16 Jul Un viaje a la década de los ochenta ¿Cualquier tiempo pasado fue mejor?
No trataré de hacer retroceder en el tiempo a nadie, aunque esté incluido en la generación del “baby boom” y sepa de lo que estamos hablando. Lo que pretendo es llevar de viaje hacia los años ochenta a todos aquellos que han oído hablar de décadas más o menos prodigiosas, de otros tiempos en los que no había que soñar con un mundo feliz porque probablemente ya estábamos inmersos en uno.
Es importante recordar, sí que lo es. No es malo ponerse en manos de la memoria de vez en cuando y recapitular. ¿Vivías feliz en los ochenta, los noventa o los dos mil? Si la respuesta es “SI”, será magnífico, seguro que podrás aportar recuerdos y experiencias o aficiones que te llenaban la vida. Si la respuesta es NO, bueno… En mi caso particular, si hago abstracción de los contratiempos, debo decir que el balance ha sido positivo. Espero que para la mayoría lo haya podido ser, de verdad.
¿Los ochenta fueron una época en la que se creía que todo era más sencillo, duradero y con sabor auténtico?
No es tan difícil extraer de la vida el néctar de lo bueno, que según un principio de la Psicología es una herramienta defensiva que el cerebro nos brinda para arrinconar en la memoria lo que no nos gusta.
En la actualidad del año 2021 es más que probable que el problema para ser positivos venga derivado de la espantosa pandemia de Covid-19 que invade el mundo. Por tanto, no está de más querer retroceder en el tiempo para recordar aquellos años que nos hicieron sentir especialmente bien.
Mucha gente participa, como yo, de aficiones similares: el buen cine, la lectura, aunque sea solo a ratos, las tertulias en buena compañía, los viajes… Todo ello nos acerca a una evocación de lo que fueron aquellos buenos tiempos de nuestro pasado.
La aparición de los reproductores de vídeo y la popularización de los videojuegos y productos audiovisuales procedentes de Norteamérica irrumpieron en los hogares de medio mundo
He querido retroceder hasta los ochenta porque en mi humilde opinión no ha habido décadas como esta, junto con los noventa, sinceramente.
La evolución de la sociedad, en el caso de España en concreto, nos presentó en los ochenta la liberación de tabúes y el nacimiento de nuevos modos de vida
Era entonces cuando sucedieron hechos como:
*El primer lanzamiento del transbordador espacial Columbia
*Gorbachov junto a Reagan firmando el Tratado INF en la Casa Blanca
*La caída del Muro de Berlín
*La computadora personal IBM PC
*Motorola lanza al mercado el Motorola DynaTAC 8000X, el primer teléfono celular portátil del mundo.
*El Accidente de Chernóbil
* La Guerra Irán-Irak
*La NASA lanza las sondas espaciales Galileo y Magallanes
*Desaparición de ARPANET y desarrollo de Internet
En los ochenta se produjo el acercamiento entre los poderosos bloques E.E.U.U-Antigua Unión Soviética, propiciado por las políticas conocidas en Occidente como Glásnost y Perestroika, auspiciadas por el presidente soviético Mijaíl Gorbachov.
Países asiáticos como Corea del Sur, Taiwán y Singapur así como la región de Hong Kong experimentan un rápido desarrollo industrial imparable durante el resto del siglo XX
Pero centremos nuestra atención en aquellas circunstancias CONSTRUCTIVAS de la vida de cada uno que nos dibujaron un antes y un después imborrable (para bien) de nuestra memoria.
Antes del inicio de los ochenta, los estudiantes que conseguimos acceder a la universidad tras superar la antigua “Selectividad” hacía dos años que estrenábamos democracia. Nos encontrábamos en una encrucijada fascinante: salíamos de un régimen militar a la muerte de Francisco Franco en 1975, a la vez que durante la llamada “transición democrática” recorríamos un camino abierto hacia las elecciones generales de 1977.
Una nueva Ley Fundamental, la octava, la Ley para la Reforma Política después de superar bastantes problemas, fue finalmente aprobada por las Cortes y sometida a referéndum el día 15 de diciembre de 1976. El pueblo español aprobó esta ley que suponía en tan solo cinco artículos la derogación del sistema político franquista y dio paso a una convocatoria de elecciones democráticas en 1977.
Pues bien, en ese escenario estábamos los jóvenes de 20 años que mirábamos al futuro con mucho ánimo y afán de superación.
La estética de los ochenta. Los ilustradores del comic
En España fue especialmente impactante para mí la serie de cómics de “El Mercenario”, del valenciano Vicente Segrelles. En 1980 comienza esta creación para la revista Cimoc. Utilizaba una técnica hiperrealista que a mí me fascinaba. El Mercenario es su obra maestra y le lanzó al estrellato internacional.
Richard Corben encontró el equilibrio perfecto entre un trazo sofisticado, personalísimo y reconocible, Suyas fueron creaciones inmortales como ‘Den’, ‘Bloodstar’ o ‘Mundo mutante.
El estilo de Corben consistía en la exaltación de la sensualidad y rasgos físicos hasta el extremo, sus personajes reflejaban su particular modo de entender la anatomía humana. Usaba una técnica de coloreado con fotolitos, utilidad en la que era un maestro. Un fotolito es una hoja transparente que contiene la tipografía o las imágenes que van a ser impresas posteriormente.
Era un trabajo manual que conseguía un efecto hiperrealista impactante, cuando aún no existía el mundo digital de las aplicaciones informáticas
Los trabajos de Corben participaban del cómic para adultos de la editorial estadounidense Warren Publishing y la incipiente novela gráfica.
Su personaje más representativo llamado Den, era un ingeniero de nuestra época que podía trasladarse a otro mundo de bárbaros, brujos y mujeres exuberantes donde vivía grandes aventuras. Allí se metamorfoseaba y pasaba de ser un hombre debilucho y tranquilo a convertirse en un héroe muy fornido que lo podía casi todo. Su nombre, Den, procedía de las iniciales de su identidad pasada, David Ellis Norman.
Nacieron paisajes culturales extraordinarios que marcaron a mucha gente
Los años 80 abren al mundo el concepto de “posmodernidad”. La gente buscaba vivir su vida como individuo más que como integrante de una masa social. Los medios de comunicación quizá no ejercían una influencia tan omnipresente como ahora y eso se notaba. El “boca a boca” funcionaba para todo, como un potente buscador de internet, pero dentro de la realidad física que te rodeaba. Se produce la mercantilización de la cultura alternativa y suburbana procedente de Estados Unidos; se popularizan estilos musicales como el Ska (nacido en Jamaica en la década de 1960 derivado del rhythm and blues), el Hip Hop, la moda del graffiti, los deportes extremos, el Skateboarding de Tony Hawk…
La evolución de la ciencia tecnológica ejerció una influencia decisiva en los años ochenta
En los ochenta comenzaron a conocerse las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) aplicables a todos los sectores productivos industriales y servicios. Electrónica, software y desarrollos en las telecomunicaciones hacen posible una vía de comunicación integrada que moderniza el proceso de la información.
Los siguientes avances tecnológicos constituyeron todo un hito en los ochenta:
– Los disquetes de memoria para almacenamiento externo de datos en el computador.
– La computadora Commodore 64 presentada en 1982, utilizaba una unidad de casete además de una disquetera. Permitía disfrutar de infinidad de videojuegos, multimedia y aplicaciones:
– El ordenador personal Apple II, la primera computadora que la gente corriente había visto en su vida en el continente americano, y con un precio asequible a las familias de clase media:
– Las impresoras de punto, alimentadas por hojas de papel continuo, que acabaron con las máquinas de escribir.
– El “Walkman” o reproductor portátil de música, cambió radicalmente la manera de escuchar música. Todo un símbolo de los ochenta:
– Nintendo Family Computer “Famicon”, la legendaria consola de videojuegos lanzada por Nintendo en Japón en 1983. La Famicom (abreviatura de «Family Computer») fue la primera consola de videojuegos de Nintendo. Funcionaba con cartuchos de memoria:
– Tras el éxito en Japón, Nintendo lanzó en E.E.U.U. la consola de videojuegos Nintendo Entertainment System, (1983-1987), que fue un absoluto éxito, superando con creces a la de Atari. Fue la máquina que popularizó Super Mario Bros, Legend of Zelda, Metroid, Megaman, Castlevania y muchos más que constituyen hitos consagrados de esta industria:
La mentalidad de una sociedad “nueva” abierta a multitud de cambios donde no existían “influencers”, “youtubers”, marketing digital ni empresas virtuales
En literatura, los ochenta cortaron con el tradicionalismo de la época anterior dando paso a muchas novedades
La literatura de los ochenta está integrada en el mundo occidental. Los autores son conocedores de todo lo que se publica a nivel mundial. Los escritores hablan de un “Yo” que lo subjetiviza todo. Cada uno forma su propio paisaje. El sentimentalismo cobra fuerza. Se busca la complicidad del lector.
Ejemplos de buenos libros de los ochenta bajo mi punto de vista
El clan del oso cavernario–Jean M- Auel (1980)
Es la primera novela de la saga <Los hijos de la tierra>. La estadounidense Jean M. Auel cuenta aquí la extraordinaria historia de Ayla, una niña de la población cromañón que pierde a toda su familia en un terremoto y al integrarse en la tribu descubrirá que ser diferente no es excluyente.
El nombre de la rosa – Umberto Eco (1980)
Umberto Eco dota de simbolismo las páginas que escribe, llenando de intriga esta novela histórica a la vez que indaga en la filosofía y la naturaleza humana.
La casa de los espíritus – Isabel Allende (1982)
La primera novela de la chilena Isabel Allende. Una historia cargada de un realismo inusual que muestra lo irreal como algo cotidiano. La historia relata la vida de la familia Trueba a lo largo de cuatro generaciones desde inicios del siglo XX hasta los años 70.
El amor en los tiempos del cólera – Gabriel García Márquez (1985)
Habían pasado casi veinte años entre la primera edición de la obra cumbre de García Márquez: “100 años de soledad”, que había calado muy hondo entre el público. En 1982 recibe el Nobel de Literatura, y en 1985 cautivó con una de las historias de amor más recordada de las últimas décadas.
Los pilares de la Tierra – Ken Follet (1989)
Ken Follet es sin duda uno de los autores más relevantes de la narrativa a caballo entre la ficción y la novela histórica. Follet construyó una historia tan grande como la obra de edificación de una magnífica catedral durante el siglo XII. En esta obra se puede aprender mucho acerca de la sociedad de aquellos años.
La conjura de los necios, John Kennedy Toole (1980)
El destino de Ignatius J. Reilly no estaba escrito, pero casi. Nos enfrentamos a una tobra con un trasfondo trágico. El sarcasmo y la fina ironía que impregnan esta novela a cada momento están parapetando un sentimiento escondido muy profundo e intimista. Hay que leerlo para entenderlo.
Los santos inocentes, Miguel Delibes (1981)
Una de las obras maestras del genio español. Una familia de agricultores extremeños en plena década de los sesenta, han de sufrir a diario los abusos de sus “amos”. La injusticia social se suma a una denuncia a la cultura terrateniente arraigada en el sur de España desde siempre.
Bueno pues aquí lo dejo de momento. De lo contrario se haría demasiado largo, así que os invito a que entréis en el próximo post que publicaré en breve sobre esta década mágica de los ochenta de tan grato recuerdo para muchos.
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