Visita a la Parroquia de San Manuel González

Así de sencillo es el nombre de este sacerdote sevillano beatificado por el Papa Juan Pablo II en 2001 y canonizado por el Papa Francisco en 2016. Manuel González García, conocido como el Obispo del Sagrario Abandonado o el Apóstol de los Sagrarios Abandonados.

En 1911 San Manuel escribió el Reglamento de la Obra de las Marías de los Sagrarios y Discípulos de San Juan y en 1913 el Manual.

La Obra de las Marías se extendió por las diócesis de España, Portugal, Italia y Bélgica. El primer país americano en donde se establecieron fue Cuba, en 1913. ​ Posteriormente, lo hicieron en Argentina, Puerto Rico, Ecuador, Perú, Venezuela y México.

El 28 de noviembre de 1912 fue recibido en audiencia por el papa san Pío X, pues este mostró interés por su actividad apostólica y acabó bendiciendo su obra. ​ También autorizó que en España se implantara el privilegio de llevar altar portátil para visitar a los enfermos.

En 1913, durante la huelga de los mineros de Rio Tinto Company Limited, Manuel González repartió vales de los comedores escolares a todos los niños necesitados y recogió numerosas limosnas para los hijos de los mineros.

En la Parroquia de Nuestra Señora de la Estrella en Palomares del Río (Sevilla), la cual se encontraba muy deteriorada, San Manuel encontró un Sagrario abandonado, el lugar donde se halla Jesús Sacramentado. Manuel González pensó en la cantidad de sagrarios abandonados que habría en el mundo, recibiendo entonces la gracia carismática que transformó su vida y orientó sus obras. Desde ese momento pensó fundar una orden para acompañar a Jesús en todo momento mediante el rezo.

En el frontal del altar está representado el un pelícano con la inscripción ADORO TE DEVOTE, que nos recuerda el himno eucarístico que compuso Santo Tomás de Aquino en el que nos habla en la sexta estrofa del “bondadoso pelícano”.

 

El propósito de este artículo es contaros los duros comienzos y también la moderna realidad de una parroquia. Nada más. Eso sí, destacando el valor de la obra de este santo que estamos seguros no es muy conocido pero que merece toda la atención. Por ello, independientemente de si eres creyente o no, te invito a leer este post que contiene bastantes curiosidades y también datos de carácter religioso que creo pueden ser de interés igualmente.

Por nuestra parte, hemos recabado información directa del padre José María Marín, párroco de la Parroquia de San Manuel González ubicada en la madrileña localidad de San Sebastián de los Reyes. Comenzamos la entrevista en su modesto despacho situado en la misma entrada del templo.

Por su forma de expresarse y el tono, enseguida se nota que es una persona de trato afable, cultivada y entregada a su comunidad parroquial. Nuestra intención es documentarnos sobre la historia de cómo el padre José María construyó una amplia y diversa comunidad y un nuevo templo. Estamos seguros antes de empezar de que el objetivo se verá cumplido.

–Llevo aquí 13 años –afirma el padre José María–. La Parroquia se erigió en diciembre de 2010 y me designaron párroco tras haber pasado otros diez años en la iglesia de San Sebastián Mártir. Todo empezó con una misa en un solar, al aire libre a las doce durante un año y medio, domingo tras domingo, con la ayuda de unos vecinos que llevaban unas borriquetas, un tablero y el cáliz para preparar el altar.

 

–Yo he visto actos aquí al lado con flores preciosas colocadas en el suelo, hace años –le comento.

–Sí, en la festividad del Corpus Christi –confirma José María.

–La gente colaboraba con ganas y eso es digno de admiración. Ahí estará también la figura del sacerdote detrás ¿eh?

–Pero es que hay mucha gente buena… En fin, estuvimos un año y medio con las misas al aire libre, luego pusimos unas casetas de obra primero y después un prefabricado un poco mejor donde estuvimos 5 años más y cuando empezaron las obras del templo nos trasladamos a un piso bajo de un edificio de viviendas.

Llegó a circular una creencia antigua que creía que el pelícano, cuando escaseaba la comida, en lugar de dejar morir de hambre a sus crías, arrancaba partes de su propia carne para alimentarlas. Es aquí donde nace la comparación con Cristo pues Él mismo nos da de comer de su Carne y de su Sangre. En cada Santa Misa, Cristo nos ofrece la Santa Eucaristía con todo su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad.

 

–Fue un cambio radical pensar en un proyecto tan importante como es este templo ¿Cómo vino la idea, los preliminares? ¿Cómo se pudo dar ese paso de gigante?

–Es la intención que hay desde el principio, claro. El obispo te encarga hacer la iglesia comenzando con la iglesia viva, de cero, con las personas. Yo entre semana iba a otros sitios a dar misa, al hospital y demás, pero lo que también hacía era recorrer las calles del barrio rezando el Rosario porque lo que necesitaba eran personas que se unieran para sacar la parroquia adelante.

–Después empezamos a ver proyectos de arquitectura –continúa el párroco–. Yo tenía claro el programa de necesidades para el nuevo templo:

 

*Con capacidad para 500 personas

*Aulas para catequesis

*Almacenes para Cáritas

*Espacios para atención social

*Casas de sacerdotes

*Salón para grupos de matrimonios o jóvenes

 

–Luego les di el programa a los técnicos de obra y les pedí tres cosas:

 

*No quiero un cubo con torre, sino algo que desde fuera se vea que es una iglesia.

*Que sea un sitio bonito, acogedor, familiar.

*No sé cómo será el retablo, pero la arquitectura nos debe llevar a un Sagrario donde esté Jesús. Y en homenaje al lugar donde nació San Manuel González, el estilo del Sagrario ha de ser sevillano.

Nos sigue contando José María que el 16 de octubre de 2016, el día de la canonización de San Manuel González, el Papa Francisco bendijo la primera piedra del templo, que llevaron desde San Sebastián de los Reyes hasta Roma para tal fin. Las obras de Sanse empezaron en el 2017.

–Se atribuye a San Manuel González un milagro sucedido en Madrid –le comento por lo que he leído sobre el fundador de Misioneras Eucarísticas de Nazaret.

–Así es, sobre una señora llamada Carmen, afectada por una leucemia terminal. Era el año 2008. Un sacerdote conocido mío le llevó una estampita de San Manuel González y a los pocos días estaba completamente curada. El sacerdote estuvo aquí en la inauguración de este templo, ya con muy avanzada edad.

En otro orden de cosas, José María nos comenta que la iglesia dispone de una Capilla de Adoración Perpetua abierta día y noche cuyo acceso luego me mostrará.

–Volviendo a la arquitectura del templo, vimos unos catorce proyectos y al final elegimos este. Es de un arquitecto granadino que se llama Ramón Fernández Alonso, que edificó en Granada la Escuela de Magisterio de la Diócesis de la Inmaculada, en un estilo modernista y en cerámica con los vuelos de la cubierta parecidos a esta.

–En cuanto al número de personas que acuden al templo imagino que al haber logrado crear una comunidad amplia después de todos los años previos, no te habrá resultado difícil llenar el templo.

–No, además, todo se simplifica cuando la gente se implica dese cero porque sienten la comunidad como suya. De hecho, todos los gastos de la iglesia se pagan con contribuciones y donativos de la gente, o sea que no viene del obispado ni del ayuntamiento sino de la fe y la voluntad de las personas que van viniendo. Hay cada vez más familias implicadas y se suscriben.

–Sí, yo lo he visto –le confirmo–. Aquí vienen sobre todo familias con jóvenes, niños y llenan el aforo.

–Esta parroquia es ante todo eucarística, para recordar a todo el mundo que Jesús está ahí, en el Sagrario.  Como decía San Manuel: “Aquí está Jesús, no dejarle abandonado”.

–Antes me hablabas de la Capilla de Adoración Perpetua abierta día y noche que tenéis en la planta superior del templo.

–Sí, es un espacio para orar y sobre todo para hacer compañía al Señor día y noche. Siempre hay gente apuntada para hacer turnos de oración una vez por semana. Como digo, todos los turnos están cubiertos y ves jóvenes y padres que están ahí y eso da mucha paz.

–Otra cosa que facilitamos mucho es la confesión –continúa José María–. En nuestros comienzos, con aquellas misas en plena calle, un sacerdote daba la misa y el otro, bajo una sombrilla, daba la confesión. Ahora somos tres sacerdotes confesando.

El encuentro con la misericordia de Dios es lo que transforma los corazones –nos dice el padre José María. Él vive y siente con fuerza su fe

 

 

–Háblame de cómo celebráis el Corpus Christi, creo que es algo muy especial en esta parroquia ¿no?

–Empezamos a las cinco de la madrugada y es muy bonito porque viene un batallón de familias con sus niños para hacer las alfombras de colores y los altares para el Señor, que, por cierto, las alfombras florales se preparan, pasa el Señor y se quitan. Es un acto de fe al que acuden también niños que van a hacer la Primera Comunión.

–Muy bonito sin duda. Hay también un aspecto lúdico de sabor dulce ¿verdad?

–Sí, claro, a eso de las siete de la mañana invitamos a un chocolate con churros y el año pasado había unas 120 personas que llevaban allí desde las cinco, entre niños, jóvenes y mayores.

–El Señor va motivando a la iglesia. Aquí tenemos los retiros de Emaús, un retiro de adultos que se hace una vez en la vida, un reencuentro potente con el Señor, de confesión. Y para los jóvenes mayores de 18 años está el retiro de Effetá, dos cada año, donde se da testimonio de experiencias que les transforma la vida. Es muy bonito.

Este año iniciamos también el retiro Bartimeo para adolescentes, que les ayuda a llevar una vida plena por sí mismos eliminando las influencias externas negativas.

–Desde luego, no paráis.

–También hay retiros para matrimonios y novios, en fin, tratamos siempre de que la gente se acerque un poco más al Señor. Esto está promovido por personas laicas, no religiosas. Hay algo más de cien matrimonios apuntados.

Es palpable la pasión con la que el padre José María vive su iglesia.

–Ahora cambio de tema y te pregunto sobre esa maravilla esculpida en piedra que es el retablo de este templo ¿Qué detalles destacarías?

–Es piedra artificial, es decir, resina y polvo de alabastro, de la escultora Diana García Roy. Es un retablo que quiere transmitir lo que San Manuel González explicaba. Tenemos que acompañar a Jesús en el Sagrario, concebido como el Calvario. Igual que en el Calvario de Jesús le acompañaban las Marías y San Juan. Por eso él fundó las Hermanas Marías de los Sagrarios y los Juanes de los Sagrarios. De ahí que el retablo represente un gran Calvario.

–Entonces hay un simbolismo religioso en el retablo ¿no?

–Representa un Cristo vivo, sin la cicatriz de la lanza del centurión, y aparecen las figuras de María Magdalena y de la Virgen María, San Juan y el centurión. También figuran en el retablo el Cristo crucificado y bajo él está el Espíritu Santo, que hace eficaces los Sacramentos. Y por eso más abajo se halla el Sagrario.

–¿Aparece San Manuel González en el retablo?

A San Manuel González se le atribuye un milagro sucedido en Madrid en 2008, cuando una mujer llamada María del Carmen sufría un linfoma que, a su edad, podía causarle la muerte. Lo explicamos más arriba.

 

–A un lado está San Manuel González sujetando la lámpara del Santísimo, símbolo de la fe, y en el opuesto la Anunciación y la Sagrada Familia, el nacimiento del Señor, que son dos momentos en los que la Virgen acoge a su hijo en su seno. Simboliza que la Iglesia nos acoge y recibe en la Comunión como la Virgen María recibió a su hijo. Y vemos también a ángeles lanzando flores al Sagrario que son como nuestros actos de amor hacia el Señor.

José María tiene muchos proyectos en marcha y también se encarga de la web cuando puede. Lo primero que quiere publicar son precisamente los detalles sobre el retablo.

Nos despedimos de José María Marín, párroco de la iglesia de San Manuel González en San Sebastián de los Reyes con un sincero agradecimiento por su tiempo, su buena labor en la comunidad parroquial y por su espíritu inquieto y emprendedor que le ha llevado a hacer tan buenas obras.

¡Un abrazo y hasta la próxima, amigos!

 

Nota: todas las imágenes de esta post pertenecen y han sido extraídas de las páginas sanmanuelgonzalez.archimadrid.es la página de facebook de la Parroquia de San Manuel González y esta otra.

18 Comentarios
  • Mercedes
    Posted at 23:57h, 31 enero Responder

    Hola Marcos:
    Acabo de terminar de leer tu magnífica entrevista que, como te dije, quería leer con un poco de tranquilidad para meditar sobre lo que cuentas. Tanto San Manuel como el cura José María son dos ejemplos a seguir, tanto si uno es o no creyente, pero evidentemente más si lo es. Lo de la Adoración Perpetua es algo que me emociona porque cada vez quedan menos sitios debido a la inseguridad y a la falta de personas para cubrir los turnos.
    En cuanto al pelícano, es curioso lo que nuestros antepasados observaban la realidad y luego actuaban en consecuencia. Algo que se va perdiendo cada día más, existiendo a veces y por ciertos sectores un indudable desprecio al campo y a quienes lo habitan y trabajan en él. Luego te enlazo el post por lo que señalas sobre su significado.
    Muchas gracias y saludos cordiales.

    • marcosplanet
      Posted at 06:39h, 01 febrero Responder

      Muchas gracias por tu aportación, Mercedes. Espero ese enlace.
      Saludos!

  • Marta Navarro
    Posted at 11:01h, 19 enero Responder

    Una entrevista estupenda, Marcos. Siempre se tiende a destacar los errores de la Iglesia y se deja al margen la gran labor que hace en muchísimos aspectos. y la vocación de entrega absoluta de tantos sacerdotes. Me ha encantado conocer la historia de esta comunidad y de San Manuel. Nunca había oído hablar de él, la verdad, pese a ser tan reciente la canonización. Una entrada preciosa y muy inspiradora.

    • marcosplanet
      Posted at 18:47h, 20 enero Responder

      Muchísimas gracias Marta. Me hizo ilusión entrevistar al padre José María y escribir un post sobre ello.
      Me alegran mucho tus palabras.
      Saludos.

  • A dónde viajar
    Posted at 10:58h, 19 enero Responder

    No conocíamos la historia de San Manuel González y es una lástima porque hoy en día pocas personas quedan como ella.

    Nos ha encantado la entrevista al padre José María Marín, ya que refleja su esfuerzo y su amor por la parroquía y sus feligreses.

    Saludos!

    • marcosplanet
      Posted at 18:51h, 20 enero Responder

      Os agradezco mucho vuestro tiempo dedicado a leerlo y comprobar que apreciáis la entrega de personas como ellos al servicio de los feligreses.
      Saludos cordiales.

  • Viajantes
    Posted at 22:28h, 18 enero Responder

    Interesante y muy bien narrada historia de San Manuel González, que la desconocíamos totalmente, siempre es fascinante la vida de las personas que entregan su vida al servicio de los demás, que piensan en el resto antes que en ellos, son seres hechos de una madera especial y que logran hacer este mundo un lugar un poco más amigable.
    Un abrazo!! ????‍♂️????‍♀️

  • AMAIA LARRREA
    Posted at 20:48h, 18 enero Responder

    Marcos, muchas gracias por este interesante artículo.
    He podido conocer la historia de este lugar y la figura de San Manuel González.
    He de confesar que los conozco gracias a este completo post.
    Me ha emocionado la entrevista al párroco José María Marín.
    Si en alguna ocasión tengo la oportunidad de pasar por ahí, es seguro que visitaré esta parroquia.
    Saludos

    • marcosplanet
      Posted at 08:56h, 19 enero Responder

      No sabes lo que te agradezco tu comentario y la intención de conocer la parroquia, Amaia. Es una satisfacción grande para mi pues le tengo un cariño especial, por su párroco y sus duros comienzos históricos.
      Saludos cordiales.

  • Daniel
    Posted at 20:07h, 18 enero Responder

    Hola Marcos.
    Gracias por esta entrada. No conocía la historia de San Manuel González. Muy interesante.

  • Joaquin Noval
    Posted at 14:28h, 14 enero Responder

    Una historia muy curiosa. Conocía a Manuel González por haberlo leído en prensa cuando lo canonizaron. Desde luego, en 1902, Palomares del Río apenas sería una aldea con muy pocos habitantes y su iglesia -que conozco personalmente- apenas estaría en pie.
    Lo que me sorprende es que se haya dado su nombre a una parroquia en Madrid.
    Muchas gracias por la información. Un cordial saludo

  • Miguelángel Díaz
    Posted at 22:07h, 11 enero Responder

    Hola, Marcos.
    Me ha resultado fascinante tu publicación. Primero por el tema que no a todos le apetece leer; también por la figura de San Manuel González, de quien no había oído hablar y, sobre todo, por lo que la entrevista nos deja conocer del párroco José María Marín y cómo ha logrado construir a la vez la comunidad y la iglesia. Todo un ejemplo. Me alegra haber leído una publicación tan rica y cargada de fe.
    Un fuerte abrazo 🙂

    • marcosplanet
      Posted at 08:36h, 12 enero Responder

      A mi también me produce mucha satisfacción leer comentarios como el tuyo.
      Muchas gracias por tu tiempo.
      Otro abrazo fuerte para ti.

  • Nuria de Espinosa
    Posted at 11:26h, 10 enero Responder

    Hola Marcos, sin duda Manuel González debió ser una persona bondadosa hacia los demás, aunque por lo que he leído el padre José María también lo parece. Dicen que la fe mueve montañas y la verdad es que las mayores barbaridades se hicieron en nombre de la fe por desalmados que de creyentes tenían poco. Si todos pusiéramos nuestro granito de arena el mundo sería un lugar mejor. Yo soy cristiana, aunque no practicante, pero entrar en una iglesia para mí es relajante, cómo si estuviera en mi casa.
    Cuando fui a Roma y visite el Vaticano quedé prendada.
    En definitiva esta entrada llega al alma y me ha gustado mucho.
    Un abrazo

    • marcosplanet
      Posted at 13:50h, 10 enero Responder

      Me alegra que opines así. La iglesia hace muchas veces muy buenas obras, pero lo que nos transmiten algunos medios de comunicación no es la mejor imagen que puedan dar sobre la institución religiosa.
      En el lado positivo, mira la labor de Cáritas y de los misioneros.
      Un fuerte abrazo.

  • Federico
    Posted at 15:52h, 08 enero Responder

    Interesante entrevista. Saludos

  • María Pilar
    Posted at 10:20h, 06 enero Responder

    Hola, Marcos, después de leer esta interesante entrada, me he quedado pensando en la fuerza de la voluntad humana cuando cree en una idea, y si esta idea es una creencia de fe, como dice el refrán, mueve montañas. En este mundo consumista, que vive de espaldas a la religiosidad, que aparezcan con fuerza estas manifestaciones, sorprende tanto como una flor que crece en un desierto.
    ¡Feliz día de Reyes, Marcos!
    Un abrazo.
    .

    • marcosplanet
      Posted at 16:48h, 06 enero Responder

      Tienes toda la razón, María Pilar. Es precioso y muy acertado lo que dices.
      Muchas gracias y un fuerte abrazo.

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