El embellecimiento infinito

El embellecimiento infinito

 

Concurso de febrero de EL TINTERO DE ORO

Esta es mi participación en el:

CONCURSO DE RELATOS 45ª Ed. LA ISLA DEL TESORO de R.L. Stevenson

 


El embellecimiento infinito

 

Una tripulación de bucaneros había puesto proa hacia las islas Fajoe donde, según la leyenda, en lo alto de la isla Mayor había un torreón que obraba milagros en su interior. Si cumplías la norma escrita en sus paredes antes de entrar, obtenías la cura de todos tus males.

–Eso es al menos lo que dice la leyenda, Aplastanueces; no sé nada que no puedas saber tú. ¿Es que no puedes esperar a que lleguemos allí y lo comprobemos?

–Bah, el Aplastanueces tiene menos paciencia que el loro del capitán, ¡Ja, ja, ja, ja! –dijo con una sonora risotada Germán “Barbarizos”. Su cara barbuda recordaba a la imagen que todos tenían del pirata Barbarroja, pero Germán caía mejor a la gente.

–Yo desconfío de todo lo que no hayan probado ya otros –intervino Tomé, alias “El Maestrillo”–. No he escuchado nada de lo que habláis en ninguna parte. ¡Y eso que he recorrido todas las tabernas desde Barbuda a San Bartolomé!

Acto seguido estalló un coro de risas que hicieron fruncir el ceño al capitán.

–¿Qué os creéis, que esto es un viaje de placer? No llegaremos a las Fajoe si os pasáis el día discutiendo como bellacos. Venga haraganes, ¡moved las jarcias que se avecina tormenta!

Las nubes ennegrecidas por el temporal que se acercaba desde el oeste habían puesto nerviosa a la marinería, por lo que sus miembros intentaban charlar animadamente entre trago y trago de ron.

–El capitán dirá lo que quiera, pero me parece que nos está metiendo en la boca del lobo –dijo Dionisio con el semblante oscurecido por las nubes que acababan de ocultar al sol. Su experiencia como artillero del “Sangre Negra” le hablaba de malos presagios envueltos en los nubarrones.

Dionisio dirigió su mirada a la cubierta más baja del castillo de popa, donde un joven de pelo como el azabache le miraba con ojos melancólicos.

–Cora… ¡Lorenzo!, ven, baja aquí un momento –exclamó mientras hacía un gesto con la mano. La cara de Dionisio enrojeció por unos instantes.

El joven le hizo una seña y ambos se refugiaron tras una de las barcas de auxilio.

–Ten cuidado, Dionisio –dijo el joven alarmado–. Cuando me descubran estará todo perdido.

–No te preocupes Cora. Esos borrachos no se enteran de nada. Bueno, ¿estás preparada para la entrada al torreón?

 

En pocos minutos se levantó una tempestad atronadora, con descargas eléctricas que iluminaban con su resplandor muchas millas marinas de recorrido. El horizonte quedó difuminado en una especie de maremágnum donde rayos, olas gigantescas y espuma de mar confundían a los vigías. Las dimensiones del barco hacían prever un incierto destino para la tripulación. La nave parecía un trocito de madera empujado violentamente de un lado a otro por vientos de extraordinaria fuerza. Una ola de más de diez metros cubrió la cubierta principal mientras los marineros intentaban tensar cuerdas y disponer aparejos para que la embarcación continuara hasta su destino surcando el mar embravecido.

–Este temporal no durará mucho, Cora –dijo Dionisio casi gritando. La lluvia torrencial había impuesto un intenso y sonoro repicar sobre cualquier superficie del barco. Las crestas de las olas saltaban por la cubierta empeñadas en voltear la nave y hacerla desaparecer en las profundidades.

–¿Temporal? –consiguió exclamar Cora–. Esto parece más bien un cabreo gordo de Poseidón que quiere hundirnos en… –En ese momento estalló un rayo que destruyó unos cordajes amontonados muy cerca de ellos.

–Cora, ¿estás bien? Ven, agárrate a mi. –Ella obedeció y mientras sentía el cuerpo de Dionisio en contacto con el suyo, un impulso irresistible de besarle invadió sus sentidos.

–Tranquila, pequeña, no es el mejor momento. –El artillero observó a Cora con pasión. Esos ojos verdes como esmeraldas iluminaban su extraordinaria belleza.

 

Pasó la tormenta, la tripulación descubrió que, al perder bajo la lluvia el disfraz de chico, una mujer había quedado al descubierto. Llegaron a la isla Mayor de las Fajoe con un afán de recibir milagros que eclipsaba la identidad real de Cora. Subieron hasta el Torreón por la ruta escalonada y el capitán se adelantó para extraer de la torre el adoquín más oscuro que ocultaba un ingenioso resorte. Al accionarlo, el grueso portón de madera dio paso a una docena de incautos piratas, ávidos por hacer desaparecer sus cicatrices, recuperar miembros amputados y, en general, quedar rejuvenecidos según proclamaba la leyenda a los cuatro vientos.  Ninguno leyó la norma escrita en sus paredes: había que entrar de uno en uno.

Un ruido ensordecedor llenó el interior. Los alaridos de los crédulos bucaneros congelaron el ánimo de los que permanecieron fuera.

Aplastanueces, Barbarizos, el Maestrillo y el capitán quedaron conmocionados. Cora y Dionisio permanecían con la boca abierta. Los presentes se asomaron por el portón y lo que contemplaron fue un amasijo de huesos calcinados donde momentos antes habían estado doce de sus compañeros.

Sin querer comprobar qué narices diría la norma escrita, los supervivientes se miraron unos a otros y optaron por regresar al “Sangre Negra” con las cabezas bajas y el espíritu desolado. La conmoción del momento les privó de opinar sobre la condición femenina de Cora. Ya tendrían ocasión de hacerlo cuando estuvieran a bordo.

Dionisio y Cora se miraron, se besaron y pensaron con esperanza que allá entre la furia de los mares y aquella tripulación de camaradas les esperaba un futuro mejor.

 


 

El texto del relato contiene 891 palabras.

Y esto es todo amigos. ¿Qué final os esperabais? ¿Añadiríais vuestro propio final? Escríbelo en los comentarios. Tu opinión es muy valiosa.

 

49 Comentarios
  • jm vanjav
    Posted at 00:43h, 25 febrero Responder

    Hola, Marcos, yo creo que el problema es que no sabían ni el capitán leer y en vez de entrar en la sala milagrosa se fueron al crematorio. Un viaje en el que algunos, al menos, tuvieron billete de vuelta. Buen relato y muy apropiado para el reto.
    Saludos y suerte.

  • isra
    Posted at 13:18h, 22 febrero Responder

    Una historia entretenida, con su lectura moral sobre la importancia de leerse bien las instrucciones, mal que esos pobres damnificados no se distinguieran precisamente por su astucia. Quizás, en el fondo, merodee por ahí la quimera de las soluciones milagrosas, Leo en los comentarios que es tu primera participación en el tintero… aunque yo no lo frecuento últimamente, permíteme que te aconseje precisamente sobre estos comentarios: en mi opinión, son el mejor premio que nos damos unos a otros, opiniones que estimulan y ayudan, palabras de ánimo, reflexiones, ideas… Siempre son valiosos. Sé generoso al darlos y agradecido al recibirlos. Un abrazo.

  • Estrella Pisa
    Posted at 22:22h, 20 febrero Responder

    Magnífico relato, Marcos.
    El personaje de Cora me ha traído a la memoria el personaje protagonista de la trilogía Martín ojo de plata, de Matilde Asensi.
    Muy bien narrada toda la trama, con todos los ingredientes de una buenísima historia de piratas.
    Felicidades y mucha suerte en el concurso.
    Un fuerte abrazo.

    • marcosplanet
      Posted at 14:35h, 21 febrero Responder

      Muchas gracias a ti, Estrella. Que te haya gustado la historia me alegra mucho, como la evocación de Matilde Asensi. Y mucha suerte también con tu «Dan el trompeta».
      Otro abrazo fuerte para ti.

  • Io
    Posted at 01:29h, 20 febrero Responder

    Querido Marcos
    Que historia más entretenida!
    Me encanta la figura de Cora camuflada como uno más. Yo creo que la segunda entrega se debe estar horneado.
    Besos

  • Ainhoa
    Posted at 18:33h, 18 febrero Responder

    Hola Marcos una historia digna de la Isla del tesoro. Con amor, aventuras y en este caso olor a chamuscado literal. Me he divertido mucho leyéndola. Un saludo.

    • marcosplanet
      Posted at 20:02h, 18 febrero Responder

      Me alegra mucho leerte, Ainhoa. Es un placer verte por aquí.
      Saludos.

  • Puri
    Posted at 13:19h, 18 febrero Responder

    Ya lo decían nuestros antepasados, » las prisas no son buenas» y en este caso se confirma el dicho. Una historia de piratas muy original y con el amor como bandera.
    Un abrazo Marcos

    • marcosplanet
      Posted at 13:26h, 18 febrero Responder

      Eso es, Puri, la historia tiene algo de moraleja en el sentido de querer llamar la atención sobre lo rápidos que vamos por la vida la mayoría de las veces. Muchas gracias por pasarte y comentar.
      Otro abrazo fuerte para ti.

  • Mamen Piriz García
    Posted at 20:26h, 17 febrero Responder

    Una historia de piratas con romance incluido. Hay que seguir leyendo esta historia que me da que puede tener continuidad. Un abrazo

    • marcosplanet
      Posted at 13:27h, 18 febrero Responder

      Pues voy a ver para cuando puede estar lista esa continuación, Mamen.
      Un abrazo fuerte.

  • Pepe
    Posted at 17:35h, 17 febrero Responder

    Siempre hay que leer la letra pequeña, o por lo menos leer bien y hasta el final el enunciado de lo que vayamos a hacer. En este caso, ese lapsus se llevó más que doce vidas, sino las ilusiones de unos ingenios. ¿El final? No, no me lo esperaba, ¿qué sucederá? ¿O cuál habría sido el mío? No sé, pero ya que permites la osadía de que opinemos sobre ello, yo habría puesto todo en función de Cora, ella los engañaría con eso de la letra pequeña para deshacerse de todos y ser feliz por fin siendo quien es, o algo parecido, aunque la verdad es que no creo que superara el que nos has dejado.
    Felicidades, Marcos, un placer leerte.
    Un abrazo

    • marcosplanet
      Posted at 13:31h, 18 febrero Responder

      Me alegran mucho tus palabras, Pepe. Muchas gracias por ser tan generoso con tu opinión sobre la historia. A petición de otros compañeros voy a intentar darle continuidad, a ver qué se me ocurre.
      Un fuerte abrazo.

  • Merche
    Posted at 10:37h, 17 febrero Responder

    Hola, Marcos, interesante relato, una historia de piratas con un trasfondo romántico. Un buen aporte para el concurso.
    Un abrazo. 🙂

    • marcosplanet
      Posted at 13:17h, 17 febrero Responder

      Muchas gracias Merche. Me alegra que te haya gustado.
      Otro abrazo para ti.

  • Maty Marín
    Posted at 05:35h, 17 febrero Responder

    ¡Hola Marcos! Muy bonito relato, me ha gustado mucho. Es algo singular porque, siendo una historia de piratas, tiene tu sello particular. Lo del romance lo hizo aún más original. Y bueno, mira lo que pasa por no entrar uno por uno.
    Te hago una pregunta que no sé si te he hecho antes: se te ha ocurrido publicar tus historias? Me parece que tienen mucho ingenio.
    Un saludo! 😊

    • marcosplanet
      Posted at 13:19h, 17 febrero Responder

      Sí que se me ha ocurrido publicarlas, pero las editoriales te piden pagar por por ello y no quiero que se me valore así mi trabajo. Es decir, no solo no lo valoran sino que te sale caro.
      Muchas gracias por tus palabras de aliento Maty. Sabes que siempre las tengo muy en cuenta y me sirven de mucha ayuda.
      Un abrazo.

  • Enrique Bravo
    Posted at 13:19h, 16 febrero Responder

    Hola, Marcos. Un cuento de piratas con aire clásico, con su componente romántico y su leyenda. El desafortunado final de esos piratas por no detenerse a leer las condiciones me ha recordado la prisa que nos mueve hoy día, esa especie de ansiedad por la inmediatez que gobierna nuestro tiempo. Un abrazo y mucha suerte en el concurso.

    • marcosplanet
      Posted at 13:21h, 17 febrero Responder

      Me alegran mucho tus palabras, Enrique. Es verdad que la prisa parece moverlo todo hoy en día. Y eso no es nada bueno para el desarrollo sano de los individuos.
      Gracias y suerte a ti también con el concurso.

  • Noelia de la Flor
    Posted at 10:42h, 16 febrero Responder

    Ayayayayayay las prisas mezcladas con ciega pasión hace que se tomen malas decisiones. Además que a nadie, si no he contado mal, que a nadie de las 18 personas que allí estaban, les diera por pararse a leer la importante norma. Alguien tendría que saber leer, o tener la cultura suficiente. Pero bueno. No siempre se pueden conseguir las cosas. Por los menos, los sobrevivientes fueron afortunados por poder seguir con sus vidas.

    • marcosplanet
      Posted at 13:25h, 17 febrero Responder

      Estoy de acuerdo, al menos una persona podría haberse detenido a leer la norma, pero la avaricia es muy mala guía para las buenas conductas.

  • Casagrande
    Posted at 01:22h, 16 febrero Responder

    las consignas magicas deben seguirse estrictamente para evitar catástrofes, no se deben tomar a la ligera

  • Bruno Aguilar Díaz
    Posted at 21:19h, 15 febrero Responder

    Hola, Marcos. Pedazo tripulación has reunido para esta aventura. Aventura de final abierto. ¿Qué ocurrirá ahora? ¿Volverán a intentar entrar en la torre? ¿Casará el capitán a nuestros protagonistas?… Sólo tú lo sabes.
    Que tengas mucha suerte en el concurso. Un abrazo.

    • marcosplanet
      Posted at 13:28h, 17 febrero Responder

      Así es. La continuación saldrá en breve. Muchas gracias por tus buenos deseos, Bruno y mucha suerte para ti también.
      Un abrazo.

  • Maite
    Posted at 17:06h, 14 febrero Responder

    ¡Hola, Marcos! Qué bueno que te hayas animado al Tintero.!
    Los azotes de la tormenta son caricias al compararlo con el mazazo del torreón. Completamente inesperado. Le has dado todo un ambiente estupendísimo de olas, tormenta y camaradería al relato. El detalle de la polizona es una delicia, a ver si les espera un buen futuro. (Yo creo que el bestial castigo a los doce compañeros les hará ser considerados con la chica. En la desgracia surge la unión. ) Estupenda historia y personalísima para este reto.
    Un abrazo
    (Maite-Volarela)

    • marcosplanet
      Posted at 13:34h, 17 febrero Responder

      Aprecio mucho tus comentarios Volarela. Agradezco también de corazón tu reflexión sobre el argumento del relato y que valores la ambientación en los distintos momentos, como en la tormenta amenazadora como cuando hablas de camaradería.
      Otro abrazo para ti, Maite.

  • Gabiliante
    Posted at 18:40h, 13 febrero Responder

    Esta sí que es aventura pura. Sin romance, es aventura pero no pura.
    Bien traído lo del disfraz para introducir el amor en un barco pirata. Mucho mérito.
    Y además es de los pocos que valen la pena. Es de los que mo se pelearán entre ellos para quedarse con la mejor parte.
    Abrs ooo y suerte

  • Anónimo
    Posted at 10:52h, 13 febrero Responder

    Buen relato Marcos. La atmósfera y el ambiente están muy bien recreados y te hace entrar en la escena. El final está bien porque vence el amor y eso siempre gusta. Suerte! Un abrazo!

  • Raquel Del Valle Peña Peinado
    Posted at 01:05h, 12 febrero Responder

    Saludos Marcos tu narrativa hace que la aventura y la intriga se entrelacen, a través de la tormenta y la llegada a la isla, se exploran temas como la ambición y las consecuencias del deseo humano. La relación entre Dionisio y Cora añade un matiz romántico a la trama. Buen relato

  • ana laura piera
    Posted at 00:08h, 12 febrero Responder

    Hola Marcos,. muy interesante tu relato. Resulta intenso, conmovedor y es un fiel reflejo de cómo actuamos los humanos, siempre a lo loco. El final, aunque trágico, tiene un atisbo de esperanza para ese par de enamorados. Se antojan más aventuras con ellos. Saludos…

  • Lume
    Posted at 22:30h, 11 febrero Responder

    Muy interesante tu historia, Marcos, refleja perfectamente la acción alocada sin reflexión que solemos practicar la mayoría de mortales.

    pd: Gran referencia la de Germán Barbarizos.
    Un abrazp

  • Jorge Valín
    Posted at 17:30h, 11 febrero Responder

    Hola Marcos. ¿Quién no daría sus riquezas por alcanzar la eterna juventud, o al menos aunque no fuese eterna, volver a reiniciar la vida de nuevo? pero la ambición ha traicionado a los piratas, que se han dejado llevar sin leer antes las normas. Aunque bien mirado, muchos seguro que ni sabrían leer. Un relato con los ingredientes clásicos del género, islas misteriosas, hechizo, piratas bravucones y una polizón que pone el punto romántico a la historia. Bienvenido al Tintero. Un abrazo.

    • marcosplanet
      Posted at 14:42h, 14 febrero Responder

      Te quedo muy agradecido por aportar tu valiosa opinión Jorge. ¡Y mucha suerte en el concurso!

  • M.A. Álvarez
    Posted at 15:53h, 11 febrero Responder

    ¡Hola! Muchas gracias por participar en el Concurso de Relatos 45 ed. en El Tintero de Oro. ¡Suerte!

  • Nuria de Espinosa
    Posted at 02:24h, 11 febrero Responder

    Hola Marcos, todo un relato de aventuras y piratas, con un final feliz. Me resultó una lectura muy interesante. Un abrazo y mucha suerte en el concurso

    • marcosplanet
      Posted at 14:40h, 14 febrero Responder

      Muchas gracias por comentar Nuria. Un fuerte abrazo.

  • Mirna Gennaro
    Posted at 00:49h, 11 febrero Responder

    ¡Hola, Marcos! Me encantó la jerga piratesca y las imágenes. La historia es amena y con un toque de crueldad en ese final, como corresponde al género.
    Me quedo con la intriga de qué dirían las palabras de la torre….
    Un abrazo

    • Marcos
      Posted at 14:16h, 13 febrero Responder

      Pues igual le doy continuación a la historia. A ver qué tal ando de tiempo.
      Muchas gracias Mirna por tu opinión tan constructiva.

  • J u a n E l P o r t o v e n t o l e r o
    Posted at 19:54h, 10 febrero Responder

    ¡A la Paz de Dios! Una narración singular porque toda ella arropa un romance en ambiente proceloso, que por cierto, queda augustamente retratado. La sorpresa mayúscula es la carnicería que quedaba reservada en el escenario final.cuando llevados todos por una catarsis sin dominio, en lugar de razonar requisitos se echan en tromba en brazos de un destino incierto. El torreón ocultaba el triste carnerario de otros temerarios, me imagino. Veo, que has estado a la altura del Tintero de oro, por lo ameno, la selección pintoresca de nombres de la piratería y por el léxico. ¡En La Mar Océana la jerga es esencial!
    ¡¡¡¡¡¡¡ Existe Disfrute Lector!!!!!!!!!
    Juan El Portoventolero aka Juan Y Su Horizonte.

    • Marcos
      Posted at 14:12h, 13 febrero Responder

      Muchísimas gracias por tus apasionadas palabras. Me dan muchos ánimos para seguir participando en este concurso entrañable.
      Respecto al romance, se me puso a tiro nada más empezar a pensar en la historia.
      ¡Un fuerte abrazo, Juan!

  • Marta Navarro
    Posted at 11:11h, 10 febrero Responder

    ¡Menudo final! Pobres piratas…. Un cuento estupendo, Marcos. Combinas muy bien la leyenda de la eterna juventud con los elementos propios del género de aventuras. La narración es muy ágil y se lee con interés. Muy buena historia.

    • marcosplanet
      Posted at 16:35h, 10 febrero Responder

      Agradezco mucho tus palabras, Marta. Me alegra que te haya gustado.

  • Marifelita
    Posted at 07:42h, 10 febrero Responder

    La pura ansia fué su perdición! Y es que hay que leer más…que en la letra pequeña está lo importante! Je je! Muy buena ambientación del relato! Un abrazote y mucha suerte en el concurso!

    • marcosplanet
      Posted at 16:38h, 10 febrero Responder

      Estoy completamente de acuerdo con tu apreciación. En el caso de estos bucaneros, no quisieron leer nada, fuese cual fuese el tamaño de la letra.
      Otro abrazo para ti y muchas gracias.

  • Artesanos de la palabra
    Posted at 00:50h, 10 febrero Responder

    Hola Marcos, una historia de piratas con buenos condimentos, por lo menos entre ellos hay dos seres que se aman.
    Me gustó tu historia, un abrazo.
    PATRICIA F.

    • marcosplanet
      Posted at 16:36h, 10 febrero Responder

      Me alegra que así sea, Patricia.
      Otro abrazo para ti.

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