13 Oct La partida de ajedrez más importante del mundo. Microrrelato de los jueves
Los dos acontecimientos decisivos en la vida de Hesperio Lumetanco fueron: el juego de ajedrez que le regaló su tío Benedicto y el día en que conoció a Pirando, su profesor de ajedrez. Este era un hombre que le resultaba muy divertido la mayor parte del tiempo, pues su modo de enseñar el arte de este juego milenario pasaba por clases amenizadas con referencias graciosas a la vida de ajedrecistas famosos o con chistes sobre ajedrecistas.
Pero la estrategia del docente pasaba siempre por el momento en que, causando una sorpresa absoluta en su pupilo, le abrumaba con un movimiento táctico de la pieza más valorada por don Pirando: el caballo.
Al maestro le gustaba jugar con las piezas negras. Había algo que le seducía en extremo y era el recuerdo de un caballo negro como el azabache que habitaba en sus sueños desde niño.
El futuro profesor de ajedrecistas que llegaron a campeones del mundo soñaba que montaba sobre su caballo recorriendo una playa soleada donde las olas acariciaban las pezuñas del equino y la espuma de las olas inspiraba la inventiva del profesor.
Cada vez que esa imagen fresca poblaba su mente, Pirando perdía la concentración necesaria y acababa perdiendo sus partidas, lo que le impidió ser una figura destacada en el mundo de los escaques blancos y negros. Pero le servía, eso sí, para definir la estrategia más contundente cuando enseñaba a sus alumnos. Era como una condena que le había servido para crear genios del juego más inteligente del planeta sin que a él le hubiera servido para nada.
Para Hesperio Lumetanco, haber contado con las enseñanzas de Pirando había supuesto un avance veloz en su carrera como ajedrecista. Sin embargo, al igual que les había sucedido a otros alumnos, el magisterio de aquel profesor pirado les había reportado desazón y resentimiento en sus corazones.
Cada vez que uno de sus destacados pupilos creía estar a punto para ganar la partida en pocos movimientos, Pirando les aplastaba con una jugada sorpresa. Y no quedaba nada en ellos que les pudiera consolar.
Llegó el momento en que Hesperio Lumetanco debía medirse con el otro aspirante a campeón del mundo. Faltaban dos días para la celebración del evento. Hesperio sabía perfectamente que no podría superar a su contrincante, el más encarnizado y hábil rival, si no era borrando de sus recuerdos las ocasiones en que Pirando le había humillado con sus movimientos sorpresa.
Así que Hesperio le propuso a su maestro un último enfrentamiento sobre el tablero para desengrasar su mente y dejarla preparada para la final.
La partida se desarrollaba con igualdad de fuerzas y no permitía adivinar quién de los dos podía aventajar al otro. Como bien sabía Lumetanco, el profesor tenía por costumbre sujetar la cabeza de la figura del caballo durante unos instantes antes de llevarse dos dedos de la mano a la boca, como saboreando el movimiento que haría a continuación, el que conduciría a la victoria más humillante del maestro sobre su contrario.
Hesperio esperó a que Pirando cumpliera aquel ritual. La expresión de la cara del eterno alumno reflejaba mucha expectación. Su maestro acariciaba sus labios con los dedos, se estaba recreando. Una extraña sonrisa apareció en su boca. Un gesto de sorpresa cubrió todo su rostro. Las manos del profesor comenzaron a temblar. La garganta le ardía, le faltaba el aire. Su pulso se aceleraba por momentos. Su vida empezaba a abandonarle. El último estertor del profesor pirado le condujo a quedar postrado sobre el tablero. Un hilillo de saliva azulada partió de su boca extendiéndose sobre la mesa.
Al fin, el eterno alumno había liberado su mente de la última atadura. Un veneno muy eficaz y una ambición nunca cumplida acababan de sustraer la vida de un maestro fracasado.
Por favor deja tu comentario y haz click en el corazoncito de más abajo si te ha gustado el relato.
Esta es mi aportación al reto de los jueves, que en esta ocasión organiza Mariana Pussó en su blog.
El reto lleva por título «Piezas de ajedrez» y consiste en escribir una historia donde se nombre el juego en sí mismo o alguna de las piezas que lo componen.
Salud y suerte en la vida!
Federico Agüera Cañavate
Posted at 22:12h, 20 octubreMe gustan las historias con temática de ajedrez y la combinas con un asesino mejor. Saludos
Mercedes
Posted at 14:19h, 15 octubreEl alumno era un buen observador y aparte un psicópata. Si no hubiera chupado el caballo su profesor, se le hubiera ocurrido alguna otra cosa. Ademas, es interesante porque, desde un punto de vista criminalístico, los venenos suelen ser empleados más por mujeres que por hombres, por la propia naturaleza de la muerte así conseguida (en principio, no hay sangre, ni vísceras ni violencia física en el sentido de puñetazos, patadas, puñaladas, etc.)
Habría que ver qué tipo de veneno le ha dado porque si se encuentra que ha sido envenenado, el primer sospechoso será el alumno.
Saludos.
marcosplanet
Posted at 16:12h, 16 octubreEl veronal no deja rastro al parecer.
Muchas gracias por tu comentario y por tu tiempo, Mercedes.
Saludos.
Rosa Fernanda Sánchez
Posted at 08:23h, 15 octubreInesperado y sorprendente final!. No sé qué mas puedo añadir a todos los comentarios, solo que concuerdo con todos…Magnifico relato, Marcos. Si tuviera que darle una forma a la historia, sería …Redonda.
marcosplanet
Posted at 09:56h, 15 octubreMuchas gracias Rosita. Me alegra mucho que hayas disfrutado con esta historia. La verdad es que cuando me toca comprimir la extensión del texto por el reto de los jueves, se hace más difícil integrar todos los elementos que quieres, pero vale la pena si consigo algo positivo como es tu caso.
Un beso grande.
Celia Martín
Posted at 00:45h, 14 octubre¡Buenísimo! El hecho de que Hesperio conociera tanto el tic de su maestro como para poner en la pieza el veneno… ¡Me encanta la narración! No me esperaba el final en absoluto.
10/10:)
marcosplanet
Posted at 09:11h, 14 octubreMuchas gracias Celia! Me alegra mucho que te haya gustado y que te haya sorprendido el final.
Muchas gracias por seguir visitándome.
Un abrazo!
Marina Sánchez Jean
Posted at 21:09h, 13 octubreMagnífico relato Marcos!!! y una visión muy interesante de la siempre complicada relación maestro-alumno, con un desconcertante final jajaaa. Un abrazo
marcosplanet
Posted at 21:39h, 13 octubreMe encanta verte por aquí querida Marina. Anímate a seguir los relatos que quieras y comentar. Me ilusiona leerte.
Un abrazo!
Luis
Posted at 15:31h, 12 octubrePara mi han sido dos relatos, el del maestro y su pupilo…breve y el de tratar de ver más allá de los nombres de los personajes. No podía dejar pasar la posibilidad de que los mismos escondieran algún tipo de combinnatoria, de lógica o mensaje oculto…. pero no, en los nombres no se había vertido ponzoña alguna.
Un abrazo Marcos.
marcosplanet
Posted at 19:20h, 12 octubreMuchas gracias Luis, me hace mucha ilusión leerte por aquí. Habría sido buena idea, en efecto, introducir algún tipo de fórmula matemática en los nombres de los personajes. Quizá lo haga en una próxima entrega de esta historia, la del alumno vengador.
Un fuerte abrazo!
rodolfo
Posted at 10:44h, 12 octubreLa venganza se sirve en plato frio, la espera fue merecida y en el momento mas importante que pudiera ser. Por cierto un contrincante asi…como que no, aunque no me lleve los dedos a mis labios Un abrazo
marcosplanet
Posted at 13:36h, 12 octubreEstoy de acuerdo desde luego. Hay contrincantes que cuantos más alejados permanezcan de ti, mejor, de eso no hay duda. Y este alumno es un ejemplo de venganza y rencor, quizá justificado pero nunca hasta ese extremo.
Muchas gracias por aportar tu opinión.
Otro abrazo para ti.
Divagaciones
Posted at 01:13h, 12 octubreWoww!….Tu relato genera infinitas reflexiones desde el inicio…empezando por el valor agregado que le aportas con esos nombre tan poco comunes y por el texto que presenta un trasfondo marcado por la ambición y traición, caracteristicas muy usadas por las obras de Shakespeare y en especial comparada con Macbeth y los peligros que depara la ambición…como en el caso de Hesperio Lumetanco, con su ambicioso deseo de ser ganador y la causa de la muerte de Pirando… en ambos casos, los dos son personajes defectuosos que dentro de tu narrativa conduces inevitablemente a un declive, al presentar a un profesor con el poder de humillar a sus alumnos y que termina siendo derribado (mas no derrotado) en su última partida….Gracias por dejar este relato de ajedrez que muestra hasta donde, es capaz de llegar el ser humano con su deseo de ganar,,,besoss
marcosplanet
Posted at 19:18h, 12 octubreMuchas gracias por tan completo análisis. Me alegra mucho que te haya gustado y espero seguir leyendo tus opiniones en otros relatos publicados en el blog.
Un fuerte abrazo Mirella.
Maria
Posted at 17:55h, 11 octubreParece que Hesperio tuvo dos acontecimientos decisivos en su vida, cuando su tío le regaló el ajedrez y cuando conoció al profesor de ajedrez. Por cierto, cuando he leído que le gustaba al profesor jugar con las piezas negras me he acordado cuando yo jugaba al ajedrez que siempre elegía las blancas jajaja. No me gustaban nada las negras, pero desde el aspecto que describes sobre el caballo negro azabache me ha parecido fascinante ese caballo color negro recorriendo la playa soleada, qué gozada soñar de esa manera, no me extraña que perdiera la concentración si se perdía su mente en sueños.
Me ha gustado ese final tan original, que le has dado al relato, Marcos. Con la ambición del alumno acabando con la vida del profesor. No me lo esperaba, la verdad. Un final sorpresivo. Lo que puede llegar a hacer una persona tan ambiciosa y maquiavélica.
Muy buen relato, Marcos, siempre me logras enganchar con tus textos, te felicito. Un placer leerte.
Un abrazo.
marcosplanet
Posted at 21:54h, 11 octubreMuchísimas gracias por tu amabilidad María. Me animas mucho con comentarios como este, tan llenos de palabras sinceras.
Por cierto, a mi tampoco me gustaban nada las negras, me daban cierto repelús.
Un fuerte abrazo 🤗
El Demiurgo de Hurlingham
Posted at 17:10h, 11 octubreComo han comentado, me gustan los nombres de los personajes.
Que paradoja la de Pirando, el profesor de ajedrez. La misma estrategia que le hacía perder, lo hacía invencible frente a sus alumnos. Que a su vez, eran quienes se destacaban en sus campeonatos.
Qué peligrosa puede ser la obsesión.
Hesperio no valoró lo suficiente las posibilidades del campeonato.
Y tal vez no tuvo en cuenta, que al asesinar a quien lo vencía siempre, terminó con toda posibilidad de revancha. Pirando quedó como el vencedor de Hesperio.
Saludos.
marcosplanet
Posted at 21:58h, 11 octubreHasta en la tumba, Pirando seguiría mofándose de Hesperio. Como bien apuntas, el maestro sigue siendo el vencedor. La obsesión del alumno que le llevó a deshacerse de él solo podía conducirle a alcanzar una perfecta concentración para derrotar a su oponente en el campeonato mundial.
Muchas gracias por comentar.
Saludos.
Ángel Moya López
Posted at 16:16h, 11 octubreMenudo alumno aventajado, no en las buenas artes, madre mía, en las fúnebres y maquiavélicas artes.
Este no conoce ese dicho que dice:
Si no puedes con tu enemigo, hazte amigo de él
Pues no, me lo cargo 😂😂
Me encanta Marcos, la historia, la narración que como siempre nos hace volar 👏🏻👏🏻
marcosplanet
Posted at 16:37h, 11 octubreGracias Ángel por pasarte y comentar.
Un fuerte abrazo amigo mío!
Gustab
Posted at 04:26h, 11 octubreUUUUUF que nombres has elegido, pero entre todo el trabalenguas que creaste en mi cabeza lo encontré notable… sabías que tocaba el caballo cuando pensaba cual sería su próxima jugada, y pusiste el veneno entre las crines…
marcosplanet
Posted at 14:04h, 21 octubreSi, los nombres son algo a lo que dedico especial atención últimamente, Gustab. Me gusta darles otro corte o estilo lingüístico. Y eso me divierte y creo que también enriquece la lectura. ¿Qué opinas?
Neogeminis
Posted at 22:24h, 10 octubreVaya con el alumno envenenador! Comenzando con los nombrecitos con los que has bautizado a tus protagonistas,, has sorprendido con el final trágico que no esperaba. Muy buen aporte para este reto ajedrecistico, Marcos. Un abrazo
marcosplanet
Posted at 08:49h, 11 octubreMuchas gracias Neo. Si, suelo inventarme nombres diferentes a lo habitual, para huir de lo convencional y facilitar (aunque parezca lo contrario) su recuerdo al lector. ¿Qué te parece a ti?
Un abrazo.
Marifelita
Posted at 17:43h, 10 octubreEse aprendiz acabó siendo un estratega muy eficaz, aunque algo peligroso! Llevó el juego y la batalla hasta las últimas consecuencias! Un abrazote Marcos!
marcosplanet
Posted at 08:50h, 11 octubreUn aprendiz peligroso y vengativo ante todo. Quizá añada algún episodio más a la historia del alumno vengador ¿Qué te parecería?
Otro abrazo para ti, Marifelita!
Casagrande
Posted at 16:15h, 10 octubreLos jugadores de ajedrez pueden ser peligrosos, usan estratagemas para ganar a toda costa. Es por eso que es preferible los juegos «en linea», asi uno no se ve con el rival.
marcosplanet
Posted at 08:52h, 11 octubrePues si, aunque en los juegos en línea te pueden hackear el ordenador…
Sckyw
Posted at 14:52h, 10 octubreUn relato muy bien desarrollado, Marcos. Me ha gustado mucho. Y ese desenlace, es de telenovela totalmente! Esa relación entre Maestro y alumno, marcada por la rivalidad, es muy realista… Aquí pones en práctica, muy drásticamente, eso de que el alumno supera al maestro.
Muy bueno, te felicito!
Un abrazo!
marcosplanet
Posted at 14:11h, 21 octubreMuchas gracias por tu opinión. La rivalidad entre ellos condujo al triste final del profesor, aunque en la mente del alumno-asesino fue el resultado d ela venganza que estaba fraguándose. Quizá añada una segunda parte a esta historia del alumno vengador y aspirante a campeón del mundo de ajedrez ¿Qué te parecería?
Otro abrazo para ti.
Martita
Posted at 10:46h, 10 octubre¡¡¡Olé, tu!!!
Lo que mas me gusta del relato son los nombres de sus protagonistas.
Hesperio Lumetanco: paciente y decidido.
Pirando: orate y confiado.
No es para menos que con semejantes nombres el cuento acabe de tal guisa.
¡Brillante final! parece el sueño de cualquier aspirante a gobernante para con sus confiados seguidores que más pronto que tarde envenena sus confusas conciencias y acaba dando muerte a las esperanzas de estos, una vez conseguido el tan ansiado poder de gobernar….
¡Te quiero!
marcosplanet
Posted at 10:57h, 10 octubreMuchas gracias Marti! Me encantan tus palabras, con las que haces una interpretación muy aplicable a aquello del poder establecido.
Muchos besos!
Campirela_
Posted at 10:38h, 10 octubreMuy buenos días, Marcos.
Nos dejas un texto muy bien construido y desde luego el alumno aprendió y bien, aun asi esa última jugado fue un poco exagerada por vencer al contrincante. Ese veneno en la cabeza del caballo fue todo un acierto, aunque malvada la acción. Un abrazo, muy feliz resto de semana.
marcosplanet
Posted at 10:57h, 10 octubreEl alumno vengativo consiguió su propósito tras tantos años de acumular el odio que le impulsó a hacerlo. Quizá le dé continuación a la historias ¿tú que opinas?
Gracias por pasarte y comentar. Feliz semana!
Anónimo
Posted at 01:34h, 10 octubreHola Marcos, es un relato muy interesante, sorpresivo final.
La relación maestro-alumno, muchas veces conflictiva, en este caso con un desenlace fatal, me gustó mucho tu historia.
Saludos.
PATRICIA F.
marcosplanet
Posted at 11:02h, 10 octubreMuchas gracias por tu comentario, Patricia. Me alegra que haya sido de tu agrado. Ese alumno malvado puede dar mucho de sí. He pensado en continuar la historia ¿A tí que te parecería?
Saludos.
Mari
Posted at 00:53h, 10 octubrePor cierto me falto decir que el veneno en el caballo ha estado de película… Ingenioso y estratégico como el ajedrez sin dudas, te has lucido… Besos!
marcosplanet
Posted at 11:06h, 10 octubreSiii, ja,ja, es típico del cine.
Un abrazo!
Mari
Posted at 00:49h, 10 octubreHola Marcos, muy bueno tu relato, me encantó! Siempre me ha intrigado y gustado el jugo del ajedrez, y siento que sus piezas encierran cierta magia y misterio, ideal para la escena de un crimen como en mi relato o el tuyo con ese final que te deja helado literal jaja Veneno hemos usado ambos en este jueves de ajedrez…Besos por ahí!
marcosplanet
Posted at 11:07h, 10 octubreAsí es, un recurso muy adecuado para cerrar una historia con un final drástico. He pensado en dar continuidad a la historia ¿Qué te parecería?
Un fuerte abrazo, Mari.
Nuria de Espinosa
Posted at 16:42h, 09 octubreHola Marcos, Un relato que ofrece una reflexión intrigante sobre la relación maestro-alumno en el ajedrez, impregnada de tensión psicológica y una narrativa oscura. Pirando, el profesor, es un personaje complejo, cuyo fracaso personal como jugador de ajedrez contrasta con su éxito como formador de campeones. Sin embargo, su método, basado en la humillación y la sorpresa, deja una huella de resentimiento en sus pupilos, en especial en Hesperio. La trama culmina en una resolución dramática donde Hesperio, harto de la manipulación de su maestro, toma control de su destino mediante un acto extremo. El texto explora la ambición, la frustración y los límites éticos en la enseñanza. Excelente. Un abrazo
marcosplanet
Posted at 21:05h, 09 octubreAgradezco tu comentario, Nuria, por la buena descripción que haces del contenido del relato. Siempre encuentro apoyo en tus opiniones y eso me sirve de gran ayuda.
Un abrazo.
Io
Posted at 13:49h, 09 octubreQuerido Marcos
Me he quedado totalmente desconcertada y ojiplática con el final….tras unos minutos de perplejidad intentando asimilar lo leído, me surge una duda….el alumno ha puesto veneno en la figura del caballo negro, ya que sabía el ritual de maestro, de tocar el caballo en su fugada maestra y pasarse los dedos por los labios?????
Cada vez te superas más Marcos! Es brillante esa imaginación tuya, no me extraña que escribas noche y día jajajajaja
Como decía aquél, resumo con 2 palabras lo que me ha parecidotu relato… Im presionante jajajajaja
Enhorabuena!
Un fuerte abrazo
marcosplanet
Posted at 21:08h, 09 octubreTu duda la has contestado tu misma, ja,ja,ja! Ese es el mensaje que quería transmitir con esta historia. me encanta que te haya gustado, Rocío. Muchas gracias por tu atento seguimiento de mis relatos.
Otro abrazo fuerte para ti.
Arenas
Posted at 13:30h, 09 octubreJajajaja, buenísimo. Estoy de acuerdo con Hesperio. Los maestros están solamente para enseñar a sus alumnos, no para humillarlos con su sapiencia .Una vez que se ponen cansinos y recalcitrantes, lo mejor es ventilárselos de un plumazo.
marcosplanet
Posted at 21:09h, 09 octubreSii, ja,ja,ja… bueno no es más que una ficción.
Un fuerte abrazo, gran amigo.