05 Ene La magia de los Reyes Magos

La magia de los Reyes Magos

¿En qué consiste la magia? En mis viajes por esos parajes y paisajes maravillosos de España he encontrado buenas ocasiones para sentirme conquistado por un sentimiento de placer que te invade los sentidos cuando contemplas lugares y compartes momentos que calificas como especiales, diferentes. Tienen en común que llenan tu mente de buenas sensaciones que alegran tu espíritu. No encuentras palabras para describirlo.

Pero hay muchas otras cosas que hacen sentir una especie de magia en tu interior. La atracción que ejerce alguien sobre ti porque habla bien o por el contenido de lo que dice, la profundidad de un pensamiento… Es algo indefinible pero sí identificable, porque es cuando tienes conciencia de que vives algo especial, que no tiene por qué ser algo extraordinario. El gesto de abrazarnos significará un convencionalismo para muchos, pero hay abrazos que no se olvidan.

No hace mucho, cuando mi madre estuvo ingresada en el hospital me vino la idea de contarle un cuento. La expresión de su cara cuando terminé no me decía mucho pues llevaba puesta una máscara de oxígeno. Sin embargo, al preguntarle si le había gustado dijo inmediatamente que sí con la cabeza. Le pregunté ¿te cuento otro? Y asintió de nuevo con fervor. Para mi, ese momento fue pura magia y nunca lo olvidaré.

Una vez, una de mis nietas me dijo: “Abuelo, ¿jugamos a lo del dragón?” Ese juego me lo acababa de inventar hacía un rato y le resultaba muy divertido. Yo hacía el papel de dragón llamando a la puerta de la cocina donde estaban sus padres y la abuela. Me anunciaba como que era alguien que llevaba un regalo para ella y nada más abrir cambiaba mi voz, me “convertía” en un dragón temible y mi nieta se escondía donde podía entre risas.

Ahora quiso invertir los papeles y ser ella el dragón, así que a la pregunta de mi preciosa nietecita de tres años contesté: “Claro que si”. Cuando nos encontrábamos tras la puerta cerrada de la cocina, me miró y me dijo: “Abuelo, ¿Qué hay que hacer para jugar al dragón desde aquí?”.

Ese fue un momento especial, de imborrable recuerdo, que me acompañará siempre. Como cuando otra de mis nietas, de dos años, me dice en su media lengua esas cosas tan bonitas que se les ocurren a los muy peques y que te llenan de orgullo porque son agudas e inteligentes.

La expresión de la cara de un niño cuando es feliz es algo que llena de magia tu interior. Es el brillo de sus ojos cuando escucha un cuento contado por un ser querido, es la imaginación que se desborda en su mente, como lo hizo en su día en la mente del autor, recreando paisajes de ensueño, sobrevolando bosques de hadas, respirando ese aire puro de la montaña en lugares donde brotan los manantiales.

Magia es lo que sientes al recibir el cariño de los que comparten tu vida, apreciar un sentimiento compartido en el mismo instante, darte cuenta de lo que son capaces los otros para hacerte feliz.

Recuperar a un amigo, el único que te queda, en realidad, después de mucho tiempo de no haber sabido nada de él, es algo que valoro mucho, y haberlo hecho a través de nuestro aprecio mutuo por la escritura es también mágico.

Una familia que comparte risas y desdichas y de la que puedes estar seguro de esperar siempre lo mejor es una fuente de magia, porque te llenan de paz interior, como el mismo acontecimiento de la Navidad, alrededor del cual nos movemos todos en estas fechas tratando de no sucumbir al materialismo de siempre, aunque siempre sucumbimos. Es inevitable querer sentirnos como los Reyes Magos y poder entregar una parte de nosotros en forma de regalos. Eso no es malo, refleja sentimientos de amor.

Para mi, lo realmente mágico es lo que hace una madre por ti, para protegerte, cuidarte y educarte. Magia es encontrar a un amigo de verdad, o que te sorprendan con el regalo que no se vende en ningún sitio y que es un mar de emociones, como esos detalles inesperados que vienen de quienes te ofrecen un poco de compresión y apoyo cuando lo necesitas.

Mágico es el momento de abrir la puerta de casa y recibir la visita inesperada de un hijo que viene a verte sin más, o el instante en que escuchas una canción y te emocionas junto a la familia. También es magia lo que mi esposa hace a diario cuidando de mi salud, que ahora no anda en muy buen estado. Ella es el pilar donde se apoya mi vida.

Mis hijos me regalan la magia de estar conmigo siempre que pueden, y eso es algo que no tiene precio.

Por eso creo que la magia nos rodea casi a cada momento, sin darnos cuenta muchas veces. Puede ser una simple conversación que comienza en un lugar de vacaciones donde coincides con alguien desconocido con quien, después de intercambiar impresiones durante un rato agradable, inicias una amistad duradera. El hecho de ser educado con los demás despierta el lado bueno de muchos, os invito a comprobarlo. La gente agradece ser bien tratada, por regla general.

Para mi los Reyes Magos son aquellos que muestran en cualquier momento su capacidad para hacerte feliz con las cosas en apariencia más simples, pero que tú aprecias como el tesoro más valioso del mundo.

Que los Magos de oriente u occidente te traigan aquello que más aprecies.

Feliz noche de reyes.