18 Nov Un colegio menos. En memoria de mi hermano Vicente
Este artículo lo escribo desde lo más hondo de mi corazón, como humilde homenaje a mi hermano Vicente que ya no está entre nosotros. Su enorme bondad, nobleza e inteligencia, unidos a una memoria que hacía de él un auténtico prodigio, han sido para mi una inspiración constante y un motivo de admiración que ha influido mucho en mi vida.
Lo que me ha impulsado a dar a este post el título que lleva, es el siguiente párrafo de una conversación de whatsapp que mantuve con él hace unos meses. Él decía:
Hola MANENE !!!
Poco a poco y con paciencia te recuperas. Hablando de escribir, el colegio de pio XII que tú inauguraste no abrirá este curso por falta de alumnos, ya veremos cómo acabará. Sería interesante una historia de las tuyas basada en este tema. ÁNIMO CAMPEON !!!
Yo estaba entonces recuperándome de un trancazo y él me daba ánimos. Mi familia me llama «Manene» desde que yo apenas empezaba a balbucear, cuando intentando decir mi nombre completo, tan solo conseguía que sonara «Manene». Aparte de su deseo de que me recuperara, en dicho mensaje Vicente también me sugería escribir algo sobre el mencionado cierre del que fue mi colegio durante mi educación infantil y primaria.
El colegio público PIO XII, situado en Ciudad Real, capital de la provincia, se inauguró el sábado 14 de enero de 1967. Yo tenía cinco años cuando mis padres me matricularon en él. La calidad de la enseñanza que se impartía entonces era magnífica, incorporando por ejemplo clases de la asignatura de Lengua española aderezadas con obras de teatro realizadas por nosotros los alumnos, con la dirección de D. Francisco, un extraordinario profesor.
Las clases de Lengua inglesa eran ejemplares. D. Faustino nos explicaba multitud de detalles acerca de la cultura y la historia de Inglaterra para ilustrarnos y nos entretenía a la vez mediante la escucha de cintas de cassette que mencionaban aspectos interesantes de la nación británica. en inglés y en español. D.Manuel y D.Ramón fueron también docentes excelentes que impartían asignaturas de ciencias o letras.
Recuerdo especialmente la labor de los llamados entonces «profesores auxiliares», recién licenciados en magisterio que acudían a las clases del PIO XII para apoyar la labor de enseñanza de los titulares mediante clases prácticas. Organizaban talleres y también excursiones para enriquecer el aprendizaje de los alumnos.
Un día a la semana, nuestro tutor D. Ramón se encargaba de hablar sobre el Evangelio que tocaba según el calendario litúrgico. Daba unas explicaciones claras y sencillas y nos animaba a leerlo para que después, quien quisiera, expresase libremente su forma de entender cada historia. Lo hacía de una manera sana, sin imposiciones de ningún tipo. Tan solo se limitaba a transmitir conocimiento.
El Centro organizaba visitas a las fábricas más representativas de la provincia o experiencias culturales como facilitar la comprensión lectora de sus alumnos para luego aplicarla, como en el ejemplo que expuse antes, a la interpretación de un papel en una improvisada obra de teatro.
Ese sistema facilita la conexión con el alumnado, le motiva e ilusiona.
En el mes de junio del presente año 2023, los periódicos locales anuncian que un nuevo colegio de Ciudad Real cierra sus puertas. El motivo parece ser la falta de alumnos, como consecuencia de la demografía, la natalidad y de la libre elección de centros.
Se trata del Colegio público Pío XII, según confirmó en su momento el portavoz de turno del Gobierno de Castilla-La Mancha, informando de que tan sólo había dos matriculados y en esas condiciones era imposible mantenerlo abierto.
El Pío XII seguía impartiendo Educación Infantil y Educación Primaria, como venía llevando a cabo desde hace cincuenta y seis años. El cierre de un centro educativo que atendía perfectamente las necesidades de sus alumnos, me llenó de tristeza.
Y lo que más me conmueve es ante todo que mi difunto hermano Vicente me haya recordado en aquel mensaje que yo podría animarme a escribir un artículo sobre ello. Mi hermano me acompañaba desde casa hasta la entrada del Pío XII durante los primeros años de mi ciclo escolar. Me contaba cosas graciosas por el camino para que no me pusiera nervioso y me daba sabios consejos. Vicente siempre fue así. Una persona en la que podías depositar tu absoluta confianza porque sabías que siempre iba a estar allá donde necesitaras su ayuda.
A lo largo de mi vida, él ha representado una fuente de conocimiento muy valiosa para mi. Ha influido decisivamente en muchas de las aficiones que me han atraído desde bien pequeño, porque he sido bastante friki desde hace muchos pero que muchos años. Y él también lo ha sido, aunque en un nivel muy superior.
Recuerdo con cariño su afición por el montaje de miniaturas de aviones. Me implicó en seguida en ello y juntos terminamos toda la colección.
Los trenes eléctricos de juguete eran para él una gran pasión, que derivaba de su enorme conocimiento acerca de todo tipo de máquinas motrices de ferrocarril, tanto nacionales como de cualquier país del mundo. Vicente era así, una fuente permanente de cultura a la vez que un receptor insaciable de todo tipo de enseñanzas que un libro o revista técnica pudieran ofrecer.
Vicente coleccionó los primeros 530 números de la revista «Vía Libre», una publicación técnica de carácter divulgativo dirigida al sector ferroviario, que aún a día de hoy edita la Fundación de los Ferrocarriles Españoles. Actualmente figura entre las cinco mejores revistas ferroviarias del mundo.
La colección de libros técnicos sobre aviación llenaba cualquier espacio disponible en su casa. No en vano, Vicente se tituló como Mecánico de tierra o «Ground engineer», que suena mejor en el idioma oficial de la aviación internacional. Estuvo en activo durante casi cuarenta años hasta su jubilación. Y a los pocos años de su retiro, un fallo de su dulce corazón se lo llevó de forma fulminante.
El legado de un hermano fiel como él, su inmensa calidad humana, me ha transmitido un mensaje de amor fraterno y aprecio incondicional hacia su persona. Los recuerdos se agolpan en mi memoria. Su capacidad para encontrar una broma en el momento más hilarante o incluso inadecuado, perfilaban un aura inconfundible a su alrededor. He comentado muchas veces a mi familia una anécdota inolvidable y es cuando por fin terminé mi tesina de licenciatura y me tocaba exponerla delante del correspondiente tribunal de examen.
El grado de entendimiento entre mi hermano y yo era tal, que cualquier gesto suyo habría impedido que yo prosiguiera con buen pie mi conferencia. Así que tuve que rogarle que no asistiera, aunque no me quedé solo pues estuvieron presentes mi padre y mi hermano Rubén.
Escribir sobre mi hermano Vicente daría para un libro extenso y prolijo, porque entre sus virtudes estaba su enorme facultad para recordar todo tipo de detalles aunque procedieran de su más tierna niñez. Su gigantesco corazón lleno de amor por su familia, su inigualable capacidad para acumular conocimiento y esa fabulosa memoria suya no eran de este mundo. Ojalá y donde ahora se encuentre pueda sentirse feliz disfrutando de esas virtudes para tenernos muy presentes a todos los que le amamos.
Hasta siempre, queridísimo hermano. No te olvidaremos nunca.
Imágenes del Colegio público «PIO XII»
Esther
Posted at 20:23h, 23 noviembreMarcos, qué lindo homenaje a tu primer cole y a tu hermano del alma, mi primo Vicentin!
Gracias por darnos la oportunidad de recordarle en este rincón, es una bonita manera de tenerlo con nosotros. Un ser querido no muere mientras siga en los pensamientos de aquellos que le quisieron, aunque ya no podamos verlo, Vicentin siempre tendrá un lugar en nuestros corazones.
Un abrazo fuerte de tu prima Esther.
Un abrazo enorme también para mis queridos primos Rosi y Rubén y para la tía Rosa.
marcosplanet
Posted at 20:49h, 23 noviembreMuchísimas gracias Esther. Lo que entra en el corazón se queda para siempre y tus palabras van derechas al corazón.
Un beso enorme para ti y los tuyos.
Maty Marín
Posted at 10:52h, 22 noviembreManene, Manene… Me atreví a llamarte así porque sé que no te molestará mi atrevimiento. Esta lectura me tiene la piel erizada, llorando, llorando. Pero son lágrimas de amor. Tristeza, sí, pero amor, conmovida hasta no más por la existencia de seres humanos como Vicente y como tú también, por algo eran hermanos. SON hermanos, eso no se acaba nunca. Vicente es un (sí, ES) un ser entrañable que sólo con lo que he leído me he encariñado con él. Es de agradecer que su partida haya sido rápida y es de agradecer toda la lección de vida que se absorbe aquí. ¡Cuánto me hubiese gustado conocerlo!
Felicidades por escribir esta historia pero, mucho más aún, por haberla vivido. Y porque permanecerá en ti por siempre. El aprender a vivir con su ausencia permanente será todo un desafío.
Manene, Marcos, te mando un sentido abrazo y mi agradecimiento total.
marcosplanet
Posted at 13:55h, 22 noviembreMe dejas sin aliento, Maty. Tus palabras son una fuente de esperanza y buenos sentimientos y las agradezco especialmente porque te han salido del corazón. Por supuesto, mi hermano sigue en mi, presente para siempre.
Muchísimas gracias.
Otro abrazo para ti, amiga mía.
Rosa Boschetti
Posted at 10:41h, 22 noviembreMarcos, no sé qué pasó, pero el comentario salió doble y los signos de interrogación son las paticas de gato que acompaño siempre con mi firma. Oops
Rosa Boschetti
Posted at 10:36h, 22 noviembreHola Marcos. Me sorprendió la noticia de la muerte de tu hermano. Lo lamento mucho, es un dolor difícil de llevar, pero hay que sacar fuerzas para poder sobreponerse. Por otro lado, que cierren el colegio que llenó tu vida de conocimientos y bellos recuerdos, es lamentable. Parece que la vida va por un lado que avanza en algún sentido y la realidad es otra. Que queden dos alumnos inscritos en una institución, aunque sea por falta de población o por exceso de colegios, en ambos casos es preocupante. Ánimo y un fuerte abrazo ????
marcosplanet
Posted at 13:56h, 22 noviembreMuchísimas gracias por tus palabras, Rosa.
Otro abrazo fuerte para ti.
Nuria de Espinosa
Posted at 01:59h, 21 noviembreQue tristeza que cierren El colegio público PIO XII, igual ya está cerrado. Siento mucho lo de tu hermano porque se nota que la conexión entre los dos era de armonía y cariño.
Cuando se pierde un hermano es como si te arrancan un pedacito de ti, yo perdí a mi hermana que era muy joven y duele que te cagas.
Mi más sentido pésame a ti, tu hermana Rosa a la que mando todo mi cariño y a tu familia..
Es un proceso duro.
Por tu forma de explicar cómo era tu hermano se nota que era una gran persona, que a buen seguro os a dejado bellos recuerdos..
Escribir sobre ello, sobre cómo os sentís, ayuda mucho a superarlo.
Me hiciste llorar.
Que dios os bendiga. Un fuerte abrazo
marcosplanet
Posted at 09:48h, 21 noviembreMuchas gracias por tus palabras, Nuria. Escribir sobre ello contribuye a conservar su memoria para ofrecerla al mundo.
Otro fuerte abrazo para ti.
Martita
Posted at 14:26h, 20 noviembreHola familia! Yo tengo uno de tantos recuerdos hermosos con Vicentin: cuando yo tenia 5 años me apasionaba ver como mi queridísimo tío desmontaba por completo, hasta el último tornillo un Skoda Octavia que tenía en aquel momento. Yo le ayudaba con las herramientas cuando Vicente me pedía desde el foso la 13/14 o cualquier otra llave. Me quedaba maravillada de cómo volvía a montar completamente el coche y funcionando a la perfección. Increíble la habilidad de Vicentin, un ser humano excepcional que siempre llevaré en mi corazón.
¡Gracias Marcos por todas las emociones que nos haces sentir con tus relatos!
¡Te quiero!
marcosplanet
Posted at 20:16h, 20 noviembreQué bueno, Marta. Muchas gracias por aportar cariño de esa manera tan especial.
Un abrazo muy, muy fuerte.
Arenas
Posted at 17:23h, 19 noviembrePara los que en la infancia no tuvimos hermanos mayores, los de nuestros amigos más íntimos ejercieron un poco ese papel. En el caso de Vicente, ya lo sabes, su influjo llegó a mí con enorme potencia a través de ti. En una época en la que el acceso a las cosas de los mayores nos estaba absolutamente vedado a los críos, él nos sirvió para ver “el mundo por un agujerillo” en multitud de asuntos. Grande Vicente, siempre en el recuerdo.
Aprovecho este lugar para mandar un beso a otra hermana mayor, Rosa, cuya cercanía tuve también la oportunidad de disfrutar, aunque esto ocurrió ya en otros tiempos y por distinta circunstancia.
Y de la “escuelilla”, ¿qué quieres que te cuente que tú no sepas ya?
Aquél fue el lugar donde se fraguaron fraternales amistades que perviven cincuenta y pico años después. Pero me vas a permitir que hoy me quede con el recuerdo de nuestros maestros, a los que considero parte de mi familia. Creo que para ellos nosotros también lo fuimos. Y Pio XII su casa. Recuerdo a D. Manuel, en 4º o 5º, aprovechando los primeros minutos de clase para afeitarse con su maquinilla eléctrica y cambiarse de calcetines, mientras sus alumnos copiábamos la fecha y santo del día que él acababa de escribir en la pizarra.
Y qué decir de D. Faustino. En 6º falté a clase tres meses por culpa de unas extrañas fiebres que no me bajaban ni a tiros. Al reincorporarme, se empeñó en que me quedara durante varios días con él en clase durante la media hora del recreo, explicándome materia perdida de inglés. A mí aquello me repateaba porque lo que quería era bajar a jugar con vosotros al “daillo”. Tardé bastante tiempo en entender que también él se quedaba sin recreo. Y que estaba haciendo un gran esfuerzo únicamente por mí.
Es el único de nuestros queridos maestro que aún vive. Hace poco tuve la oportunidad de contarle todo esto. Se emocionó, me emocioné. Y claro, nos fundimos en un sincero y cariñosísimo abrazo. Una maravilla habérselo podido decir.
Tú tuviste la suerte de disfrutar Pío XII hasta que fuimos al instituto. Yo no. Mi padre se empeñó en que cursara 8º en otro colegio. No hay artilugio en este planeta para medir lo muchísimo que eché de menos aquel año mi querida escuelilla. Diría que casi supuso un trauma aquella pérdida. Sirvan estas líneas para proclamarlo hoy a los cuatro vientos.
Juan Pedro
Posted at 14:30h, 19 noviembreQue bonito Marcos.. Un colegio menos y un hermano que se fue que era como tu primer cole, de hecho , tus palabras transmiten, que Vicente fue un cole, un instituto y una universidad para tu vida, en la que se ha demostrado que te graduaste cum laude. Un abrazo enorme de tu querido primo Juan Pedro.
marcosplanet
Posted at 14:48h, 19 noviembreAgradezco mucho tus palabras, Juan Pedro, que sin duda añaden valor al homenaje que entre todos hacemos a nuestro querido Vicente.
Un fuerte abrazo.
marcosplanet
Posted at 13:50h, 19 noviembreAgradezco en el alma tus palabras, Antonio, querido amigo. El hecho de que mi hermano y hermana representaran para ti una figura de hermano mayor, cada uno por su motivo, me llena de felicidad.
Lo que cuentas de «la escuelilla» era una realidad incuestionable, con aquellos magníficos profesores entregados a su trabajo, que se responsabilizaban al máximo de sus alumnos como era el caso de D.Faustino y su empeño en que no te quedaras atrás con el inglés. Tu forma de recordar nuestra infancia me hace mucho bien, sobre todo en estos momentos más grises.
Gracias por tu sensibilidad y por tu apoyo, gran amigo.
Un abrazo fuerte, de corazón.
Anabel Sánchez
Posted at 08:47h, 19 noviembreSiempre se dice que cuando ocurre alguna desgracia te hace reflexionar y te enseña a cambiar algo de tú vida que hacías mal para mejorar y no volver a caer en ese error. Pero la pérdida de mí primo Vicentin es incomprensible, aún no me creo que ya no esté aquí. A tí Marcos quizás te ha dado la fuerza para retomar la buena escritura que haces. Siempre en mí corazón. La Chinita
marcosplanet
Posted at 09:55h, 19 noviembreMuchas gracias Anabel. Valoro mucho tus palabras.
Un beso muy fuerte.
Ardilla Roja
Posted at 23:25h, 18 noviembreHola Marcos, mi comentario no salió. No se que ha pasado. Si se duplica lo borras.
Decía mas o menos: que tu articulo me ha conmovido mucho. De sus letras se desprende el cariño y devoción que sentías y sientes por tu hermano Vicente y la pena por la perdida de ese colegio donde forjaste historias y recuerdos en tu niñez.
Se nota y mucho que estas palabras han brotado directas desde tu corazón, y en lo personal me ha gustado leerlas, porque creo que es lo mejor que te he leído. Este articulo y el post dedicado a «Tu ángel»
Me gusta leer fantasía, pero me emociona la realidad.
Si lo vivido con tu hermano te da para una novela; debes escribirla. Mejor homenaje no puedes hacerle.
Vi que te impresiono mucho cómo escribí sobre mis sentimientos en el relato del jueves. Tal vez te guste también leer
esta otra entrada dedicada a mi abuelo publicada en el 2009
https://ardilla-roja.blogspot.com/2009/10/mi-abuelo.html
marcosplanet
Posted at 00:06h, 19 noviembreMe emocionan tus palabras, porque tu también sientes y escribes con el corazón y porque estás haciendo referencia a alguien que llenó un espacio de mi vida para siempre. No puedo extenderme más porque, sinceramente, me has emocionado.
Por su puesto que voy a leer tu entrada sobre tu abuelo.
Un fuerte abrazo.
Ardilla Roja
Posted at 23:04h, 18 noviembreSin duda Puedes estar orgullosa.
En este articulo Marcos ha dejado hablar a su corazón y se ha notado en su manera de escribir.
Para mi de lo mejor que ha publicado. .
Siento mucho vuestra perdida.
Rosa Fernanda
Posted at 22:06h, 18 noviembreEs hora que diga a todos los lectores de este blog, que Marcos es hermano mío, del que me siento muy orgullosa…
No puedo por menos que adherirme a todo lo que has contado, sobre nuestro admirado hermano Vicente, estos son tiempos duros de pérdida y de lágrimas. Es necesario compartir sentimientos, e higiénico diría yo… A buen seguro para algunas personas que forman parte de este foro, resultarán familiares muchas de las vivencias que cuentas . Vicente forma parte de esos seres anónimos extraordinarios, que andan por ahí, dejando huella …
marcosplanet
Posted at 00:09h, 19 noviembreAy, hermana! Pues si, Vicente dejó una entrañable huella. Y aquí tienes, un testimonio que plasmé en el papel para cumplir con su deseo.
Un abrazo muy fuerte.