07 Feb 20 rutas fascinantes por el País Vasco

Un incomparable libro de viajes nos traslada a mundos de ensueño en plena tierra vasca. Compartimos hoy este artículo donde se destaca la labor del periodista Carlos Bengoa en su recorrido por las maravillas naturales que atesora el País Vasco.

Gusanos gigantes fosilizados, montañas donde moran brujas de leyenda, la cueva de la diosa Mari y hasta el lugar donde aterrizó el mismísimo Roland Garrós en una situación de emergencia.

Laderas de Jaizkíbel. Foto: Josu Vegas Munduate

«20 rutas fascinantes por el País Vasco». Presentación en el Aquarium de San Sebastián

L´HERMIONE EN EL FESTIVAL MARÍTIMO
Foto: Carlos Bengoa.

Palabras del editor de «20 Rutas fascinantes por el País Vasco»

Os puedo asegurar que este libro que ahora tenéis en vuestras manos, “20 rutas fascinantes por el País Vasco”, os va a regalar momentos únicos vividos en esta mágica tierra, un lugar de leyendas que sabiamente nos recrea Carlos Bengoa con descripciones propias de la prosa poética:

Se mencionan historias increíbles como la de Soñu, el Robinson de Jaizkíbel, las Paramoudras (gusanos gigantes petrificados) o el mito de la diosa Mari, diosa del Olimpo vasco que según la estación del año fijaba su vivienda en las cumbres del Txindoki o en las del Aiztgorri o en las del Anboto donde aún existe la cueva que habitaba. Dice la leyenda que desde los balcones de Lazkaomendi se la ve volar de monte a monte en su carro de fuego y regresar a la cumbre del Txindoki para cuidar a pastores y ovejas.

En el monte Jaizkibel tuvo lugar el aterrizaje forzoso de Roland Garrós

Hacemos ahora un paréntesis en las palabras del editor para contar la anécdota.

Claro que primero hay que recordar que Roland Garrós fue un pionero de la aviación francesa y piloto de combate durante la Primera Guerra Mundial. Nada que ver con el tenis. Pero en 1928, el torneo de tenis Roland Garros fue bautizado así en su honor.

En el monte Jaizkibel en 1911, mientras participaba en el Raid París-Madrid, Roland Garrós tuvo que forzar un aterrizaje en el final del camino de Justiz. Esto ocurrió al borde de los acantilados de Jaizkibel, cuando Roland se vio obligado a tomar tierra al quedarse sin combustible.

Según esta crónica, durante la carrera aérea sufrió algún otro percance más. En el artículo también se cuenta que Roland Garros fue atendido por el médico de Leiza y que alguien le ofreció una yegua para trasladarlo a Andoain pero Garros respondió que él «tenía mejores piernas que la yegua».

Hondarribia e Irun organizan diversos actos para conmemorar ese aterrizaje del aviador francés.

El mito de Mari, diosa del Olimpo vasco

Dicen que tomaba forma de mujer de larga cabellera rubia, y ordenaba sus cabellos con un peine de oro. Es la personificación de la madre tierra, la reina de la naturaleza.

SATURDI (Guipúzcoa). Foto: Carlos Bengoa

BARRIO DE AIA, ATAUN (Guipúzcoa). Foto: Sonia Urreizti.

Y de nuevo me dejo acariciar por un viento más suave que en la costa quizás provocado por las idas y vueltas de la diosa Mari. Esta vez es para descender a un lado más terrenal.

La mágica gastronomía  vasca

El autor Carlos Bengoa nos acerca a algo que siempre será bien recibido por los excursionistas: descubrir esos merenderos con grandes vistas donde darse el placer de comer o cenar tras unos kilómetros a pie y recuperar fuerzas, degustando platos de la exquisita cocina vasca, la mejor del mundo.
Impresionante el sukalki, guiso de patatas con carne con esa magnífica salsa. De la huerta Vasca las judías verdes o vainas o la berza. Platos tan ricos como la sopa de puerros con patatas, la purrusalda o la piperrada. Bacalao, ya sea al pilpil, a la vizcaína o en kokotxas.

Pasajes de San Juan, Donibane de los pescadores

Tampoco podemos olvidarnos del atún o el bonito, con los que se preparan unos marmitakos buenísimos, el centollo con el que se elabora el txangurro o las angulas, tan apreciadas. Grandes carnes visten de gala nuestro paladar y sobre todo quesos universales como el Idiazábal o el Gaztazarra.

San Juan de Gaztelugatxe (Vizcaya). Foto: Wilco Westerduin

En este libro Carlos nos acompaña a lugares de ensueño, y los describe así:

“Qué decir de Getaria, el pueblo que vio nacer a Juan Sebastián Elcano. Getaria marinera, Getaria coqueta, Getaria y su olor a mar, a rodaballo, a txakolí. Getaria y sus playas, la tranquilidad al abrigo del puerto, la villa salvaje abierta a las olas donde jugarán los más jóvenes. Pero sobre todo, mar y monte unidos”.

Y qué decir de San Sebastián. Ciudad marinera, de luces brillantes en el día o en la noche, tan bien cuidada, abierta al mundo.

Carlos nos cuenta que:

“En mitad de la bahía y entre los dos montes, una Isla que es Santa Clara. En primera fila de la playa de La Concha, edificios emblemáticos como el Ayuntamiento junto a los jardines de Alderdi Eder o el balneario de La Perla. El Palacio de Miramar, el del cuento de hadas, con sus verdes jardines, mirando también al mar. Otro icono, el Peine del Viento, queda a la sombra de Igeldo para seguir su juego desafiante de las olas. Y del viento.

L´HERMIONE EN EL FESTIVAL MARÍTIMO Foto: Carlos Bengoa.

Las olas, su fuerza, su potencia, su bravura, son gigantes en los temporales y dan saltos enormes en el Paseo Nuevo intentando enseñar el peligro de un Cantábrico que amenaza cada año con más fuerza.
Rodeando la ciudad, el Hernio, la montaña amable, la que se deja subir para nuestro deleite; desde el Larrun en la zona francesa, a la corona ondulante que forma el macizo de la Peña de Aia; más cerca el Adarra, de tanta tradición en el Año Nuevo. El Hernio es cumbre mítica para los guipuzcoanos. San Marcos, Santiagomendi, bellos balcones para disfrutar del paisaje. Todo esto desde las alturas.

Faro en la bocana de Pasajes de San Juan, Guipúzcoa

20 rutas fascinantes por el País Vasco

Pero ahora bajemos para sentir una ciudad moderna, culta, que vive la fiesta como nadie. Bajemos a sentir el olor a mar, el olor de los bares de pinchos, el de las sociedades gastronómicas o el de la sidra. Disfrutemos viendo estrellas del cine y escuchemos sonidos del txistu, de la txalaparta, las mágicas voces del Orféon mientras nos llegan los ecos de la Plaza de la Trinidad y su Festival de Jazz.

Las paramoudras son fósiles silíceos de formas redondeadas que se han ido acumulando alrededor de la madriguera de un gusano prehistórico. Foto: Carlos Bengoa

20 rutas fascinantes por el País Vasco

San Sebastián es eso y mucho más. Es la ciudad que a orillas del mar abraza la montaña. Es la ciudad que vive el deporte, gritando ¡!YA!! cuando las traineras dan la ciaboga en la Bandera más importante del remo en un esfuerzo titánico y cuando canta ¡¡GOL!! de la Real en los partidos de Anoeta y en los ecos que todavía llegan de Atotxa.

Y aquí os dejo unas cuantas perlas del Índice de «20 Rutas fascinantes por el País Vasco»:

INTRODUCCIÓN

FARO DE LA PLATA. De San Sebastián a Pasaia 
SAN SEBASTIÁN Y SU PASEO MARITIMO. Uniendo esculturas
PARQUES DE SAN SEBASTIÁN. Entre bosques, jardines y palacios 
HONDARRIBIA Y BAHIA TXINGUDI. Donde mar y monte se unen 
JAIZKIBEL. Tesoros escondidos 
CARGADERO MALLA HARRIA. De Orio a Zarautz. Hierro y piedra entre
viñedos 
PAGOETA Y GETARIA. Entre ferrerías, leyendas del mar y de la moda 
SAKONETA. Ruta de los Flysch. Donde las piedras hablan 
GAZTELUGATXE Y URDAIBAI. Bordeando el Matxitxako. Entre aviones
de guerra y atuneros 

RUTA DEL TXINDOKI. Entre prados del Goierri
ARALAR. ATAUN-LAREO-SAN MIGUEL. Entre gentiles y dragones

AUTORES Y FOTOGRAFÍAS

Gruta en el Parque de Aiete. Foto: Darío Garrido

Queridos lectores, en estas rutas fascinantes por el País Vasco nos invitan a recorrer una tierra llena de bendiciones, donde la naturaleza y el gran hacer de sus gentes han obrado el milagro de convertirla en un referente en el mundo. Un privilegio.

Un recuerdo inolvidable que vivimos en el país más bello del mundo.

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Salud y suerte, amigos!