28 Sep Una mirada tierna y brillante
Mi dulce nietecilla nació hace cuatro meses. Tiene un cuerpecito pequeño en comparación con otros niños o niñas de más edad, pero ella es grande, en tamaño y en inteligencia. Se nota esta cuando sonríe, como si detrás de ese gesto de simpatía se refugiara una sabiduría incipiente que te deja sin habla, porque sabes que ella quiere decirte algo más.
Mi niña expresa sin palabras muchos más signos de entendimiento que muchos adultos hablando sin parar. No es amiga de peroratas, aunque a veces inicia una especie de discurso a base de fonemas todavía no registrados en ningún código idiomático, pero ella sabe bien lo que quiere decir cuando balbucea, sin que yo sea capaz de entenderla, lo que demuestra mi limitación mental.
Ella conoce el entorno que la rodea y reacciona con esos sonidos primarios ante lo que ve y lo que oye, lo que no tengo duda que constituye un código brillantemente desarrollado por mi preciosa para comenzar a crear los cimientos de un primer lenguaje.
Veo con gratitud eterna cómo se dirige a mí, ¡su abuelo!, lanzándome una miradita graciosa que le hace chispear los ojazos que ya apuntan a que será un bellezón de mayor. Son de esos ojos que lucen las mujeres con una cara guapa, como algunas modelos o actrices de cine que te capturan con la profundidad de su mirada y con una separación de sus ojos un tanto superior a lo habitual.
Esta preciosa criatura que es mi nieta ya va por su corta vida luciendo palmito. Mueve continuamente sus bracitos y piernas con acciones acompasadas por una armonía única, porque con esa agitación consigue atraparte en una deliciosa red de movimientos que te mantienen embobado. No quieres perderte detalle de esas maniobras que, aunque aleatorias, consiguen crear una orquesta muy bien conjuntada.
Mi nieta es un ser resplandeciente, porque a pesar de que está “echando“ sus primeros dientecillos y esto le duele y la hace llorar con un torrente de lagrimitas que enrojece su carita por momentos, hay ocasiones en las que te pones delante, le haces una pantomima diciéndole cositas dulces y ella es capaz, en su pequeñez de bebé, de transformar esas punzadas que está recibiendo en una sonrisa franca, sincera y cristalina que te atraviesa el alma como un arco iris de lado a lado.
Tengo tres nietas preciosas, las mayores de 3 y 2 años y la más pequeña es la protagonista de esta dedicatoria de un abuelo emocionado por ver cómo crecen estos seres adorables que endulzan tu vida.
Mi pequeñina crece a gran velocidad, de una semana a la siguiente ya no está igual, y es que eso sucede cuando eres abuelo, que no ves a los nietos a diario como sus entregados padres, quienes están acostumbrados al tamaño de sus pequeños.
Pero tú los ves cada semana y es cuando te das cuenta de la evolución humana, del misterio que suponen veinte mil genes pululando por ese pequeño organismo haciendo de las suyas al colocar los ladrillos que conseguirán un cuerpo adulto con el paso de los años.
Pero yo no quiero que mis pequeños o pequeñas crezcan tanto, porque entonces pierdes la perspectiva de verles evolucionar como seres indefensos que son de bebés, y cuando empiezan a hablar fluidamente ya no puedes crear aquellos vínculos inamovibles de comunicación con ellos, algo que te suponía una enorme satisfacción.
Es al oír cómo juntan palabras en frases cundo gozas con su aprendizaje, con esos primeros avances que consiguen intentando formar vocablos que el vejete de su abuelo pueda entender. Porque estoy seguro de que cuando empiezan a hablar, entienden mucho más de lo que ellos logran expresar en su media lengua.
Es esa época es maravillosa, cuando escuchas cómo te dicen “elo”, “aelo” y ¡atención!, lo que más les cuesta: las tres sílabas. A mí me bautizó la mayor de las tres con “abuebo”… y eso me derretía de amor.
Con mi pequeña de cuatro meses consigo navegar por un mundo nuevo y feliz al verla sonreír con tanta frescura y sinceridad. De esa manera está expresando que te reconoce y te quiere. Esa mirada tras esos ojazos preciosos me cautiva y me llena de un amor infinito, que puede extenderse por todo el universo sin agotarse nunca.
Mi preciosa nieta tiene ya muchas cualidades, como una capacidad demostrada en sus múltiples gestos de reconocimiento. Tanto si le haces una gracia y ríe como si te pasas porque has querido distraerla tanto que has hecho el payaso más de la cuenta y empieza a hacer pucheros del sustillo que le has dado, ves con claridad que es un bebé muy expresivo, capaz de reflejar en una carita redonda como un sol de mayo un conjunto de matices que la hacen resplandecer con luz propia.
Ella ilumina mi vida como todos mis hijos, nietas y mi ángel particular e inseparable que es mi esposa.
Soy un privilegiado.
Io
Posted at 01:06h, 10 octubreQue bellos relatos y tan llenos de sentimiento. Es increíble pero cierto que la dulzura e inocencia que hay en la mirada de un bebé nos aflora y desperta sensaciones y sentimientos, para mí indescriptibles, pero que tú plasmas y describes a las mil maravillas.
Que maravilloso homenaje, para mí es el mejor regalo que la podías hacer, ya que estas palabras perdurarán en el tiempo … y quien sabe … igual, en un futuro lejano se lo leerán a sus hij@s o niet@s
Enhorabuena Marcos por esa hermosa familia que no para de crecer y llenaros de tanta felicidad y amor.
Un fuerte abrazo Marcos
marcosplanet
Posted at 11:04h, 10 octubreMuchas gracias por mostrar sentimientos tan bonitos que salen del corazón.
Un fuerte abrazo.
Arenas
Posted at 09:07h, 08 octubre¡Te entiendo tan bien, hermano!
Cada una de las palabras de este texto la he sentido desde dentro, y eso que todavía no soy abuelo.
Pero me queda poco.
Mi hija nos acaba de anunciar que esperamos un nuevo miembrecito en la familia.
Y yo estoy ya loco de contento.
Creo que tengo más ilusión que cuando su madre estuvo embarazada de la que ahora me va a hacer abuelo.
Es un tópico que se repite entre mis amigos. Todos disfrutan de sus nietos de una manera muy especial, por encima incluso del gozo que les produjo en su momento ser padres.
A mi me está pasando ya.
Cuando iba a ser padre, no llegué a tener un sentimiento amoroso hacia lo que se estaba gestando. Solo después de su nacimiento comencé a querer con una fuerza infinita a mis hijos.
Ahora, sin embargo, ya quiero un montón a esa cosita del tamaño de una uva que mi niña lleva dentro.
Por eso cada palabra de este texto sobre tu nieta bella me ha llegado tan dentro del alma.
Por eso y porque todo lo que tú disfrutas en esta vida lo disfruto yo también.
marcosplanet
Posted at 19:25h, 08 octubreSer abuelo es una experiencia inolvidable de amor infinito. Lo que sientes no es fácil de describir con palabras porque sale de los más profundo de tu alma.
Muchas gracias amigo mío por tus palabras.
Ángel Moya López
Posted at 09:45h, 29 septiembreUna de las descripciones más hermosas de la vida es hablar del cariño entre y de las personas, que te rodean, pero sentirlo y notarlo a través de tus palabras. eso si que es también un privilegio …
Que bonito Marcos 👏🏻👏🏻
marcosplanet
Posted at 12:20h, 29 septiembreTus palabras me alegran el día querido amigo.
Muchas gracias.
Nuria de Espinosa
Posted at 22:39h, 28 septiembreEnhorabuena por esa nieta que te llena de dicha, a la cuál le dedicas este bello homenaje. Felicidades para ti y toda tu familia. Un abrazo
marcosplanet
Posted at 12:24h, 29 septiembreMuchísimas gracias por tan buenos deseos, amiga mía.
Un fuerte abrazo.
TITO
Posted at 15:18h, 28 septiembreQue bonitas palabras. Un relato precioso escrito desde el corazón.
marcosplanet
Posted at 12:27h, 29 septiembreMuchas gracias Tito. Así ha sido, los sentimientos sinceros vienen de ese corazón que a veces nos dicta las palabras más dulces.
Rosa Fernanda Sánchez
Posted at 11:58h, 28 septiembreCuanta ternura y amor transmites en tu precioso relato. Felicidades abuelito!!.
marcosplanet
Posted at 12:28h, 29 septiembreMuchas gracias Rosita. Tienes unas sobrinas-nietas preciosas, como tú y tus palabras.
María
Posted at 11:04h, 28 septiembreQué precioso homenaje a tu nieta y tu familia papá. Esperamos (especialmente ellas) ser un rayito de luz cuando haya oscuridad… te quiero papá.