09 Mar Ondas del Páramo. Un viaje a los confines de la mente
–“Aquí Radio KWG emitiendo desde El Páramo, un programa de Frecuencia Sur para espíritus inquietos. Si te encuentras en alguna carretera de la tela de araña ¡ajá! has dado con el mejor compañero de viaje ¡Sintoniza estas ondas! Créeme, escucharnos es como el bálsamo de Fierabrás, que transformará tus doloridos huesos en un nirvana liberador del alma. Oh, sí, preparaos para recibir una buena dosis de música celestial…”
–Esto de ir sólo durante casi mil kilómetros acaba con cualquiera; prefiero aguantar a media docena de clientes pelmazos. Y eso que el fulano que me toca ver ahora me lo pondrá difícil, muy difícil. ¿Cómo hay que meterle en la cabeza que no puedo bajarle el precio? Claro que, si se empeña, le encajaré ese género barato y a correr. No voy a perder el tiempo.
Este llano inmenso, cuajado de retama, esparto… puedo oler el tomillo; vegetación esteparia, no hay más. Encinas, algunos cipreses y sacas de pinos. No creo que pueda aguantar mucho más este calor. Pararé en la primera gasolinera.
–“Y esta ha sido una genial exhibición de la reina de la copla, una mínima muestra de lo que vais a encontrar en su nuevo compacto ‘Por mi sangre’, ya a la venta en tu tienda favorita”.
–Lo que daría por estar junto a Irene en el Balneario. Bueno, la última vez casi nos echan; total, porque nos dio por reír a pleno pulmón mientras la gente dormía. En fin, “gracias” a ella estoy metido en este viaje, que parece no tener fin. Pero ahora no debo apresurarme. Sé que no serviría de nada acelerar porque el camino es demasiado largo. Estepas, matorral, retama negra. Hay arbustos quemados, los huelo desde aquí. No percibía ese aroma desde hacía tiempo, recluido como he estado en el taller. Trabajar sobre diamantes en bruto te acaba embotando…
–“No teman, los de Frecuencia Sur estamos aquí para quedarnos, sí señor. Seremos esa sombra que necesitas para refugiarte de este sol de justicia; un fresco palmeral que te abrigará con una ola de olor a menta y canela. Para vosotros, chicas y chicos, niños y niñas, os traigo de la mano a este estudio a una niña que canta por bulerías; seguro que adivináis su nombre antes de que se ponga el sol. Es nuestro acertijo mañanero, el concurso que traemos a Radio KWG”.
–Sudo como un queso a medio curar puesto al sol. Pronto me quedaré sin las malditas toallitas higiénicas.
No aguantaré mucho, no. Me está poniendo tenso esta espera ¿Cuánto queda? ¿Cien kilómetros? Si por lo menos hubiese una casa de labor…, pero no veo nada más que erial y retama. Y una carretera que parece acabar en el otro hemisferio del planeta.
No puedo olvidar esas caras patibularias, se acercaban a mí en el sueño y me… me hacían preguntas sobre las piedras, las piedrecitas brillantes como las llama Irene. “Tienes que convencer a Gordo para que siga comprando” –me insistía–. “No tengas en cuenta su mal carácter, no es nada personal”.
– ¡Ale hop! Estimados radioyentes, espero que hayáis alcanzado el éxtasis o el nirvana, es hora ya de estar flotando por encima del páramo y que los que circuláis por la tela de araña de esos caminos agucéis el oído…
–Esas caras que aparecen en mis sueños me están pidiendo algo, no hacen más que preguntas, y yo contesto pero no oigo mis respuestas.
–“Es momento del segundo concurso, oyentes del páramo. Ahora damos un giro total. Ponemos rumbo a tierras de Norteamérica camino de Louisiana. Algunos lo llamaban el rey del Swing, otros dicen que el título ha correspondido siempre a Benny Goodman, pero lo cierto es que lo que obtenía del clarinete era auténtica magia vibrante, si señor”.
–Irene insiste en que sea paciente con Gordo, que no es tan fiero como lo pintan.
“Sólo unas piedrecitas más y no volverás a verle” –decía con sonrisa inocente–. Pero algo no va bien, lo presiento. Este calor no me deja respirar. Y el paisaje no ayuda, ni una sombra donde refugiarse. Unos tragos de agua fresca, por favor ¿Es que no vive nadie en este páramo?
–“Su éxito más sonado alcanzó el número uno en ventas y se mantuvo allí casi once meses. El que vais a escuchar ahora llegó al número doce, pero, creedme, para mí es de lo mejor que se puede poner en las pistas de baile. Veréis como se os van los pies…”.
–Cuando esté ante él le soltaré las piedras y cogeré lo que es mío. No dejaré que ese seboso me eche uno de sus sermones.
Imagen: Armando Savoia
–“¡Yahoo! Esto sí que es swing del bueno”.
–Matorrales sin vida, retama y más retama, qué desolación. Ni una gasolinera. Llevo más de trescientos kilómetros sin repostar ¿Dónde está la gente?
–“Ritmo, ritmo, ritmo… Esto es lo mejor que podía pasarte hoy. Se respira en las ondas, si señor. Sintonizar Radio KWG te permitirá evadirte de lo terrenal y visitar los paraísos de tu mente ¿Quién no ha pensado en las Seychelles? ¿Sabíais que son ciento quince islas? Un jardín flotante en medio del océano Índico”.
–Me parece estar en medio de un sueño en el que me traslado por una carretera sin fin con dirección a ninguna parte. Estoy harto, voy a parar aquí.
–“Bueno ¿qué? ¿Lo sabéis ya? ¿Queréis ser uno de los tres ganadores de un viaje a las Seychelles? Pues adelante con la primera llamada…”.
–Aquí en el arcén, sí, pararé de una vez ¡Vaya pesado el de la radio!
–“No es correcto, lo siento, pasamos a otro concursante…”.
–Los vuelvo a ver, esos rostros ¿Qué están diciéndome? Ahora recuerdo, en el sueño se presentan de parte de Gordo. Me obligan a parar el coche.
–“Ánimo chicas y chicos del páramo, este es uno de los padres del swing. Os lo pongo fácil: nació en Louisiana…”.
–Lo recuerdo, sí. Hay un coche atravesado, Esos tipos me hacen señas; que baje la ventanilla. Se acercan sonriendo. Hay una chica detrás y también sonríe ¿Irene?
–“El mejor, el mejor, sí señor ¿Lo habéis averiguado ya? Venga, una llamada más”.
–Bajo la ventanilla y me noto temblar ¿Qué pasa? ¿Quiénes sois?
–“Vaya, por qué poco. Este radioyente estuvo muy cerca de ganarse el viaje. Venga, os doy otra oportunidad”.
–El de las gafas de sol habla con voz seca, sin dejar de sonreír: “Nos manda Gordo, esto es para ti”.
–“Tampoco ha acertado, no señor. Pero si os lo he puesto bien fácil. Bueno, voy a desvelar el misterio. Este músico excepcional, el que puede extraer notas mágicas de un clarinete, ese es sin duda… ¿cómo?, ah, me indican que debo adelantar una noticia de última hora…”.
– ¿Qué ha pasado? Un fogonazo y… es como si volara ¿Qué estoy viendo? Pero si soy yo… dentro de mi coche; estoy allá abajo ¿dormido? Parece que no, la postura no es cómoda. Pero ¿Qué tengo en la cabeza? Esa mancha… no puede ser ¡No!
–“Queridos radioyentes, oíd lo que dice este parte de urgencia: ha sido localizado un vehículo al borde de la carretera comarcal, en el kilómetro trescientos cuarenta del páramo. En el interior se ha encontrado el cadáver de un varón de unos cuarenta años, con un disparo en la sien izquierda. Se especula con varias hipótesis…”
–Odio este páramo y esta carretera sin final. Retama blanca, retama negra… llegó la oscuridad.
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Luis González García
Posted at 13:19h, 15 junioSorprendente final.
Maty Marín
Posted at 14:56h, 07 junioSencillamente, no se puede uno dejar de asombrar ante tu capacidad narrativa. Genial, Marcos. Muchas felicidades !!!!
Anónimo
Posted at 17:46h, 01 junioMuy buen relato con un final inesperado y que detiene todo en un instante, Saludos
marcosplanet
Posted at 10:36h, 04 junioMuchas gracias por aportar tu opinión. Me alegra que te haya gustado.
Saludos.
Miguelángel Díaz
Posted at 17:49h, 03 abrilQué final más sorprendente, Marcos.
Con esa mezcla entre mente y viaje y locutor y concurso, no esperaba que acabara así. Me encantó.
Un fuerte abrazo 🙂
marcosplanet
Posted at 17:37h, 04 abrilGracias a ti por estar siempre apoyando mis escritos.
Un abrazo fuerte, Miguel.
Manuel Barrero
Posted at 18:31h, 17 marzoUn excelente relato con un gran final, felicitaciones.
marcosplanet
Posted at 16:34h, 18 marzoMuchas gracias Manuel!!
Arenas
Posted at 11:38h, 13 marzoEstupendo relato entreverado de realidad y ficción. Dónde se encuentra la una y dónde se halla la otros es ya harina de otro costal. Estupendo doble crescendo, en el que no sobra nada en la trama radiofónica. No se trata de un mero acompañante colateral de la supuesta historia principal, sino que se incardina en ella de manera total, siendo también historia principal. Muy chulo.
marcosplanet
Posted at 12:46h, 13 marzoMuchas gracias por haber apreciado el mensaje que quería transmitir.
Un abrazo, amigo Arenas.
Federico
Posted at 22:10h, 11 marzoUn final inesperado como en la película El sexto sentido. Saludos
marcosplanet
Posted at 15:09h, 12 marzoEso es. Siempre intento dar una vuelta de tuerca…
Un saludo
marcosplanet
Posted at 12:57h, 13 marzoMe alegra que te haya recordado a esa gran película de M. Night Shyamalan.
Saludos.
AMAIA LARRREA
Posted at 20:57h, 09 marzoUauhhh, no me esperaba ese final,
Riéndome con la radio y sufriendo con el conductor.
Por un momento también he sudado «como un queso a medio curar puesto al sol», je je je
Marcos, da gusto leer tus relatos. Aplausos y abrazo grande
marcosplanet
Posted at 16:03h, 11 marzoMe alegra mucho que te haya guastado, Amaia. Son las sensaciones que quería transmitir.
Un fuerte abrazo.
Santi Hernández Nápoles (Zibersanti)
Posted at 17:18h, 09 marzo¡Fantástico, relato! Me ha encantado.
Un saludo.
marcosplanet
Posted at 17:31h, 09 marzoMuchas gracias por tu tiempo.
Saludos.
Abraham Cuenrtacuentos
Posted at 16:50h, 09 marzoHola, Marcos. ¡Qué viaje tan mágico e introspectivo has plasmado en este escrito y con imágenes de impacto!
Tus palabras fluyen con tanta naturalidad que fue imposible no quedar cautivado por los paisajes casi surrealistas que describías.
Se nota tu profunda conexión con la naturaleza y tu sensibilidad para capturar los detalles más sutiles.
Sin duda, este relato trasciende lo meramente descriptivo para convertirse en una experiencia mística.
¡Gracias por compartir estas «Ondas del Páramo»!
Abraham Cuentacuentos
marcosplanet
Posted at 17:31h, 09 marzoMuchas gracias por pasarte y por tu tiempo.
Saludos.
Nuria de Espinosa
Posted at 15:39h, 09 marzoPues si que era larga la carretera. Nos transportas a ese viaje en coche a través de las sensaciones del protagonista, junto con esas voces que parecen hablarle mientras está dormido, o quizás no lo estaba tanto.
Te aplaudo Marcos, un relato que te engancha de principio a fin. Un abrazo
marcosplanet
Posted at 17:32h, 09 marzoMe alegra que te haya guastado, Nuria. Un abrazo.
eliom
Posted at 11:28h, 09 marzoSiempre atento a tus relatos son excelentes, Marcos. Un abrazo
marcosplanet
Posted at 17:33h, 09 marzoMuchas gracias, Elio!
Abrazos.
Jose Antonio
Posted at 12:21h, 27 julioMuy buen relato, Marcos.
Me ha encantado ese paralelismo entre la radio y el protagonista.
La mezcla de las dos narraciones nos encierra perfectamente dentro del coche, viajando y sufriendo junto a él.
Un buen clímax de tensión y excelente giro final.
Enhorabuena.
Un abrazo
marcosplanet
Posted at 23:39h, 27 julioMe alegra mucho leer tus comentarios, Jose Antonio. Por eso es por lo que merece la pena que los que amamos la escritura sigamos creando historias.
Espero que la próxima que publique te guste tanto.
Muchas gracias de nuevo!
Pedro Merchán Arroyo
Posted at 13:12h, 25 julioHola Marcos. Magnifica historia, el final muy bueno y el locutor de radio espectacular en todos sus diálogos.
Me ha encantado la forma en que transmites toda la desolación y el asfixiante clima del relato. Las imágenes son también increíbles. Un saludo.
marcosplanet
Posted at 21:35h, 25 julioMuchísimas gracias. Ese era el objetivo de la historia, tal y como tú lo describes. Me alegra mucho tu valoración.
Un cordial saludo!
Keren Turmo Biebeda
Posted at 10:08h, 24 julioJolín me ha encantado. Te ha quedado muy bien. No me esperaba el giro. Además las fotografías ilustran bien el relato. me parece muy acertado. Un saludo y buen fin de semana, compañero.
marcosplanet
Posted at 21:37h, 25 julioMuchas gracias Keren! Comentarios como el tuyo animan a seguir escribiendo. Un placer que te haya gustado.
Saludos cordiales.