me ha llegado hondo. Ese vacío que siente como un barco a la deriva, la soledad es tan terrible, así se siente el protagonista. Está genial descrito, me ha encantado. Me ha recordado cuando ha roto la carta, cuando yo tenía mis diarios y escribía mis nostalgias, donde dejaba mis lágrimas derramadas, los rompí todos, nada quise tener. Pero aún así hoy me gustaría tenerlo para volver a leerlo. Esas emociones que se sienten deben guardarse en el baúl del tiempo porque son escritas con total sentimiento.

    Llego tarde pero ha merecido la pena.

    Un abrazo.

    • marcosplanet
      Posted at 19:44h, 16 septiembre Responder

      Agradezco mucho tu precioso comentario, María. Es muy bello lo que apuntas acerca de guardar las emociones en el baúl del tiempo. Acabas de inspirarme un nuevo relato, por lo que te avisaré cuando lo tenga terminado y te lo envío.
      Un fuerte abrazo.

  • Anónimo
    Posted at 09:39h, 16 septiembre Responder

    La carta refleja el vacío devastador de una persona que parece desahogarse plasmando sus emociones y a la vez es una súplica. Buen texto Marcos. Un abrazo!

    • marcosplanet
      Posted at 12:48h, 16 septiembre Responder

      Muchas gracias, anónimo. Intenta poner tu nombre la próxima vez.
      Saludos.

  • Mari
    Posted at 06:30h, 16 septiembre Responder

    Esa carta tal vez fue escrita para desahogar su desgarrador vacío y compartirlo con el destino que lo encontró en aquella casa, quizás la deriva llevo esa carta a él por algún motivo…Hermoso!!! Besos por ahí!!!

    • marcosplanet
      Posted at 12:49h, 16 septiembre Responder

      Esa deriva le condujo a leer el contenido de la carta, en definitiva. Como una fuerza oculta del destino.
      Un abrazo, Mari.

  • Alma Leonor López Pilar
    Posted at 11:04h, 15 septiembre Responder

    ¡Hola! Muy buen planteamiento ese de romper en pedazos una carta que relata el vacío de uno mismo para empezar a construir un futuro. Me ha gustado también el símil con el barco a la deriva. Felicidades.
    Saludos. AlmaLeonor_LP

    • marcosplanet
      Posted at 16:52h, 15 septiembre Responder

      Muchas gracias Alma Leonor. Es justo lo que pretendía con este relato.
      🤠

  • El Demiurgo de Hurlingham
    Posted at 17:29h, 14 septiembre Responder

    Creo que ha sido un error destrozar la carta encontrada, debería haberla guardado.
    Sospecho que fue por encontrar emociones análogas en escritor de la carta. Cuyo vacío fue provocado por haber sido dejado por la mujer, con la que compartió una década.
    Saludos.

  • Tracyvorrecaminos
    Posted at 22:36h, 13 septiembre Responder

    Muy buena tu aportación a la vez que original, reconozco que no se te haya olvidado ese descubrimiento de la carta, porque a mí también me ha impactado mucho.

    • marcosplanet
      Posted at 16:45h, 15 septiembre Responder

      Me alegra mucho que te haya gustado, Tracy.
      Un abrazo.

    • marcosplanet
      Posted at 16:51h, 15 septiembre Responder

      Muchas gracias, Tracy. Me alegra que te haya impactado el enfoque que he querido darle al relato.🤗

  • gabiliante
    Posted at 20:44h, 13 septiembre Responder

    Todos somos barquitos no siempre a la deriva, pero si bastante tiempo. Cuando nos invade una ilusión o un objetivo, somos barquitos lanzados, que viajan raudos y rectos hasta que el cansancio o aburrimiento nos vuelve a frenar poco a poco.
    Abrazooo

    • marcosplanet
      Posted at 16:50h, 15 septiembre Responder

      Si tan solo frenaras, pero un barco a la deriva y más si es pequeño corre riesgos de ser tragado por aguas oscuras.

  • Dakota
    Posted at 18:59h, 13 septiembre Responder

    Hola Marcos, una carta que transmite el gran vacío del autor, a la deriva, sin rumbo.
    Un abrazo!

  • Casagrande
    Posted at 16:47h, 13 septiembre Responder

    Encontrar esas cartas olvidadas es un tesoro, pero leerlas…. ya es otra cosa… y hacerlas publicas en la internet es ya un tema mayor. Ahora ya todos conocemos un poco mejor al escribiente.

  • Gustab
    Posted at 03:46h, 13 septiembre Responder

    Aquí un vacío diferente. Hombre de mar, solitario como las gaviotas.

  • Anónimo
    Posted at 01:49h, 13 septiembre Responder

    Hola Marcos, esa forma de vacío existencial, narrada como un barco a la deriva es muy poética, una manera diferente de enfrentar el desafío y me encantó, te felicito.
    Saludos.
    PATRICIA F.

    • marcosplanet
      Posted at 10:33h, 13 septiembre Responder

      Agradezco como siemore tus palabras, Patricia. Contribuyen a mi afán por contar historias.
      Saludos.

  • Neogeminis
    Posted at 01:14h, 13 septiembre Responder

    Vaya a saber por qué el destino quiso que esa carta tuviera ese derrotero. A veces la necesidad del alma logra volcarse en palabras escritas sin necesidad de destinatario definido. El punto es animarse a abrir el corazón para intentar conciliarse con uno mismo. El escribir ayuda. Un abrazo

    • marcosplanet
      Posted at 10:34h, 13 septiembre Responder

      Totalmente de acuerdo, Neo. Me ha gustado especialmente tu frase:
      «A veces la necesidad del alma logra volcarse en palabras escritas sin necesidad de destinatario definido».
      Me parece de una gran sensibilidad.
      Un abrazo.

  • Nuria de Espinosa
    Posted at 21:12h, 12 septiembre Responder

    Hola Marcos, gracias por sumarte a la convocatoria juevera. Esa carta que el protagonista encuentra en la casa alquilada, muestra el vacío desolador en el que parece estar navegando sin rumbo el autor de la misiva. Cómo si desgranará su alma con la esperanza de que alguien la encuentre y así liberarse de ese vacío existencial en el que parece estar sumido. Me encanta como describes esas aguas turbulentas en las que el protagonista de la carta viaja y como a la vez es capaz de hacer una profunda reflexión de su situación y escribirlo. Siento que al mismo tiempo el protagonista también tiene un vacío interior al no saber cuál es su horizonte.
    Un relato emotivo, y descorazonador, muy bien narrado. Me alegra que al final participarás con tan bello aporte.
    Te felicito.
    Un abrazo grande

    • marcosplanet
      Posted at 10:37h, 13 septiembre Responder

      Muchas gracias por tu comentario, tan constructivo y valioso. Has acertado plenamente al decir que el protagonista siente a su vez un gran vacío, como así ha sido mi intención al escribir esta historia.
      Un fuerte abrazo.

  • Sylvia
    Posted at 20:35h, 12 septiembre Responder

    Qué sentida la frase no saber cuál es su horizonte… muy triste y vacío como requería el reto y muy bellas las palabras.
    Bss

    • marcosplanet
      Posted at 10:38h, 13 septiembre Responder

      Muchas gracias por tus palabras, Sylvia.
      Un abrazo.

  • Campirela_
    Posted at 19:40h, 12 septiembre Responder

    Marcos, esa carta es de alguien que se encuentra a la deriva su timón, como él mismo dice hace tiempo que no marca un horizonte con luz.
    Es una súplica de pedir ayuda, pero parece que nunca llegue al destinatario que podría echarle una mano.
    Un buen texto, para el tema que nos ocupa.
    Un abrazo.

    • marcosplanet
      Posted at 10:39h, 13 septiembre Responder

      Estoy de acuerdo contigo, muy bien descrito por tu parte:
      «(…) parece que nunca llegue al destinatario que podría echarle una mano».
      Otro abrazo para ti.

  • Conejo pestilente
    Posted at 16:40h, 12 septiembre Responder

    Carajo a veces me encantaría vivir solo en una isla desierta, y luego pienso en la gente y mis seres queridos y me doy cuenta que necesito esa isla YA MISMO.

    • marcosplanet
      Posted at 10:40h, 13 septiembre Responder

      Pues sí, podría resultar muy constructivo para algunos, conejo. Gracias por comentar.

  • Buscador
    Posted at 14:34h, 12 septiembre Responder

    Una vez me perdí en quién soy, de dónde vengo, si existe Dios o qué es la realidad y es bastante angustioso. Sin embargo abandoné ese estado existencial porque a una duda salían miles de preguntas inciertas.

    Un saludo

    • marcosplanet
      Posted at 10:42h, 13 septiembre Responder

      Ante preguntas inciertas como respuesta, mejor no darles el valor de una respuesta sino olvidarlas.
      Estoy de acuerdo, Buscador. Gracias por tu comentario.
      Un saludo.

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