Naturaleza viva y un par de amigos
Los viernes se habían convertido en días muy especiales para los dos hermanos. Suponían un encuentro emocional deseado y avivado por las buenas viandas y el buen charlar en torno a esos temas que gustan. En su caso, las rutas por parajes naturales que Pedro había recorrido unos meses antes. En concreto, por el norte de España.
La magia reinante en los Picos de Europa, entre Asturias, Cantabria y León, había calado tan hondo en Pedro que mientras describía en el chat familiar su viaje por allí fue captando el interés creciente de su hermano Gabriel. Este recogía cada frase que Pedro le enviaba por whatsapp junto a las fotos y vídeos correspondientes y procesaba la información con fruición comentándolo todo.
Gaby animaba a Pedro a que continuase adelante y que no decayera su ánimo, porque duras fueron las pruebas por las que hubo de pasar. Esos barrancos con una pendiente que asusta o los agujeros abiertos en plena ruta sobre simas kilométricas. Algunas alcanzan profundidades de más de 1000 metros, siendo la Torca del Cerro del Cuevón la más profunda de España, con 1600 metros y una de las más profundas del mundo.
De ese modo recibió el impacto emocional, a través de todo un reportaje por whatsapp con imágenes inolvidables. Eso sacó también a flote su vena de escritor y hasta compuso algunos versos glosando las hazañas de su hermano en ciertos momentos de su trekking de una semana.
Al principio, eran esos viernes únicos de los que hablaba al comienzo de esta pequeña historia cuando obraba la magia de dos encuentros, el de Pedro con sus paisajes y el de Gabriel con la historia de esa aventura. Después vinieron tiempos de espera con el recuerdo de verdes escenarios de la naturaleza viva presidiéndolo todo… hasta que ambos iniciaron el mismo recorrido juntos.
Gaby me dijo una vez:
«En medio de aquellos lugares verdeantes, cuando sientes que la inmensidad te rodea y el aire se mete por tus poros, contemplas el verde en todos sus tonos y es cuando te vienen a la memoria esos muros de las cabañas de pastores que has visto, esas iglesias de los pueblos antiguos, las moles calizas que los rodean y la historia que ha pasado por ellos».
Y de esos encuentros con su hermano y con los verdes pastos y moles montañosas donde la vaca astur impera, surgió en Gabriel el germen de crear un blog y contar en él las impresiones que en su mente de escritor generaban sus aventuras viajando por muchos otros lugares donde el verde de la esperanza adornaba el paso de los caminos.
©Marcos Manuel Sánchez Sánchez
Y eso es todo, amigos.
Esta es mi aportación al reto literario de los microrrelatos de los jueves. En esta ocasión lo organiza Neogéminis desde su bonito blog y a quien agradezco sinceramente el esfuerzo que le ha supuesto.
El tema elegido es:
Verde que te quiero verde
Neo lo define así:
«Evocando (que no emulando) los famosos versos de García Lorca, les invito a escribir, ya sea concreta o simbólicamente sobre este color tan particular. Puede ser utilizando algún objeto VERDE que aparezca destacado en el relato o reflexionando sobre lo que pueda significarnos sus características estéticas o emotivas. La consigna pretende partir de ese color para narrar historias breves que surjan sin más condicionamientos».
AQUI dejo la lista con el resto de participantes.
