Frases de nuestro mundo. Octavio Augusto

 

La belleza es una necesidad, no un adorno

Cayo Octavio “Turino” (Augustus) (63 a.C.–14 d.C.)

 

 

En efecto, la belleza llena nuestros sentidos de un placer indescriptible, contribuye a la elevación del espíritu y su contemplación mejora el ánimo, llevándonos a gozar de experiencias enriquecidas de nuestro entorno.

Hay diversas manifestaciones en las que nuestros sentidos aprecian la belleza:

 

–Podemos encontrarla en el hecho de relacionarnos con otras personas por ejemplo, pues el trato en armonía con otros genera sentimientos y emociones que conectan con la belleza y con nuestra admirable humanidad.

–El amor es según mi punto de vista, otra expresión de la belleza. Esta se conjuga de mil maneras en las relaciones que presiden la vida de los enamorados.

–La propia naturaleza que nos rodea nos imprime una huella cargada de belleza, sea cual sea la latitud donde nos encontremos, contemplando una aurora boreal o puestas de sol en distintos escenarios naturales, observando el vuelo de las aves, el galopar de un caballo…

–¿Y qué decir acerca de la belleza en el arte? Aunque no se trate de grandes maestros, podemos encontrar la belleza en multitud de obras de personas inspiradas que han plasmado en un lienzo o escultura el espíritu de la belleza que guardan en su imaginación.

Augusto nos ilumina así con su frase para que entendamos el verdadero significado de la belleza y para apreciarla en todo su valor, no como algo simplemente estético.

 

Sobre Cayo Octavio Augusto

 

Cayo Octavio Turino fue hijo de un militar y senador romano. Cayo Octavio era miembro de una rica familia del ordo equester; no obstante, era considerado un homo novus («hombre nuevo») al no proceder de una familia senatorial.

El reino de Augusto dio inicio a un culto imperial , la veneración que se daba a algunos emperadores elegidos como dioses tras su muerte.

Fue el fundador del Imperio romano y primer emperador romano.

En 43 a. C., constituyó junto con Marco Antonio y Lépido una dictadura militar conocida como “Segundo Triunvirato”. Como miembro del mismo, Octavio pudo gobernar Roma y un gran número de las provincias que la conformaban. Cuando desapareció el triunvirato años después, Octavio restauró los principios de la República, por lo que el poder del gobierno empezó a residir en el Senado, aunque siempre a la sombra del poder autocrático de Octavio Augusto.

Julio César fue asesinado en el año 44 a. C., y entonces Octavio fue designado en su testamento como su hijo adoptivo y heredero, por lo que heredó su nombre, patrimonio y la fidelidad de sus legiones. En el 27 a. C. el Senado autorizó a Octavio a usar el cognomen de «Augusto», convirtiéndose así en el Emperador César Augusto.

El mandato de Augusto tuvo su cara constructiva. Inició una era de paz relativa conocida como la Paz romana o Pax Augusta. Salvo por las constantes guerras fronterizas, el imperio romano en la cuenca mediterránea pudo respirar un ambiente pacífico durante más de dos siglos. Al tiempo en que garantizaba la paz en sus dominios, Augusto expandió drásticamente el Imperio romano, anexionando Egipto, extendiendo sus posesiones en África y completando la conquista de Hispania. Con Germania, sin embargo, no pudo.

Durante ese proceso aseguró sus fronteras mediante la subordinación a Roma de las regiones circundantes. Además, celebró un importante acuerdo de paz con el temido Imperio Parto utilizando la vía diplomática.

Otros de sus logros fueron los siguientes:

 

*La reforma del sistema tributario romano.

*El desarrollo de redes de caminos que contaban con un sistema oficial de mensajería.

*Formó un ejército permanente al que adscribió un pequeño cuerpo de marina, y creó la Guardia Pretoriana junto a cuerpos policiales de seguridad, no solo para mantener el orden sino también para sofocar los incendios en Roma.

*Es de destacar que gran parte de la ciudad fue reconstruida bajo el gobierno de Octavio.

*Octavio Augusto promocionó las artes y la cultura. Destacó como mecenas de grandes obras de la arquitectura y la literatura, y es considerado uno de los mayores impulsores de la cultura clásica.

*A modo de legado, sus nombres «César» y «Augusto» fueron adoptados por todos los emperadores que le sucedieron, y el mes de Sextilis sería renombrado «Agosto» en su honor.

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Nota: las imágenes de este escrito incluida la portada pertenecen a la web: bing.com/images/create/

4 Comentarios
  • Federico
    Posted at 15:53h, 20 mayo Responder

    La frase está en consonancia con el canon de belleza clásico que se observa en las pinturas y esculturas. Saludos

  • Nuria de Espinosa
    Posted at 01:06h, 15 mayo Responder

    La belleza es una necesidad, no un adorno….
    Discrepo con él porque no creo que la belleza sea una necesidad. La belleza nos permite percibir momentos de epifanía, tanto en las personas como en las cosas, pero para mí la salud si es necesaria y vital.
    Estupendo post.
    Un abrazo

    • marcosplanet
      Posted at 08:56h, 15 mayo Responder

      Augusto se refiere, como intento explicar en mi post, a que la belleza llena nuestro espíritu de sensaciones que contribuyen a nuestro bien y que se manifiesta en nuestras relaciones con los demás, en el amor de pareja, en el arte, en el beneficio interior de contemplar el arte o la naturaleza… En fin, puede no entenderse lo de «necesidad», porque hoy en día pensamos con el chip de lo materialista y lo práctico. Augusto no se refiere a una necesidad material sino del espíritu.
      Saludos.

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