17 May Yggdrasil, el árbol del universo. Un viaje a los nueve mundos de Odín
El árbol cósmico de la vida
En la mitología nórdica el universo está representado por un disco plano. El disco se halla situado en las ramas del fresno cósmico Yggdrasil, que sostiene los nueve mundos. Y por cada uno de ellos transita el gran dios nórdico Odín hasta que pueda desvelar el secreto de las runas. Los distintos mundos permanecen unidos mediante sus raíces y ramas. La posición relativa entre ellos es simbólica pues no se encuentran en la misma dimensión. El árbol muestra la relación entre los distintos reinos-mundos separados por planos dimensionales.
Yggdrasil se interpreta como “kenning” que significa “caballo de Odín”. Además “drasill” se traduce como “vagabundo o errante”, otra forma poética de decir “caballo”. Ygg se puede traducir como temible. Odín sube y baja a voluntad por el fresno, cabalgando entre los mundos. Odín es una deidad ambivalente, llamado también Wotan en alemán y Woden en inglés arcaico. Es considerado el dios principal de la mitología nórdica, así como de algunas religiones etenas profesadas por antiguos pueblos germánicos.
Su papel, al igual que el de muchos dioses nórdicos es complejo. Es el dios de la sabiduría, la guerra y la muerte, pero también se le considera, aunque en menor medida, el dios de los viajeros, de la magia, la poesía, la profecía, la victoria y la caza.
Las atribuciones que la tradición cultural de la edad vikinga otorga a Odín están relacionadas con la poesía y la inspiración así como con la furia y la locura
Las atribuciones que la tradición cultural de la edad vikinga otorga a Odín están relacionadas con la poesía y la inspiración así como con la furia y la locura
Odín era quien administraba a los poetas valerosos el hidromiel de la inspiración elaborado por los enanos.
El fresno cósmico Yggdrasil se divide en tres zonas, representadas por:
*La copa del fresno (Asgard),
*El tronco (Midgard) y
*Las raíces (Niflheim)
Encontramos una simbología llamativa en esta fascinante mitología de los pueblos del norte. De la raíz del fresno Yggdrasil surge la fuente que abastece el pozo del conocimiento, bajo la vigilancia del gigante Mímir. Este es tío materno de Odín y guardián de las fuentes de la sabiduría. En una ocasión negó a Odín beber de dicha fuente. Odín se vio obligado a ofrecerle uno de sus ojos para poder hacerlo y lograr la capacidad que le permitiría descifrar las runas. Estas simbolizan un conocimiento esotérico y un método de adivinación.
El secreto de las runas está en el lenguaje de los poetas y en los caracteres tallados en madera y piedra
El secreto permanece en las hojas de las espadas, en los cascos de los caballos y son el origen de todo conocimiento y de cada fuerza. Odín obtiene estos conocimientos convirtiéndose en el primer Erilaz, o «sabio de las runas». Para aprender el arte de las runas y de la adivinación, Odín se colgó del Yggdrasil, traspasado por su lanza durante nueve días y nueve noches.
Odín y el manantial de Yggdrasil
Según el Völuspá, la fuente es el lugar donde se aloja el ojo de Odín, al que se refieren los textos mitológicos como «pago» o «prenda» (veoi), que se asocia a que el dios lo entregó a cambio de poder beber del manantial para obtener su sabiduría:
Yo, Odín, lo sé todo, dónde guardas tu ojo:
en la fuente de Mímir, gloriosa, lo tienes;
hidromiel bebe Mímir cada mañana
del pago de Válfold. […]
Völuspá. 28.1
A los pies del árbol Yggdrasil moraba el dios Heimdall, que era el encargado de protegerlo de los ataques del dragón Nídhogg y de una pléyade de gusanos que comían sus raíces intentando así derrocar a los dioses cuya razón de ser era el gigantesco Yggdrasil
El árbol era cuidado por las «Nornas», tres espíritus cuya misión consistía en impregnarlo con las aguas y la arcilla del Pozo de Urd. Además, allí tejían las Nornas los tapices de los destinos. La vida de cada persona forma parte de su telar, y la longitud de cada cuerda equivale a la duración de una vida. Las Nornas reciben los nombres de: Urd, Verdandi y Skuld (pasado, presente y futuro).
Incluso los dioses tienen sus propios tapices, aunque las Nornas no les permiten verlos. Ellos se verán abocados también a su final en algún momento. La mortalidad de los dioses es un aspecto que diferencia la mitología nórdica de otras.
Un puente, el Bifröst, el arco iris, unía Asgard (la morada de los dioses) con Midgard, el reino de los humanos, en el Yggdrasil
Por este puente transitaban los dioses para entrar en el Midgard (el reino de los hombres). Estaba hecho de fuego para que los gigantes no pudieran atravesarlo.
Se creía que los arcoíris y las auroras boreales eran avistamientos del puente multicolor que utilizaban los dioses Aesir para viajar de Asgard a Midgard ida y vuelta. El Bifröst cruza el cielo desde La Tierra hasta Himinbjörg, el castillo en el cielo, donde habita el dios guardián Heimdall. La caída del puente Bifröst durante el Ragnarök (fin del mundo) dejará desprotegida a Midgard.
Heimdall es hijo de Odín y de nueve mujeres gigantes que lo nutrieron con sangre de jabalí
Para permitir que Heimdall detectara la presencia de cualquier enemigo en la distancia, la asamblea de los dioses le dotó de sentidos tan agudos que podía oír crecer la hierba en las colinas y la lana en los lomos de las ovejas o ver a cien millas de distancia con nitidez ya fuera noche o día. Por añadidura, necesitaba menos tiempo de sueño que un pájaro, estas eran las cualidades del mítico Heimdall.
Vivía en un palacio llamado Himinbjörg, situado en el punto más alto del puente Bifröst, y allí le visitaban con frecuencia los dioses para beber juntos el exquisito hidromiel con el que los agasajaba.
Heimdall siempre era representado con una resplandeciente armadura blanca, por lo que era conocido como el dios brillante o de la luz o el dios blanco
Él decidía quién entraba en Asgard desde el arco iris. Heimdall será quien avise a los dioses de la llegada de los gigantes en el Ragnarök haciendo sonar su cuerno Gjallarhorn, que será oído en todo el mundo. Así los dioses se levantarán en armas para luchar en la última gran batalla. Durante el combate, Heimdall será el último de los dioses en morir. Está destinado a pelear con Loki, resultando ambos muertos tras un igualado encuentro.
Del árbol Yggdrasil gotea miel y da cobijo a un águila sin nombre que porta entre sus ojos a un halcón conocido como Veðrfölnir, recorre sus ramas la ardilla Ratatösk, y en él se aloja el dragón llamado Nídhogg. Cuatro ciervos corrían por sus ramas y el rocío que caía de su cornamenta formaba los ríos del mundo.
También la ardilla se desliza por Yggdrasil de arriba abajo, portando sus mensajes entre el águila sin nombre y Nidhögg, el dragón que habita bajo el árbol del mundo cuyas raíces come la ardilla con frecuencia (y él mismo) hasta que llegue el Ragnarök (el fin de los tiempos) y aniquile el universo.
A la ardilla generalmente se la conoce como «diente perforador» o «diente taladro».
Algunas interpretaciones de la mitología nórdica sugieren que la verdadera intención de Ratatösk era destruir a Yggdrasil mediante la provocación del enfrentamiento entre el dragón y el águila.
Recordamos que el universo mitológico nórdico constaba de nueve mundos situados en las ramas del fresno Yggdrasil
Estos nueve mundos están presentes a lo largo del árbol sagrado y se designan por la terminación de cada nombre:
–heim significa “hogar, reino o mundo”, y
–gard es “jardín o tierra”.
Descendiendo por el tronco encontramos el Midgard, la “Tierra de El Medio” (tierra de los hombres), y las tres raíces, donde se ubican los otros mundos. La primera raíz se dirige hacia la Fuente de Hvergelmir, la segunda a la fuente de Mimir en Jötumheim y la última a la Casa de las Nornas (el Destino).
Estos son los mundos por orden descendente, aunque según qué fuente consultes la posición relativa puede variar:
- Muspelheim es el Reino de fuego. Situado en la copa del árbol, su morador es el gigante de fuego llamado Surtur y otra clase de criaturas en llamas. Algunas versiones lo sitúan al mismo nivel del infierno Helheim y de Niflheim, el Reino de las nieblas perpetuas.
- Asgard, el Reino de los Ases o paraíso. Allí está el Valaskialf, la sala de Odín techada de plata pura, donde se encuentra su trono, el Hlidskiaf. Cuando se sienta en ese trono, ve todos los mundos y lo que en ellos acontece. Ante él se presentan Hugin y Munin, Pensamiento y Memoria, sus cuervos, a llevarle noticias. En el ala Sur se encuentra Gimle, la sala más hermosa. Esta continuará existiendo una vez desaparecidos él y la tierra y es en ella donde vivirán “in eternum” los hombres buenos y honestos. En Asgard se encuentran los salones del Valhalla, es decir, el majestuoso espacio del palacio de Odín, el padre de los dioses y de los seres vivos. Hasta allí llegaban quienes morían luchando en batalla, llamados einjerher (guerreros vikingos).
Aparte de los dioses también componen Asgard las almas benévolas.
- Vanaheim, es el Reino de los Vanir, una familia de dioses relacionados con los elfos. Se encuentra a escasa distancia de Asgard, aunque en un nivel levemente inferior. Los Vanir eran una antigua casta de dioses duchos en la magia y la bujería, lo que les otorgaba la capacidad de leer el futuro. Frigga, esposa de Odín y miembro de dicha raza, se dedicó a infundir sus enseñanzas a Odín sobre los secretos de la magia.
- Alfheim, es el Reino de los seres de la luz. En él habitan los elfos de luz (Ljósálfar), los medianos, los duendes, las hadas y un largo número de criaturas. Estos elfos son seres de gran belleza y conocimientos de magia y combate, pero esquivos y poco sociables. Constantes conflictos entre los Elfos Oscuros y los Elfos de la Luz cubren de sombras este reino. La lucha se centra en controlar la Luz de Alfheim. De esta luz extrae el Bifröst su fuente de energía para atravesar los reinos. Debido a que la Luz está en el hogar de todos los Elfos, ambas razas han combatido por su posesión durante siglos, habiendo cambiado la Luz de Alfheim de custodios en innumerables ocasiones.
- Svartálfaheim, es el Reino de las criaturas de la noche o elfos oscuros (Svartalfar), identificados con los enanos nórdicos o Dvergar. Viven bajo las grietas de la tierra muy cerca de Helheim, el infierno. Al menor contacto con la luz quedaban convertidos en piedra. Eran excelentes herreros y fabricantes de artefactos mágicos. Entre las obras más famosas de los enanos encontramos: Mjolnir (el martillo de Thor), Gungnir (la lanza de Odín) y Skidbladnir (el barco de Freyr, dios vanir de la fertilidad favorito de los elfos).
El término Heim significa “casa, hogar”, por lo que cada mundo es un reino gobernado por criaturas diferentes.
6. Midgard, el Reino de los Hombres, está situado en el tronco. Midgard es el mundo de los hombres creado por los dioses Odín y sus hermanos, Vili y Ve tras el combate con Ymir, el primero de los gigantes. Es nuestro planeta Tierra. Traducido del nórdico antiguo, es el «asentamiento/residencia en el centro del mundo conocido», de ahí el término común de «Tierra del Medio». Este mundo alinea su eje con una de las raíces del Yggdrasil.
- Jötunheim, el Reino de los gigantes de la escarcha y de los de roca
Está situado en una de las raíces, la que se hunde en la fuente de Mimir, donde son protegidas la sabiduría y la inteligencia. Desde allí, los gigantes Jotun mantienen amenazados a los humanos de Midgard y a los dioses de Asgard, de los que están separados por el río Iving. La ciudad principal de Jötunheim es Utgard.
- Niflheim, el Reino de las tinieblas perpetuas. Este nombre significa “Hogar de la niebla” y en él reina un eterno silencio. Es la morada del dragón Nidgögg. Aquí acaban los que han muerto por enfermedad, vejez o accidente. Es la materia fría, un reino de suplicio opuesto al Muspellheim o materia caliente. De la colisión de ambos en el espacio mágico llamado Ginnungagap surgió el mundo. Del centro de Niflheim brota la fuente nodriza de todas las aguas, el pozo Hvelgermir o “caldera hirviente”. Niflheim está situado sobre el reino de los muertos donde reina la gigante Hela.
9. Helheim, el Infierno
Está situado en una de las partes más oscuras y tenebrosas del enorme y gélido Niflheim. Aquí mora el dragón Nidgögg y gobierna la gigante Hela, diosa de los muertos. Hela es hija de Loki (ser maligno considerado por algunos como una deidad). A este mundo llegan los muertos que son condenados por sus crímenes. Se dice que del nombre Helheim deriva el término inglés “Hell” (infierno).
Hay que añadir que entre Midgar y Jötumheim en lo que algunos creen se trata del mismo Svartálfaheim (el reino de los elfos oscuros que ya vimos) se halla Nidavellir, el reino de los enanos. Es probablemente otro de los nombres que adopta. Otros manuscritos de la Edda prosaica del historiador islandés Snorri Sturluson, indican que Nidavellir es en efecto la región donde habitan los enanos (muy parecidos a los Svartalfar) y que en él habitaban los Elfos oscuros, denominados también Svartalfar, según Sturluson.
Sobre las tres raíces del Yggdrasil
La primera alcanza el reino de los dioses ases (Asgard), donde se encuentra la fuente Urder o Pozo de Urd. Hasta allí suelen nadar los padres de la raza de los cisnes. Con sus aguas riegan las Nornas el árbol.
La segunda raíz se extiende hasta el cielo de los Gigantes, donde se halla la fuente de Mimmer (Mimir o Mim), que contiene la sabiduría plena, y en la que Odín dejó su ojo como prenda para poder beber de ella.
Por último está la tercera raíz, extendida hacia el reino de las tinieblas y el frío, y que es roída por múltiples serpientes entre las que se encuentra Nidhögg. Cabe reseñar que según de qué versión se trate, puede tratarse de un dragón.
Sobre el “Pozo de Urd”
Urdarbrunnr (en lengua nórdica antigua: «Pozo de Urdr»; refiriéndose al concepto germánico de destino -urdr- o una norna llamada Urdr), es mencionado en una colección de poemas reunida en el siglo XIII de fuentes tradicionales, y en un texto de la Edda Prosaica, la compilación poética escrita en el siglo XIII por el historiador Snorri Sturluson.
En ambas versiones, el pozo se abre junto a la base del árbol cósmico Yggdrasil. Esta poesía se refiere a Urdarbrunnr como uno de los tres pozos que existen junto a las raíces de Yggdrasil extendidas por tres tierras distantes.
Los otros dos pozos son:
Hvergelmir, junto a la raíz de Niflheim, y Mímisbrunnr, situado en una raíz próxima al hogar del gigante de la escarcha.
Diversas especulaciones giran en torno a este misterioso Pozo de Urd
Se describe que el agua que contiene el pozo es tan sagrada que todas las cosas que entren en el pozo se tornarán «tan blancas como eso que llamamos clara, que está dentro de la cáscara del huevo«.
Ahora procede una aclaración sobre el llamado Völuspá. Este es el primer y más conocido poema de la Edda poética (colección de poemas escritos en nórdico antiguo preservados inicialmente en el manuscrito medieval islandés conocido como Codex Regius). Cuenta la historia de la creación del mundo y su inminente final, narrado por una völva o vidente y dirigida a Odín.
En la Visión de “La adivina” del Völuspá se puede encontrar mención a Yggdrasil, cuando es descrito el Pozo de Urd en los versos 19 y 20:
Yo sé que se riega un fresno sagrado,
el alto Yggdrasil, con blanco limo;
eso es el rocío que baja del valle;
junto al pozo de Urd siempre verde se yergue.
“La adivina” es el poema más apreciado de todos. Cuenta que Odín, dios principal, ha evocado de su tumba a una völva (mujer “spae” sibila o vidente), la cual le habla del pasado, del origen del mundo, del primer hombre, de la primera mujer… y del fresno Yggdrasil.
Sobre el pozo Hvergelmir
Se dice que todos los ríos fríos provienen del pozo llamado Hvergelmir, y se dice que es la fuente de los once ríos en la mitología nórdica. El pozo Hvergelmir es el origen de todos los seres vivos y el lugar al que volverán todos los seres vivos.
Las olas de hielo de Elivagar son los ríos que existían en Niflheim al principio del mundo
Eran los arroyos que flotaban en Hvergelmir. El agua de Elivagar descendió por las montañas hasta las llanuras de Ginnungagap, donde se solidificó hasta convertirse en escarcha y hielo, que gradualmente formaron una capa muy densa. Ésta es la razón por la que hace mucho frío en las llanuras del norte. Cuando el árbol del mundo Yggdrasil comenzó a crecer, extendió una de sus tres grandes raíces hasta Niflheim y extrajo agua del manantial Hvergelmir.
Y dejamos por ahora este descubrimiento del universo según la visión de la mitología nórdica, que a mí personalmente me fascina. Os invito a continuar el mito en mi siguiente post que lleva por título: «El cosmos de los nórdicos». Espero que lo disfrutéis.
Os deseo salud y suerte!!
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