El lobo Fer

El lobo Fer

 

Ferdinando Garrapico había conseguido cumplir su sueño: crear una fábrica de turrones completamente nueva que mejorase las carencias de la empresa familiar fabricante de los turrones “El lobo Fer”, una entidad que hizo famosa su marca en todo el país distribuyendo deliciosas tabletas de cinco variedades también en países extranjeros.

A Ferdinando le apasionaba su trabajo, recorría las líneas de fabricación hablando con los empleados en los puntos críticos y se involucraba en todas las fases del proceso. El resultado de su implicación le llevó a obtener galardones de reconocimiento a la calidad del producto.

Pero su dedicación le pasaba factura obligándole a desahogar su estrés mediante un ritual que ponía en práctica a diario. Cada noche se dirigía al bosque cercano a la fábrica y allí experimentaba una catarsis que le obligaba a adoptar una conducta muy próxima a la de cualquier animal del bosque. De hecho, se sentía tan concernido por ese cambio que llegaba a creer que era un gran lobo capaz de enfrentarse a cualquier enemigo.

En los comienzos de su trabajo en la fábrica de su padre, tuvieron el inconveniente de haber mandado imprimir veinte mil etiquetas con la marca “El lobo feroz”, en el logotipo, pero por un error quedó impreso como “El lobo Fer”, lo que encajaba mejor con su propio nombre y con una imagen de marca más amigable.

De ese modo, los turrones exhibirían para siempre la marca errada, con un inesperado éxito comercial dicho sea de paso.

El triunfo entre sus competidores, sin embargo, iba empujando a Ferdinando hacia las sombras de la espesura boscosa.

Él ahora no lo sabía aún, pero se iba a enfrentar a una amenaza que llevaba meses acechando los alrededores de la fábrica turronera. Una manada de lobos feroces había estado revolviendo los contenedores de basura y había dado muchos sustos al personal.

Acababa de cruzarse Ferdinando con una muchacha conocida de sus solitarias noches salvajes de transformación en el bosque cuando vio a la manada acorralando a la chiquilla.

–¡Caperucita! ¡Cuidado! No te muevas. Te ayudaré.

Al cabo de unos minutos de ferocidad desatada, Ferdinando acabó con el ataque lobuno y la chica quedó a salvo.

–Salvemos las buenas costumbres –pensaba Fer–. Dejaré las peores para más adelante.

 

 


 

Deja por favor tu comentario. Tu opinión es muy valiosa. Y tu like en el corazoncito de más abajo también. Muchas gracias.

Esta es mi contribución al reto literario del jueves 17 de octubre titulado:

«El lobo feroz», que convoca mi amiga Nuria de Espinosa en su extraordinario blog.

El reto consiste en reinventar la figura del lobo feroz. Puede ser un depredador, una víctima, un héroe inesperado o incluso algo más allá de la imaginación. Todo vale, siempre que el lobo se mantenga en el centro de tu historia. Aquí están las condiciones para los participantes.

 

Salud y suerte en la vida.

 

Nota: todas las imágenes de este post incluida la portada y excluida la publicada por Nuria en su blog, las he configurado con la ayuda de la página  bing.com/images/create/ .

37 Comentarios
  • Federico Agüera Cañavate
    Posted at 13:17h, 30 octubre Responder

    Me ha venido a la memoria la canción de turrones el lobo: «el lobo, que gran turrón» y ahora no me la puedo quitar de la cabeza. Saludos

  • Luis Carballés
    Posted at 16:58h, 25 octubre Responder

    Este texto me ha encantado porque mezcla de una manera muy original el mundo empresarial con un toque de fábula. Ferdinando Garrapico es un personaje al que es fácil cogerle cariño, ya que se ve cómo se entrega por completo a su trabajo como fabricante de turrones, pero al mismo tiempo necesita liberar su lado más salvaje cada noche en el bosque. Me ha parecido genial cómo juega con el símbolo del lobo, que no solo está presente en la marca de sus turrones, sino también en su vida más personal y emocional. Además, la aparición de “Caperucita” le da un giro inesperado y divertido. Es un relato que, a pesar de ser ligero, te deja pensando en cómo equilibramos lo racional y lo instintivo en nuestra vida diaria. ¡Muy entretenido y lleno de significado!

    • marcosplanet
      Posted at 17:14h, 25 octubre Responder

      Hola Luis, me alegra mucho que te hayas pasado por aquí y dejado tu experto comentario, como buen observador que eres y gran lector. En efecto, es un relato ligero (porque lo he escrito para el reto del microrrelato de los jueves, no más de 350 palabras) lo que me ha supuesto mayor dificultad a la hora de encajar en la historia exactamente todos los factores que has relacionado. Lograrlo, como se desprende de tu análisis, me da mucho empuje para seguir esta afición mía de juntar palabras.
      ¡Un fuerte abrazo, amigo!

  • Anónimo
    Posted at 02:17h, 24 octubre Responder

    Hola Marcos, el último comentario del lobo Fer me dejó con cierto temor y curiosidad, él no era tan bueno.
    Muy buen relato, un abrazo.
    PATRICIA F.

    • marcosplanet
      Posted at 09:09h, 24 octubre Responder

      Es un final abierto a especulaciones…
      Muchas gracias por pasarte y comentar.
      Otro abrazo para ti, Patricis.

  • ana laura piera
    Posted at 21:44h, 20 octubre Responder

    Hola Marcos, me parece que has logrado crear un relato idóneo para el reto y tu «lobo feroz» resulta bastante original. Un relato que se lee de corridito y quizá amerite una 2da parte para saber qué pasa con Ferdinando, la muchacha, los turrones y esa catarsis que lo hace comportarse de forma salvaje. Saludos.

  • Divagaciones
    Posted at 07:01h, 19 octubre Responder

    Muy inquietantes las imagenes de Fer..si el turrón es tan bueno como se ve Fer, serán un éxito…lo que si, no creo que tenga un buen después con caperucita…si sigue el patrón de las historias de este jueves, las caperuzas terminan siendo mas fieras y feroces…bssssss

  • Alma Leonor López Pilar
    Posted at 20:44h, 18 octubre Responder

    ¡Hola! No se si he entendido bien y el bueno de Ferdinando se transforma en hombre lobo cuando sufre esa catarsis excepto en el momento en el que decide salvar a la muchacha del ataque de una manada de lobos. En cualquier caso me ha encantado lo de Ferdinando y «El lobo Fer», muy buena la relación. Por cierto, no he podido imaginarme a «Ferdinando» como lobo porque no podía dejar de pensar en el cuento del toro Ferdinando ¿lo conoces? 😀
    Saludos. AlmaLeonor_LP

    • marcosplanet
      Posted at 20:53h, 18 octubre Responder

      Buena pregunta. En principio, Fer no se transforma físicamente en hombre lobo cuando va al bosque. Es una catarsis, una purificación o una purga que se completa en el interior de uno mismo. No adquiere aspecto de lobo cuando salva a Caperucita… o quizá si.
      El toro Ferdinando es un cuento para niños que cuenta la historia de un toro que prefiere oler las flores en lugar de luchar en las corridas de toros ¿no?
      Saludos cordiales.

  • Marifelita
    Posted at 20:18h, 18 octubre Responder

    Uy! El lobo Fer me ha inquietado con ese ultimo comentario…que tendra en mente para futuros encuentros? Sera Caperucita su víctima? Ya nunca lo sabeemos! Ja ja! Un abrazote!

    • marcosplanet
      Posted at 21:03h, 18 octubre Responder

      O puede que le dé una continuación a esta historieta y la convierta en algo más… no sé ¿Tu qué opinas?
      Un fuerte abrazo Marifelita.

  • Neogeminis
    Posted at 05:44h, 18 octubre Responder

    Sumamente original tu relato, Marcos. Turrones el lobo Fer! Todo un acierto publicitario jeje. Un abrazo

    • marcosplanet
      Posted at 13:44h, 18 octubre Responder

      Sii, je,je, es un guiño a la marca y a las fiestas navideñas que nos esperan.
      Otro abrazo para ti.

  • Gustab
    Posted at 02:26h, 18 octubre Responder

    Fue extraño… mmm. que belleza de caperucita. Si yo fuera el lobo, fer, perdería la vida…. y caperucita, la virginidad… 😉

    • marcosplanet
      Posted at 13:46h, 18 octubre Responder

      Es una de las variadas opciones a las que puede dar lugar el conocido cuento.

  • Isabel
    Posted at 22:35h, 17 octubre Responder

    Muy grato leer tu relato con esta versión tan actualizada,, me encanta el giro en el rol del personaje Fernandino.. enhorabuena por conseguir darle el enfoque moderno al clásico ,, besos Marcos

    • marcosplanet
      Posted at 13:46h, 18 octubre Responder

      Muchas gracias Isi. Me alegra mucho verte por aquí.
      Un abrazote!

  • Anabel Roldán
    Posted at 22:12h, 17 octubre Responder

    Enhorabuena Marcos! Me ha encantado la nueva versión del lobo Garrapico (apellido tan imaginativo como el relato) un héroe feroz.
    Un abrazo fuerte!

    • marcosplanet
      Posted at 22:24h, 17 octubre Responder

      Muchas gracias, Anabel. Me alegra mucho que te haya gustado.
      Otro abrazo fuerte para ti!

  • María
    Posted at 21:45h, 17 octubre Responder

    Como dicen por aquí un relato muy original! Me encanta esta versión del cuento, con el buen gancho publicitario por accidente y ese lobo que afloja un poco en su naturaleza para hacer una buena acción al mismo tiempo que reflexiona sobre seguir siendo el de siempre… ¿cambiar para mejorar, o la naturaleza siempre es más fuerte? Seguramente haya sitio para todo…

    • marcosplanet
      Posted at 22:26h, 17 octubre Responder

      Qué inteligente reflexión, María. Yo la dejaría para un próximo post que probablemente escriba en breve. Me ha encantado tu comentario.
      Muchos besitos.

  • Arenas
    Posted at 19:14h, 17 octubre Responder

    ¡Qué buen turrón!, perdón, quería decir ¡qué buen relato!
    No lo dices, pero supongo que la historia se desarrollará en los alrededores de Jijona.

  • Buscador
    Posted at 17:10h, 17 octubre Responder

    Antes de participar tuve una idea parecida a tu cuanto donde el turrón del lobo era el protagonista jajajajajaj
    Muy original tu cuento.
    Saludos de Buscador

  • gabiliante
    Posted at 16:53h, 17 octubre Responder

    El lobo Fer, ¡que gran turron!
    Magnífico enlace con la actualidad próxima. Cuando veamos el anuncio en la tele nos acordaremos de tu relato.
    No es exactamente un intercambio de roles, porque hay también lobos malos, aunque el.protagonista sí que ha cambiado de rol.
    A pesar de que al fin vuelve a apuntar al lado oscuro.
    Muy buen aporte y muy ingenioso y original.
    Abrazoo

    • marcosplanet
      Posted at 20:48h, 17 octubre Responder

      Me alegra mucho que te haya gustado, Gabiliante. El lado oscuro abre un camino distinto que nadie sabe a dónde conducirá.
      Abrazos.

  • Anónimo
    Posted at 10:03h, 17 octubre Responder

    Un nueva y moderna versión del cuento muy original. Un abrazo!

  • Mari
    Posted at 03:52h, 17 octubre Responder

    Jajaja Me gustó mucho tu versión moderna de caperucita, con ese final… El detalle del error de imprenta, muy buenas ideas sin duda! Besos por ahí!

    • marcosplanet
      Posted at 08:49h, 17 octubre Responder

      Muchas gracias Mari. Siempre tan divertida en tus comentarios.
      Un abrazo.

  • Campirela_
    Posted at 22:19h, 16 octubre Responder

    Marcos, qué buena idea has elegido la de los turrones, y qué buenas fecha casi los tenemos a la vuelta de la esquina. Me ha gustado leerte, y ese final como un galán defendiendo a Caperucita.
    Un besote.

    • marcosplanet
      Posted at 08:50h, 17 octubre Responder

      Muchas gracias Campirela. Tus comentarios son siempre muy bienvenidos. En seguida me paso por tu blog para comentar tu aportación al reto de los jueves.
      Un fuerte abrazo!

  • Rosa Fernanda Sánchez
    Posted at 19:40h, 16 octubre Responder

    Me encanta tu versión del famoso cuento, utilizando elementos tradicionales ,y de la actualidad, recurriendo a la realidad fantástica

    • marcosplanet
      Posted at 08:52h, 17 octubre Responder

      Si, así es Rosita. Lo único que me limita mucho la extensión a 350 palabras del reto. Pero uno intenta adaptarse.
      Muchos besitos.

  • Nuria de Espinosa
    Posted at 19:23h, 16 octubre Responder

    Hola Marcos, En tu versión del cuento clásico del lobo, destaco la originalidad en fusionar elementos modernos como la fábrica de turrones y el personaje de Ferdinando. El detalle del error en la impresión del logotipo («El lobo Fer» en lugar de «El lobo feroz») es ingenioso, ya que juega con la idea de lo feroz del personaje, y me ha parecido muy interesante.

    Además, el giro en la historia de Caperucita Roja con el lobo (Ferdinando) protegiendo a la chica en lugar de ser el villano. Es una muy buena mezcla de lo cotidiano y lo fantástico, donde la transformación de Ferdinando en lobo no es solo física, sino también psicológica, afectada por el estrés de su trabajo. También resalto el toque de humor con la idea de «salvar las buenas costumbres», que parece una reflexión irónica sobre su propio comportamiento dual, civilizado y salvaje.
    En resumen, una versión muy creativa y original cuya narrativa moderna, ofrece un enfoque nuevo al personaje del lobo. Me gustó mucho. Excelente aportación a la convocatoria juevera. Un abrazo

    • marcosplanet
      Posted at 08:56h, 17 octubre Responder

      Me da mucho ánimo tu comentario, Muria, es muy alentador y hace que siga esforzándome por aquí en juntar letras para componer historias.
      Un fuerte abrazo, amiga mía.

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