01 Feb LAS RUTAS DEL ESPÍRITU. PUERTOS DE ÁLIVA (Cantabria).
Comenzamos narrando esta experiencia épica que pasa por las benditas tierras del Macizo Central de los Picos de Europa. Nunca conocerás la verdadera esencia de estos paisajes escondidos si no los visitas. Son lugares al alcance de todos, que ofrecen a quien quiera descubrirlos todas sus maravillas.
Es un reto, sí. Pero no se trata de escalar la cumbre del K2 o cualquier otro pico del Himalaya. Lo único que has de hacer es dirigir tus pasos por estas sendas que son una evocación del habitat que hace milenios conocieron nuestros ancestros. Tanto en la cordillera cántabra como en la Astur-Leonesa, los Picos de Europa son y serán siempre un enclave ideal para elevar el espíritu. Agradecemos a la “mater naturae” haber puesto a nuestra disposición sus bienes más preciados.
Me refiero a la sin par belleza que los Picos de Europa, el llamado “Monte Vindio” de los celtas, nos han otorgado con el paso de los siglos. Y es que el instinto de supervivencia del ser humano le ha llevado a habitar laderas, prados y collados allá donde la riqueza natural del terreno le ofrecía más garantías.
Los Picos de Europa y el espíritu aventurero
La mayoría de las cimas de los Picos de Europa superan los 1500 metros. Esto resultaría incompatible con una vida normal para los habitantes de un entorno más benévolo. Pastores, agricultores de alta montaña y elaboradores de forja, queso y otras manufacturas, han tenido que superar el reto.
Recorrido por el PR 24 que discurre a orillas del río Nevandi.
En el anterior artículo llegábamos a Sotres partiendo de Poncebos, en la frontera exacta entre Asturias y Cantabria. Grandes experiencias nos esperaban a continuación de Sotres. Y las contamos ahora.
En este descubrimiento mágico avanzamos por el macizo de los Picos de Europa entre las cimas llamadas “Urrieles” y la zona cántabra abierta entre el Pico Valdecoro y Espinama. Espinama es un “Lar” del municipio de Camaleño enclavado a los pies de los Picos de Europa y que pertenece a la Comarca de Liébana, CANTABRIA.
Nos encontramos entre dos provincias mágicas de la geografía nacional, Cantabria por un lado y Asturias es la otra parte, ambas bendecidas por la naturaleza, madre y protectora de sus habitantes desde hace eones.
Nada más salir de Sotres, tras el conocido “Curvón”, encaminamos nuestros pasos hacia Espinama. Al poco nos encontramos con un pastor de los que ya casi no quedan, quien amablemente nos indicó que “barruntaba tormenta ya para la tarde”. Iba acompañado de un mastín gigantesco de pelaje blanco marfil. El pastor nos deseó suerte en la andadura, recomendándonos no detenernos mucho rato en el camino por si nos sorprendía la lluvia anunciada.
Descubrimientos de un espíritu emprendedor
Hemos encontrado los invernales del Texu. Hacia la derecha hay un sendero que sube hacia Collado de Pandebano, pero lo ignoramos. A continuación encontramos una linda fuente de aguas prístinas justo al inicio de Las Vegas del Toro (1.067 m) y llegamos a un cruce, por la derecha (La lomba del Toro) que conduce al refugio de Áliva. Nosotros seguiremos todo recto hacia Espinama.
Seguidamente, aclaramos que los Picos de Europa se dividen en tres macizos: el Occidental o del Cornión, el oriental o de Ándara y el macizo Central o de los Urrieles. El Cornión es llamado así por la forma de cuerno recortada en su silueta al ser visto desde el oeste. En él destaca la Peña Santa, con sus 2596 m de altitud, junto a la Torre de Santa María o Torre Santa de Enol. Por lo tanto, este macizo también se conoce como el de las Peñas Santas.
Pues bien, estamos en el paraje y Valle de Las Moñetas, a los pies de la Sierra Juan de la Cuadra. Al este vemos las estribaciones del macizo de Ándara y, al oeste los declives orientales de los Urrieles, dibujándose las sugerentes siluetas de Pica de Balbín, Cuchella de Fresnidiello y Peña de Fresnidiello.
Invernales, la gran obra de refugio y recogimiento
Los Invernales del Texu están formados por un abigarrado conjunto de casitas de tejas rojas como el carmín, edificadas a los pies de los Picos de Europa. Aún nos hallamos en el Principado de Asturias, concejo de Cabrales. Vamos describiendo la llamada “Ruta de la Reconquista”. Los invernales dan cobijo a los pastores y sus rebaños en el duro invierno. Imaginamos las condiciones que a todos ellos les toca vivir.
Nuestros pasos nos llevan hacia los puertos de Áliva. Es una región de pastos comunales de alta montaña, donde también existieron explotaciones mineras.
La zona está rodeada de magníficos pastos de alta montaña propiedad de los pueblos del municipio de Camaleño, colindantes con el asturiano concejo de Cabrales.
Leyendas de pasión para alimentar el espíritu
Cuenta la leyenda que, cuando decidieron los habitantes de Sotres y sus vecinos de Espinama establecer los límites entre ambos pueblos, por pertenecer a provincias diferentes (Asturias y Cantabria) cada pueblo envió emisarios al otro para llevarlo a cabo.
El acuerdo consistió en salir de cada pueblo cuando cantara el gallo. El punto donde se encontrasen quedaría fijado como límite de las praderías pertenecientes a ambas comunidades. Sin embargo, los oriundos de Espinama decidieron emborrachar al gallo, y consiguieron que cantase antes de tiempo, con lo que fue posible que los de Espinama salieran antes que los de Sotres. De este modo Espinama pudo acceder a la mejor y más extensa parte de terreno. Aquello se tradujo en la posesión de prácticamente todas las praderías de Áliva.
Aún nos hallamos en el Principado de Asturias, concejo de Cabrales en nuestro camino hacia la llamada “Ruta de la Reconquista”.
Leyendas de pasión para alimentar el espíritu
Un descubrimiento sagrado
Caminamos entre los macizos Central o de los Urrieles y el Oriental o de Andara. Al cabo de un kilómetro y medio más o menos comenzamos a atisbar algo insospechado. Se trata del perfil de una cruz cristiana. Es el inicio de una loma que va anunciando a cada paso que damos el perfil de una edificación más que singular. Es la Ermita de la Virgen de la Salud, aunque algunos no sé por qué la llaman Ermita de la Virgen de las Nieves.
La festividad de la virgen de la Salud se celebra el día dos de julio. La actual ermita data de 1945 y sustituyó a las que, durante siglos, habían sido construidas dedicadas a San Pedro Advíncula. Desde 1851 se ha venido realizando una conservación periódica del edificio.
Ya en el siglo XX y con la nueva advocación dedicada a la Virgen de la Salud, se lleva a cabo un cambio de su ubicación en el Puerto. La Asociación “El Culiembru” indica que, “como la antigua ermita era muy pobre, en todo el valle de Valdebaró se extendió la idea de la construcción de una nueva ermita. El vecino de Camaleño, D. Emiliano Celis fue el impulsor: hizo que los sueños se hicieran realidad (…).
Entre todos los pueblos de los alrededores echaron una mano para levantar la nueva ermita. Cada cual se comprometió a un trabajo específico, como abrir cimientos, aportar piedras, madera, cemento, agua…
Unas gotas de historia
En el año de 1945 comenzaron las obras y en 1946, el día dos de Julio, fiesta de la Salud, se inauguró la preciosa ermita que hoy luce en el centro del Puerto de Áliva».
Don Enrique de Posada, natural de Pembes y residente en Sevilla, dispuso que:
«A sus expensas se edificara en dicho sitio una ermita, y accediendo a la solicitud de algunos devotos, les mandó una imagen de Nuestra Señora con el título de la Virgen de la Salud. Realizado en madera de cedro, con su niño en los brazos, cuenta además con todos los ornamentos sagrados correspondientes al culto divino, con el doble fin de que los pastores, que son muchos durante el verano en esta región, y otras personas de noble espíritu que se hallaren en el puerto pudieran cumplir con sus deberes religiosos, oyendo misa en los días festivos, al mismo tiempo que sirviera de asilo o refugio a los transeúntes en los días aciagos y borrascosos, siendo no pocas las personas que deben su vida a esta solitaria ermita».
La entrega del espíritu en honor a la Virgen de la Salud
A las celebraciones en honor de la Virgen de la Salud de principios del siglo XX acudía gente de muy variados sitios de Liébana y zonas aledañas. Se cita expresamente, aparte de la asistencia de casi todo el pueblo de Espinama, la de gentes de Pembes, Mogrovejo, Cosgaya, Turieno, Argüébanes, Potes, Toranzo, Armaño, Piedras Luengas, etc. A ellos se añadían los de los vecinos pueblos de Asturias.
En lo que se refiere a la fiesta en sí, el día dos de julio sobre las siete de la mañana ya estaban instalados junto a la ermita vendedores de dulces y refrescos. Se desplazaban a la ermita a pie o a caballo, asistiendo a la Santa Misa. Algunos de ellos lucían trajes muy vistosos.
Hay un desvío que sale a la derecha subiendo al hotel/refugio de Áliva y hacia el teleférico. Nosotros avanzamos por el sendero que alcanza el bosque de hayas hasta Espinama donde finalizará tras recorrer esta preciosa ruta de 15 Km.
Un hallazgo magnífico que engrandece el espíritu
Han transcurrido 3:30 horas desde que salimos de Sotres y llegamos a la ermita de nuestra señora de la Salud. Es una grata experiencia atisbar en la lejanía el perfil de la cruz culminando la ermita.
Nos detuvimos aquí para rendir homenaje a aquellos que dedicaron su esfuerzo a construir y sobre todo mantener este lugar de culto a lo largo de más de cien años.
A continuación os contamos una historia acerca de los orígenes del culto a la Virgen de la salud.
¿Cuándo nació la ermita?
La actual ermita data de 1945 y sustituyó a las que, durante siglos, se habían sucedido dedicadas a San Pedro Advíncula. La última fechada en 1851.
La fiesta en honor de la Virgen de la Salud es singular pues se celebra a 1600 metros de altura, en pleno corazón del macizo central de los Picos de Europa.
El espíritu histórico ¿Quiénes eran los jándalos?
Eran jóvenes que emigraban temporalmente en otoño y regresaban periódicamente a La Montaña natal cuando se les acababa el dinero ahorrado. En casos excepcionales conseguían adquirir vivienda propia y dar fe de su tierra en la región andaluza.
A finales del s. XIX, de entre los muchos jándalos que partieron de la cordillera de los Picos de Europa, hubo un joven natural de Pembes, de apellido Posada, que quiso probar fortuna en Sevilla; como allí rendían culto a la Virgen bajo la advocación de Nuestra Señora de la Salud, el ilustre joven originario del valle de Liébana quiso demostrar algo. Y ese algo era que él también le profesaba una profunda devoción. En consecuencia adquirió una bella imagen de la Virgen de la Salud, la envió a Pembes y fue transportada por los vecinos del pueblo a la Ermita de Áliva.
Desde entonces se celebra una fiesta de gran tradición en todo el Valle de Camaleño, que llega a lo más hondo de tu espíritu. Aunque los pueblos de Espinama, Pido, Las Ilces y Pembes son los que más disfrutan el memorial. Esto es debido a su proximidad a la ermita, todo un icono de los puertos de Áliva.
Y bien, nos despedimos de momento hasta nueva orden. Desearíamos que disfrutarais como nosotros mismos de tanta belleza. Para ello os emplazamos a seguir las que hemos llamado «Rutas del Espíritu» ¡No os las perdáis!
Muchas gracias.
Teléfonos de interés:
Estación de autobuses de Santander: 942.21.19.95
Teleférico de Fuente Dé: 942.73.09.67
Refugio de Aliva: 942.73.09.99
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