22 Mar ¿Qué le diría Rafa Nadal a Alejandro Magno?
Este es un diálogo entre dos grandes figuras de la historia que destacaron en dos campos muy diferentes. Descubre qué sucede tras este encuentro.
¿Qué le diría Rafa Nadal a Alejandro Magno?
—Tú, Alejandro, cortaste el nudo Gordiano de un tajo ejecutado con tu espada. El «Kopis», la famosa espada griega de forma curva y acabada en punta.
—Pues sí, con ella conseguía derribar al enemigo “a punta de kopis” o como diríais en tu época “a punta de pistola”.
–¡Vaya! Sabes mucho acerca de esta realidad a la que te has trasladado, Alejandro. Por cierto, ese instrumento mortal acababa en una especie de borde levantado, ¿verdad? Con ese artificio lograbais grandes victorias en la caballería.
—Sí, se puede decir que con el kopis pude construir un imperio.
—Estoy fascinado con tus conquistas de Asia Menor, Egipto, Mesopotamia, Bactria… entre otros lugares.
—Tú también sorprendes con tu conocimiento de aquellos tiempos, Rafael. Bactria era capital de los territorios que incluyen a la actual Afganistán y alrededores. Mis incursiones segaron muchas vidas, por ejemplo en Asia Menor con la Batalla del río Gránico, donde derroté por vez primera a los persas.
—Aquello sirvió para abrirte el paso hacia Asia Menor. La batalla tuvo lugar en el noroeste de la actual Turquía, cerca del emplazamiento de Troya, creo, sobre un río conocido como el Gránico ¿verdad?
—Eso es, corría el 334 antes de Cristo. Los persas dispusieron troncos de árboles amontonados en las orillas del río, pero no nos impidieron el paso.

Imagen de la batalla del río Gránico.
—Tu triunfo se podría comparar con mi victoria en mi primer Grand Slam. Corría el año 2005 de esta Era y tuvo lugar en París, Francia, en la pista de combate llamada Roland Garros.
—Así es. Tú ya eras el número 5 del mundo, Rafa. Y venciste a un tal Federer en la semifinal de ese torneo el día en que cumplías 19 años.
—Eso me pasó factura, no obstante. Pocos meses más tarde, fruto de malos apoyos, una lesión en un pie me dejó fuera del torneo de Maestros. Creo que en el Gránico a ti te hirieron con un flechazo en el muslo.
—Has acertado. Y en la batalla de Hidaspes, en 326 a.C., fui herido por una flecha que se me incrustó en un pulmón.
—Vale, pues yo ya me había fracturado el pie izquierdo en el 2004, cuando gané mi primer título ATP en Sopot, Polonia.
—Menuda racha, Rafa. Mi problema fue que esas lesiones, junto con enfermedades como la malaria y la fiebre tifoidea, fueron debilitando mi salud y contribuyeron a mi muerte.
—El hecho de que estés aquí me impresiona mucho, Alexandros. Quizá tenga que ver con la creación de una pasarela del espacio-tiempo, como diría Einstein.
—Creo que ya hubo una alteración de eso que dices y que produjo un encuentro similar a este, pero donde participaban ese Einstein que mencionas y un tal Leónidas de Esparta, según cuenta el papiro de Marcosplanet, perdón, se llama blog, ahora, según creo.
—Nosotros nos estamos viendo en la misma dimensión en apariencia, sí, pero creo que nunca podremos tomarnos un té juntos, Alex. En fin, lo que nos haya llevado hasta aquí no interesa. Me fascina lo que conseguiste con tus conquistas para la difusión de la cultura griega. Fundaste Alejandría, que se convirtió en un centro de aprendizaje y cultura. Tu conquista del extenso Imperio persa y la creación del imperio macedonio condicionaron el panorama político y cultural de la época.
—No exageremos, hubo muchos problemas fronterizos, aparte de que, como te dije, contraje la malaria y fiebres tifoideas que acabaron conmigo allá en el 323 antes de Cristo. Me encontraba en el palacio de Nabucodonosor II en Babilonia. Estaba a un mes de cumplir 33 años. Esto sumió a los vastos territorios que conquisté en una serie de guerras civiles, conocidas como las Guerras de los Diádocos.
—Cruzaste el río Indo, la frontera más lejana del antiguo Imperio Persa, avanzaste a través de los ríos Éufrates y el Tigris… Te apoderaste de Tiro y Gaza y pudiste entrar, sin resistencia alguna, en Egipto. Y creo que aquí fuiste coronado faraón.
—Fue a costa de muchas vidas, Rafa, pero había que hacer las cosas de forma tajante, o si no, otros lo harían por ti.
—¿Quieres decir como cuando cortaste de un solo golpe el nudo gordiano? Nadie lo había logrado nunca.
—Eh, bueno, el rey Gordio ató un nudo a su carro en agradecimiento a Zeus por haberlo proclamado rey de Frigia. Cuando conquisté Frigia lo corté. Según una profecía, quien desatara el nudo reinaría sobre Asia.

Imagen de Alejandro y Aristóteles. El notable filósofo se ocupó de la formación intelectual y académica de Alejandro durante cinco años.
—Conquistaste un inmenso territorio que se extendía desde los Balcanes y tu Grecia natal hasta el norte de la India. Realmente impresionante.
—Tú también conquistaste grandes premios y libraste muy duras batallas, como aquella contra Djokovic en Australia. El partido duró cerca de seis horas, creo. Tu contrincante afirmó que eras uno de los mejores tenistas de la historia.
—Eso dijo, sí, al recibir el premio como ganador del torneo. Sucedió en el torneo Abierto de Australia en el 2012. Nos enfrentamos en cinco sets. Fue la derrota más dura de mi carrera, pero a la vez el mejor partido que haya jugado.
—Mira, Rafa, en la fachada del edificio que está frente a nosotros, exponen imágenes de tus victorias y títulos. ¡Qué bueno es esto de ser famoso en esta época tuya, tan avanzada, con esas luminarias en las que sales moviéndote de forma mágica! Es como si flotaras sobre la pared de esos edificios monstruosos. Ahora aparece un texto, frases que surgen de la nada llenas de luz. Confieso que estoy desconcertado. Parece que es una imagen fija y … ¡Hasta puedo leerla! No sé por qué razón entiendo vuestro idioma y nos entendemos los dos a la perfección. Imagino que son cosas del espacio-tiempo que hemos comentado antes.
—Ejem, bueno, puedes leer, pero en fin, me resulta algo…
–¿Incómodo? No te preocupes, llevamos hablando un buen rato sobre nuestro palmarés y no nos hemos mostrado recatados precisamente, así que empiezo.
– «Es el tenista masculino más joven de la historia en conseguir el Golden Slam en la carrera, que consiste en lograr los cuatro Grand Slam…
—Torneos, significa torneos, Alejandro.
—Ah, gracias, continúo, «(…) y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos a lo largo de la carrera profesional, éxito únicamente compartido con Andre Agassi y Novak Djokovic. Es, junto a Novak Djokovic, uno de los dos tenistas masculinos en toda la Era Abierta en conseguir el Doble Grand Slam en carrera, que consiste en ganar, al menos dos veces, cada uno de los cuatro Grand Slam a lo largo de la carrera”.
»”Nadal es el tenista que más veces ganó desde el comienzo de la Era Abierta un mismo torneo de Grand Slam y Masters 1000: Roland Garros y Montecarlo (el primero en catorce ocasiones y el segundo en once); y el primero en ganar al menos un título de Grand Slam durante diez temporadas consecutivas: desde 2005 hasta 2014”.
»”Es el tenista masculino con más semanas consecutivas dentro del top 10 del ranking ATP (912), y posee la mayor racha de victorias consecutivas en una misma superficie (81 en tierra batida)”.

Imagen del irrepetible Rafa Nadal
—Uf, recuerdo una incursión contra los persas en la batalla de Issos, donde me enfrenté victoriosamente al rey Darío tercero. Era una planicie donde la tierra parecía estar… batida, sí, no podría expresarlo mejor.
—Y dos años después, en el 331 antes de Cristo, venciste también a Darío en la batalla de Gaugamela, donde el rey persa huyó despavorido, creo. Has sido todo un ejemplo para la humanidad, Alejandro, por tu juventud al iniciar tus conquistas, tu sabiduría al establecer el imperio macedonio y tu contribución a impulsar la unificación de pueblos y culturas muy dispares bajo un solo imperio, lo que permitió una mayor estabilidad política y económica en algunos territorios. También promoviste que la lengua griega se expandiese y la adopción de instituciones y leyes griegas en muchas áreas conquistadas.
–Bien por tu discurso, pero lo que a mí me preocupa es el nudo gordiano, Rafa.
—¿Qué quieres decir?
–Pues que «Cortar el nudo gordiano» o «cortar por lo sano» significa resolver en un instante y sin contemplaciones un problema; ya que, descubriendo la esencia del problema, podremos revelar todas sus implicaciones. No me interesa regresar al mío, como podrás entender. Allá estoy muerto y hace siglos que mis huesos empezaron a desvanecerse.
—¿Así que quieres permanecer aquí, en esta dimensión paralela a mi mundo, Alex?
—Nada de eso, Rafa. Deseo cambiarme a tu mundo, por esa especie de pasarela que el tal Einstein empezó a definir…
–Los agujeros de gusano, atajos a través del espacio y el tiempo de los que hablaban nuestro querido Einstein y otros científicos como Stephen Hawking. Mira, yo no sé cómo funcionan, pero hay algo que actualmente llamamos “pensamiento lateral”.
—Bueno, ¿y adónde me llevará eso?
—Está relacionado con la solución urgente de problemas que podrían empeorar ante el paso del tiempo, querido Alejandro. Busca una solución mediante estrategias no ortodoxas, que normalmente serían ignoradas por la lógica.
—Ya, ¿y eso hará que llegue hasta este mundo y me transforme en una persona real?
—Escucha, romper este nudo Gordiano solo admite soluciones creativas o propias del pensamiento lateral. Hay que producir ideas que estén fuera del patrón de pensamiento habitual, Alexandros.
—¿Quieres decir dejar a un lado ideas simples como que las espadas son para pelear en la batalla, o que los caballos son para enfrentar más seguros al enemigo?
—En cierto modo, amigo. Piensa en una espada para dibujar con su filo en la fina arena de una playa. Podrías escribir formas curiosas o signos que sirvan para crear un idioma. Y un caballo te desplaza de un lugar a otro a una velocidad de unos 75 km por hora, nada despreciable para acortar el tiempo en hacer llegar mensajes urgentes, por ejemplo.
–Vale, pero todo eso no me va a solucionar mi problema de cómo permanecer en tu mundo. Creo que eso de los gusanos agujereados es una especie de vil mentira. Lo veo en tus ojos, Rafael.
–¿Cómo?… mejor no vayas por ese camino. Me sorprendes, Alex. El entendimiento es lo mejor que puede haber entre las personas.
–No fue el entendimiento lo que me llevó a la muerte, Rafael. Tanta batalla y encumbramiento en el poder despertó a mi alrededor a muchos enemigos, así que dejé de confiar en las palabras hace mucho.
–Entonces, ¿te has acercado a mí siguiendo un plan?
–Tras sus conversaciones con Einstein gracias a una conexión del espacio-tiempo, Leónidas dejó en el mausoleo de su tumba en Esparta un mensaje que hallé 150 años después de su fallecimiento en la batalla de las Termópilas. Contenía una solución al enigma de los agujeros de gusano mediante un término llamado algoritmo. Es algo de carácter matemático que de algún modo está escrito en las estrellas. Solo mis astrólogos han sido capaces de interpretarlo para ayudarme a venir hasta aquí.
–¿Y cómo han podido… trasladarte? ¿Una máquina del tiempo o algo así?
–Una fuente de energía que aparece al situar espejos poliédricos frente al sol del mediodía. Desconozco el método que han empleado y cómo han usado ese elemento matemático para crear una conexión física. He encontrado el camino para traspasar el espacio inmaterial en el que me muevo y llegar a tu mundo.
–Me dejas perplejo, Alejandro el Magno. ¿Y con qué intención vienes aquí? Para disfrutar de nuestros adelantos y relajarte en alguna playa no será, deduzco.
–Fui tan poderoso y carismático que algunos me apreciaban como un semidiós. Ahora debo ajustar mis ansias de anexión y conquista a los tiempos que corren. Veo que en tu realidad sigue dominando el mal y con mayor peligro que en mi época, donde aún no existían esas armas de destrucción masiva que hoy poseen los imperios más poderosos. Me voy a divertir creando un nuevo grupo de generales a mi alrededor y aprenderé cómo utilizar esos artefactos para gobernar a todos.
—No me explico cómo esperas conseguirlo, Alexandros.
–Mediante la estrategia, amigo Nadal. Tú sabes bastante de eso por tus victorias en el universo del tenis. Y no olvides que yo soy el mejor estratega de todos los tiempos.
Y esto es todo, amigo lector. Deja tu comentario y dale al like si te ha gustado.
Hasta la próxima disertación.

Luferura
Posted at 20:09h, 19 septiembre«….según cuenta el papiro de Marcosplanet, perdón, se llama blog, ahora, según creo.» Indudablemente ese valioso papiro lo encontraremos cuando la biblioteca de Alejandría tenga una conversación. Me ha gustado mucho esta conversación. Aumque me gustaría matizar un par de cosas:
– Al nudo gordiano se le pretenden dar muchas explicaciones yo me quedo con que para poseer Asia no había otro truco que la fuerza, por eso Alejandro deshizo el nudo de un tajo.
– Alejandro no es que fuese el mejor estratega, sabía que tenía que contar las batallas por victorias. Una derrota significaría su derrocamiento. Fue un buen táctico sabien aprovechar sus fortalezas en las debilidades de sus enemigos. También fue un hábil político que iba de «buen rollito» en sus tierras conquistadas. Se encontró en un dilema cuando para afianzar su poder en Persia tuvo que adoptar ciertas costumbres como que todo se tuviesen que postrar ante él,cosas que sus generales no les gustó.
Y Rafa Nadal es ,como muy bien dices, el Alejandro del tenis.
No sé si Alejandro en nuestra época actual daría con la estrategia adecuada.
Per loLo importante importante es que me ha gustado mucho este relato.
Un saludo
Miguel Ángel Díaz Díaz
Posted at 20:12h, 18 abril¡Punto, juego, set y partido, Marcos!
Otro diálogo interesante entre dos luchadores natos en el que nosotros salimos ganando.
Un fuerte abrazo 🙂
marcosplanet
Posted at 09:08h, 19 abrilJa,ja,ja. Muy agradecido por tus palabras, Miguel. Así es. Este es el segundo relato con dos protagonistas de talla mundial intercambiando impresiones, cada uno de su mundo.
Otro abrazo fuerte para tí.🤗
María
Posted at 09:09h, 25 marzoVaaaya maravilla has construido MARCOS!
Realmente admirable la recreación de este encuentro imposible y además, la cantidad de información que aportas de la historia personal de ambos, no sé si eres un grandísimo historiador o experto recopilador de datos, en ambos casos, el esfuerzo y el mérito es enorme, la pena es q no haya convencido a Alejandro Magno para q se plante delante de los mandatarios megalómanos, q estando la psicopatía gobiernan hoy este mundo desquiciado y con su esperanza les haga ver lo absurdo de tanta muerte y dolor como causan por culpa de esa ansia enfermiza de poder y dominación q les impulsa y q si nadie tendría nos llevará a la irremediable destrucción de la humanidad..en fin, ha sido un inmenso placer leerte, ni siquiera sé cómo he llegado a tu blog, pero me has hecho pasar un ratito estupendo, mil gracias!
marcosplanet
Posted at 22:20h, 25 marzoMil gracias a ti por tu tiempo y tus palabras, María. Me encanta que te haya gustado tanto. Si, ha sido un trabajo arduo recopilando datos, pero sin exagerar.
Saludos cordiales.
Ana Piera
Posted at 14:42h, 24 marzoHola Marcos, un encuentro muy original. Sin duda un relato muy bien documentado donde presentas los hechos más importantes de la vida de ambos. Al final resulta que al buen Alex se le ocurre quedarse. Quizás no sea mala idea, con lo malita que está la política mundial hoy en día…
Me ha gustado tu relato, te felicito.
marcosplanet
Posted at 19:10h, 24 marzoMuchas gracias, Ana. Así es, de hecho, me he basado en la situación actual del mundo para escribirlo, como una alternativa más a las que ya podrían estar dándose en estos momentos a nuestro alrededor, con esa fragilidad que nos caracteriza por el hecho de ser simples peones en esta inmensa partida de ajedrez.
Dakota
Posted at 12:55h, 24 marzoHola Marcos, me parece un diálogo muy creativo entre dos personajes tan lejanos en el tiempo, una conversación que fluye con naturalidad, exponiendo los hechos de esa época antigua como la actual de Nadal, sus hazañas, las de ambos.
Me parece una forma muy original de mostrar historia antigua y actual.
Un abrazo Marcos.
marcosplanet
Posted at 19:12h, 24 marzoGracias a ti por tu tiempo y por aportar tu opinión.
Otro abrazo para ti.
Tarkion
Posted at 19:48h, 23 marzoMarcos, todavía me acuerdo de aquel diálogo entre Einstein y Leónidas —lo disfruté mucho en su momento—, y me ha gustado encontrar aquí esa misma lógica de encuentros imposibles, pero dentro de un universo narrativo que ya empieza a tener sus propias reglas. Esta vez, con Nadal y Alejandro Magno, el cruce es igual de improbable en lo histórico, pero lo presentas con tal naturalidad que uno entra sin esfuerzo en el juego.
La conversación fluye con soltura, con datos bien medidos y guiños inteligentes tanto al mundo antiguo como al deporte actual. Me gustó especialmente cómo usas el pensamiento lateral como nexo entre ambos, y cómo Nadal acaba haciendo, casi sin quererlo, de filtro ético frente al discurso cada vez más ambicioso de Alejandro. También tiene fuerza la imagen de las pantallas urbanas proyectando el palmarés: una forma muy visual de mostrar cómo ha cambiado la noción de “conquista”.
Y más allá del diálogo en sí, valoro que lo que estás haciendo no sea solo un juego puntual, sino un pequeño universo donde estas pasarelas espacio-temporales tienen sentido propio. Lo original es que lo construyes sin explicaciones rebuscadas ni tecnicismos, dejándolo todo al alcance del lector, como si fuera lo más natural del mundo que Leónidas le dejara un algoritmo a Alejandro y este apareciera en nuestro presente.
Un texto muy bien planteado, con ese equilibrio tan tuyo entre divulgación, creatividad e ironía amable. ¡Un abrazo, compañero!
marcosplanet
Posted at 19:21h, 24 marzoTu análisis me hace pensar en continuar esta serie de encuentros, que ya habían tomado forma pero esta forma tuya de comunicar tus impresiones me ha animado del todo. Tienes un don, Miguel Ángel, y es un auténtico tesoro que lo compartas conmigo al dejar tu opinión brillando en el interior de un cofre enjoyado.
Un abrazo enorme.