01 Oct Una montaña sorprendente
Armando estuvo preparándose durante semanas para aquella escalada tan especial. Iba a subir a la montaña más escarpada de toda la región, de más de mil quinientos metros de altura y con tramos de un considerable desnivel.
Bien es verdad que no se trataba de un ascenso reservado a los alpinistas sino que podía considerarse a medias entre caminata y escalada. Menos mal que existían vía ferratas, esas partes del recorrido provistas de cuerdas, cadenas, barandillas o pasarelas instaladas para facilitar el avance a los menos duchos en materia de trepar por los montes de Dios.
Bellos praderones se extendían ante Armando mientras realizaba el ascenso hacia su meta, una cueva bien grande ubicada a escasos metros de la cima de aquel pico, el Subíades.
Cueva Normanda era un reto para cualquier habitante del pueblo que se animase a subir por los roquedales y vericuetos intrincados presentes en aquella montaña. Cuando una pradera inclinada se presentaba a la vista de Armando, este paraba y hacía un sinnúmero de fotos que después compartíría con su gran grupo de amigos. Anita la doctora, como la llamaban todos, era su actual pareja desde hacía un par de años. Armando le había dicho que deseaba hacer el ascenso solo, que era un reto personal.
A todos los compañeros les había convocado para celebrar su cumpleaños a su regreso de la aventura montañera y les había citado en el restaurante de Ignacio, uno más del grupo.
La ruta no se le estaba haciendo cómoda. Había atravesado varios tramos verticales y ahora se enfrentaba a una pasarela colgada sobre el vacío que le tenía con el corazón en vilo. Atravesarla y mirar hacia abajo fueron dos acciones simultáneas y sobrecogedoras.
Armando temblaba de la tensión a la que estaban sometidas sus piernas sobre la inestable pasarela colgante y por el placer de contemplar tanta belleza, unas vistas de vértigo que parecían las puertas del paraíso. Las escarpaduras del Subíades que se abrían bajo sus pies se hicieron cada vez más pronunciadas hasta que al cabo de dos horas alcanzó Cueva Normanda. Esta ofrecía su enorme boca negra como un muro impenetrable al que Armando consiguió llegar casi exhausto. En sus primeros pasos por el interior, el montañero aficionado creyó escuchar un movimiento entre las sombras.
Tras haber preparado su piolet con la intención de defenderse ante cualquier animal salvaje que le pudiera estar esperando, su sorpresa fue mayúscula cuando de repente el interior de la cueva se iluminó con centenares de luces Led. Sus amigos las habían conectado a una batería y esperaban al excursionista con los brazos abiertos y vestidos de fiesta.
–¡¡¡Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz, te deseamos Armando, cumpleaños feliz!!! –cantaron todo al unísono.
Haz click en el corazoncito de más abajo si te ha gustado.
Esta es mi aportación al reto del microrrelato de los jueves, que en esta ocasión ha sido convocado por Alma Leonor y se titula:
¡¡CUMPLEAÑOS!!
Tiene una única premisa, que tenga que ver con un CUMPLEAÑOS. El estilo y narrador son libres. Incluso el tema puede variar desde una celebración lúdica a una triste o macabra, incluso un “No cumpleaños” como en Alicia en el país de las maravillas.
Federico Agüera Cañavate
Posted at 17:34h, 10 octubreSiempre esperas que te den una sorpresa en el día de tu cumpleaños, pero está es excepcional. Saludos
marcosplanet
Posted at 08:52h, 11 octubreYa lo creo. Todos querían mucho a Armando.
Saludos
Mari
Posted at 23:18h, 05 octubreJajaja Qué final inesperado, qué espíritu aventurero el de él y sus amigos. Se pasaron el mejor regalo de cumpleaños sin duda! Besos por ahí!!!
marcosplanet
Posted at 19:42h, 08 octubreFue un gesto de amistad profunda el de sus amigos el haberle preparado a Armando esa bonita (y arriesgada) fiesta sorpresa. Un fuerte abrazo Mari!
El Demiurgo de Hurlingham
Posted at 01:47h, 05 octubreArmando y sus amigos compartían un espíritu de aventura, a una nivel extremo.
Siendo el llegar al lugar del festejo todo un desafío.
Saludos.
marcosplanet
Posted at 14:38h, 05 octubreAsí es, Demiurgo. Ese es exactamente el espíritu que he querido imprimir en todos ellos.
El desafío fue incluso mayor para sus amigos, no hay duda.
Saludos.
Tracyclorrecaminos
Posted at 00:04h, 05 octubreUna sorpresa única y feliz aunque creo que él no tendría muchas ganas de fiesta, estaría rendido.
marcosplanet
Posted at 14:40h, 05 octubreSi, es lo más probable, Tracy, tras esa ascensión tan escalofriante por la montaña.
Gracias por pasarte y comentar.
Saludos.
Mercedes
Posted at 18:42h, 03 octubreCasi, casi da ganas de gritar «sorpresaaaa». Pero, como me dice mi madre cada vez que recuerda que yo me escondía demasiado bien, «ahora ya no me asustas, ha sido cuando no te encontraba cuando me has pegado el susto». EN este caso, el susto se lo han pegado cuando no sabía quiénes eran los que había oído…
Un relato muy divertido.
Saludos cordiales.
Neogeminis
Posted at 18:23h, 03 octubreAhhh esa si que resultó una celebración inesperada! Tu protagonista debe haber sido una muy buena persona para que sus amigos asumieran tanto riesgo para festejar su cumple! No sé si yo me hubiera animado jaja un abrazo
Marcos Manuel
Posted at 02:04h, 04 octubreSi que era buena persona y es lo que destacó en esta historia.
Gracias por comentar Un abrazo
Gustab
Posted at 03:04h, 03 octubreY todos estaban ahí?… no lo puedo creer. no lo esperaba.
Marcos Manuel
Posted at 02:05h, 04 octubreExisten las buenas personas, sin egoísmos, recelos, envidias ni mala idea.
campirela_
Posted at 14:00h, 02 octubreEso sí que es celebrar un cumpleaños de altura.
Preciosa aventura.
Me ha gustado mucho la sorpresa, espero una así de igual para el mío jajajaa.
Besos.
marcosplanet
Posted at 16:14h, 02 octubreMe alegra que te haya entretenido el relato, Campirela.
Un fuerte abrazo.
Nuria de Espinosa
Posted at 10:39h, 02 octubreMenuda sorpresa se llevó Armando. Con el estrés vivido para superar el puente levadizo, al final fue una grata recompensa la fiesta de cumpleaños. Un relato que empieza con un poco de inquietud y al final de la superación termina feliz. Me encantó. Un abrazo
marcosplanet
Posted at 16:10h, 02 octubreMuchas gracias Nuria.
Otro abrazo para ti.
Marifelita
Posted at 22:57h, 01 octubreVaya una sorpresa de cumpleaños! Que momentazo! Y es que hay amigos que valen un imperio! Una imagen preciosa y estupenda! Un abrazote Marcos!
marcosplanet
Posted at 16:14h, 02 octubreMuchas gracias Marifelita!!
Maria
Posted at 18:45h, 01 octubreWuauuu menuda sorpresa se llevó Armando, después de tanto esfuerzo subiendo a aquella montaña tan alta, y con el vértigo que pasó el pobre, aunque sí que disfrutó con aquellas vistas tan maravillosaas, pues qué bien que, al final, de manera inesperada, tuvo su recompensa. El que sus amigos estuvieran allí en esa cueva para celebrar su cumpleaños. ¡Qué bien! se lo van a pasar a lo grande allí. Imagino la fiesta de cumpleaños.
Me encantan tus relatos, no veas cómo disfruto con estas rutas tan maravillosas. Un relato de lo mejor.
Un abrazo y feliz mes de octubre.
marcosplanet
Posted at 20:35h, 01 octubrePor poder leer comentarios como el tuyo es por lo que merece la pena hacer el esfuerzo creativo. Me alegran y animan mucho tus palabras, no sabes bien cuánto.
Un fuerte abrazo y que seas muy feliz.
Alma Leonor López Pilar
Posted at 16:28h, 01 octubre¡Hola, Marcos! Que sorpresa tan buenísima para un montañero 😀 😀 Mi marido se hubiese apuntado, es escalador, aunque hace mucho que ya no practica. Me ha encantado tu relato y tu propuesta… Y eso que me has hecho buscar Monte Subíades y Cueva Normanda por si eran reales 😀 😀
Ya está puesto en HELICON, te dejo aquí el enlace también, para que te sea más fácil encontrarlo https://almaleonor.wordpress.com/2024/09/29/convocatoria-juevera-cumpleanos/
Saludos.AlmaLeonor_LP
marcosplanet
Posted at 17:22h, 01 octubreMuchísimas gracias, Alma. Me alegra mucho que te haya gustado y la coincidencia con la afición de tu marido.
Un abrazo.
Dakota
Posted at 14:07h, 01 octubreMe ha encantado tu relato Marcos, muy original esta celebración de cumpleaños.
Un abrazo.
marcosplanet
Posted at 14:10h, 01 octubreMuchas gracias por dejar tu comentario Dakota.
Otro abrazo para ti.