28 Ago Noche toledana
Una pantalla de plasma gigantesca anunciaba a los dos mil asistentes a aquel evento lo que todos conocían perfectamente. Habían acudido a aquella convocatoria ante el creciente interés de la población en encontrar soluciones que recondujeran sus vidas hacia un horizonte esperanzador, donde tuviera cabida una existencia más feliz y cercana a la que habían conocido décadas antes.
La multitud se hallaba congregada junto a una cadena montañosa que en esa noche especialmente oscura resultaba sobrecogedora. Los cientos de vehículos con los que los convocados habían logrado llegar hasta aquel lugar recóndito, cubrían una buena parte de la explanada sobre la que “El Dómine” y sus colaboradores habían instalado la descomunal pantalla. Una plataforma elevada veinte metros sobre el suelo servía de refugio al orador, que había aparcado allí su deslizador flotante.
La voz potente de El Dómine, bien timbrada pero de tono contundente, explicaba a los presentes un resumen de la situación.
“<< Vivimos apresurados y con miedo, la inquietud sea del tipo que sea domina la existencia de los humanos.
De nada han servido las señales de alerta que continuamente recibimos a través de noticias y más noticias oprimiendo a un mundo enfrentado consigo mismo desde el amanecer hasta el ocaso. Las agencias informativas manejan los mismos titulares, la misma secuencia de sucesos, no admiten variantes sobre lo oficialmente establecido.
Los gobiernos más influyentes siguen en su línea de mando y poder, recibiendo beneficios de todo tipo por permitir que los países con población pobre saquen brillo a sus recursos naturales, ya se trate de metales preciosos, crudos preciosos o paraísos fiscales donde esconder lo mal ganado.
Movimientos migratorios a nivel internacional están desestabilizando el mundo occidental tal y como lo conocíamos. Es la nueva herramienta de los poderosos del hemisferio sur para hacerse notar sobre los mandamases del hemisferio norte, esos a quienes la buena vida está obligando a agachar la cabeza ante exigencias cada vez más delirantes de los gobernantes menos ricos con exceso de población o no.
Las vitoreadas democracias parlamentarias hacen gala de un cinismo ciego a cualquier solución que conduzca al bien común. Intereses personales, egos descomunales y el afán de poder han desvirtuado la conducta del ser humano de modo que ya solo piensa en perjudicar a quien le estorba e ignorar a quien tiene al lado.
Ha crecido tanto el culto a la tecnología que vende, que la otra tecnología no le importa a nadie. Todo lo que no sea hablar del progreso de la Inteligencia Artificial no es noticiable.
En la tele no hablan de avances tecnológicos en construcción de puentes o carreteras o en la ingeniería industrial o electrónica que permite fabricar todos los medios de los que dispone el ser humano para mantener su estatus y calidad de vida.
Parece que las ciencias puras no reciben atención jamás. Hay un progreso claro en la ciencia química, en física de partículas, en aparatos de electromedicina, en medidores de vibración sensibles a los terremotos, en la aviación comercial, en la electrónica aplicada a la biología y geología o en farmacología aplicada a la medicina y no al dopaje del ser humano para hacerlo sucumbir ante las drogas >>”.
Una oleada ensordecedora de vítores planeó durante minutos sobre aquel solar cubierto de sombras.
–¡Esos son los avances que la humanidad necesita! –remarcó enfáticamente el propietario de aquella voz cuya vehemencia calaba en las mentes de los asistentes al evento–. Los aquí presentes lleváis muchos años preguntándoos quién andará detrás de todo este teatro, quién maneja los hilos. Yo tan solo apunto a que siempre ganan los que poseen información privilegiada antes que cualquier otro. Son aquellos que se adelantan a los acontecimientos porque ellos son quienes los provocan.
“<<La desinformación es tan importante o más que la información de origen, pero ahí estarán ellos para tergiversar y moldear la realidad en pos de sus intereses. ¿Quién sabe hoy en día distinguir entre bulos y verdades? Lo cierto es que la verdad parece no interesar a nadie.
La guerra ha extendido su sombra letal por todo el planeta despreciando la convivencia en paz, haciendo sonar las trompetas del caos por todas partes. Cualquier día llegará su abrazo mortal a vuestras propias casas>>”.
Un murmullo de estupor general se dejó oír y su reverberación recorrió la ladera de la montaña oscura. La masa reaccionaba fielmente a las acometidas psicológicas de El Dómine.
–¿Queréis vivir en un mundo sin tapujos donde el orden impere frente a la desestabilización y la injusticia? –inquirió el portavoz del gran mensaje de concordia. Su voz resonaba poderosamente a través de los altavoces de alta potencia dispuestos en lugares estratégicos.
Esta vez no hubo un murmullo sino una oleada de exclamaciones altisonantes de aceptación general a las palabras de El Dómine.
La gente coreaba a su líder como un solo ser.
–¡Dómine! ¡Dilectus! ¡Dóminum!
Un éxtasis generalizado campaba en el erial donde esas dos mil almas habían encontrado su válvula de escape a las crueldades de este mundo.
–¿Deseáis con todas vuestras fuerzas que sean estables vuestro trabajo y el de vuestros hijos?
–¡¡Siiii!!
–¿Que la paz bendiga todos los rincones del planeta?
––¡¡Siiii!!
–¿Qué podáis ser dueños de vuestra voluntad, sin imposiciones?
–¡¡Siiii!!
En aquel instante, un rayo fulgurante iluminó toda la superficie donde aquellas dos mil almas clamaban por derechos indiscutibles, afanadas en un proyecto común de bonanza y entendimiento.
El haz luminoso barrió de golpe a toda la masa poblacional allí presente haciéndolos desaparecer. La fuente de aquella luz hizo acto de presencia en forma de una inmensa nave de otro mundo que se mantuvo estática sobre la plataforma ocupada por el convocante de la reunión nocturna.
Con una traducción perfecta de los vocablos ininteligibles procedentes de un punto de la nave, el comunicador incrustado en el lóbulo frontal del cerebro de El Dómine trasladó a este el siguiente mensaje.
<<” La próxima vez necesitaremos cinco mil, no lo olvides>>”.
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Javier
Posted at 09:21h, 21 octubreMe ha encantado!!! La vida misma en todo su esplendor…..jijijijij
Simples cobayas nos estamos convirtiendo!!!
marcosplanet
Posted at 13:36h, 21 octubreMuchas gracias Javito. Eso es. Nos controlan hasta la saciedad y hay mucho de ingeniería social en ello.
Un abrazo.
Antonio
Posted at 10:49h, 01 septiembreYo creo que El Dómine a estas alturas ha celebrado ya algunos miles de reuniones como la que relatas, porque me da a mí que cada vez van quedando menos en el mundo de esos a los que pretenden barrer los de la nave con su haz luminoso.
Estupendo, como siempre.
Rosa Fernanda
Posted at 17:36h, 29 agostoMagnífico, como siempre, y con sorprendente final.
marcosplanet
Posted at 12:50h, 31 agostoMuchas gracias por tu opinión, siempre tan positiva.