MARCOSPLANET | Descubre la magia de leer y viajar

Bromas aparte. Reto del jueves 20 de noviembre

 

Bromas aparte

 

Reto literario del jueves 20 de noviembre de 2025


 

La semana había pasado en un suspiro pero al fin era viernes. Laureano quiso homenajearse a sí mismo y antes de recostarse en un diván de su casa rural, pasó por la tienda del pueblo que mejor le trataba. Ultramarinos Martín no se anunciaba con rótulos sino con la confianza que transmitía a sus clientes. Pepa, la propietaria, sabía disponer sus manjares de forma más que atractiva para los clientes. Laureano gozaba de preferencia por su buen gusto y su alegre cartera.

El propietario de la casa más antigua del pueblo cargó su mochila con las delicias más exquisitas de toda la región dispuesto a encender la chimenea y poner todos sus sentidos en las viandas de aquella mesa.

Antes de entrar del todo a la casona recogió la correspondencia del buzón y hojeó el contenido de los sobres. Uno de ellos llevaba un remitente que le hizo sonreír:

«Academia de las malas artes, calle del Agüero 34, Ciudad LET, barrio AL.

Entendió que quien echara el sobre en su buzón sería alguien ajeno al servicio de Correos. Pero ¿con qué propósito?

Abrió la carta y leyó:

««Le comunicamos su próximo fallecimiento. Tendrá lugar el día 16 de octubre entre las 15:00 y las 15:30 horas»».

Con una risa latente, Laureano echó cuentas. La broma ocurriría entonces para dentro de una semana. A pesar de parecer un chiste, no pudo evitar que el estupor se apoderase de él, una persona fiel a las rutinas y poco amigo de las sorpresas.

Cuando presentó la carta en la comisaría, los policías tuvieron que contener la risa.

«Venga, esto es un cachondeo que se traen los jovencitos que dan la lata por las noches en la plaza mayor. Por nuestra parte no disponemos de tiempo para atender este tipo de cosas. Somos dos agentes en este pueblo».

Laureano daba vueltas en su cabeza a aquel asunto ¿Quién y por qué?, eran sus interrogantes. Decidió que lo único que necesitaba era esperar y preferiblemente olvidar.

 

Llegó el martes 16 de octubre, las tres menos un minuto. El corazón latía desbocado en el pecho de Laureano.

Una sombra le observaba desde un rincón tras la chimenea. La figura amorfa flotó durante unos instantes y despareció como una exhalación por encima de aquel cadáver antes llamado Laureano.

 


 

Y esto es todo, amig@s. Nos veremos en el siguiente reto.

Salir de la versión móvil