Esto es de locos. Microrrelato de los jueves

Esto es de locos. Microrrelato de los jueves

 

Con el siguiente microrrelato participo en el reto literario de los jueves que organizan en esta ocasión Rosana y Patricia en Somos Artesanos de la palabra. Se trata de elegir una frase de las que muestran en su blog en el link anterior e imaginar una historia sugerida por dicha frase.

He escogido la siguiente frase:

Puedes decirme qué te ha parecido mi microrrelato. Hay una sección para ello al final. Se titula “Comentarios”.

Gracias y ¡adelante con esta pequeña historia!

 


 

ESTO ES DE LOCOS

 

—Debo tener una malsana afición obsesión por la prisa, pero nunca lo he reconocido, querido Apolonio. Una vez llegué a sentir tanto rechazo por la cajera de un supermercado que coloqué una cebolla en la salida del tubo de escape de su coche y esperé a que terminara su turno de trabajo para ver qué pasaba al arrancar ¡Ja,ja,ja! Cada vez que lo recuerdo me parto. Oye, parece que no te ha hecho mucha gracia. ¿Te molesta que te esté contando estas cosas? Si quieres lo dejo.

—Nada de eso, a mi puedes contarme lo que quieras. ¿Qué pasó al poner el coche en marcha?

—Yo esperaba que se le calara a la muy ladina. Pero empezaron a sonar petardazos y a echar humo por delante y por detrás, ja,ja, como esos dragones de pega con que celebran el año nuevo chino, je,je,je.

—¿Sabes que eso puede acabar con el catalizador o incluso representar peligro de incendio? En fin, para tu familia no resultó extraño, ya conocen tus gamberradas.

—¿Eh? Si, si, lo saben bien, ji,ji,ji.

 

Venancio acudía apresurado a su cita con Apolonio. Siempre se le hacía tarde.

—Disculpa, amigo, he tenido que pasar por la farmacia. Las recetas cada vez llevan más y más fármacos.

—Haces bien en combatir esa ansiedad, todo es poco para evitar que vuelvas a verter tus nervios con tu hijo.

—Si, bueno, ya sabes lo que opino de eso, Apolonio, los críos están ahí para sacarte de quicio a la más mínima ocasión. Son decepcionantes.

—Pero someterles a una bronca diaria, permíteme que te lo diga, es algo que no lleva a buen puerto, como bien sabes. ¿Qué tal llevas las pruebas de convivencia? ¿Cómo reaccionan la madre y él?

—¡Está bien! ¡Todo está bien! ¡Ya te lo he dicho mil veces.

 

En otra ocasión, Apolonio se encontró con otro conocido. En un momento dado, este sacó a colación un recuerdo recurrente.

—Pues no te digo aquel director del colegio de mi hija que se empeñaba en que ellos lo hacían todo bien… hasta que la niña empezó a traer suspensos a casa. ¡Anda que si no le llego a estampar en la cabeza al estirado ese la garrafa del agua! De otra forma no se habrá enterado de quién manda aquí, ¡Ah, no!

Así, el doctor en Psiquiatría Apolonio García comprobaba, año tras año, cómo algunos de los clientes que pasaban por su consulta acababan en el mismo centro de salud mental que él regentaba. La lista era bien nutrida, pero lo que más le reconfortaba era leer una y otra vez los expedientes detallados que confeccionaba con los antecedentes de todos esos pacientes y cómo había conseguido dirigir a bastantes de ellos a su centro psiquiátrico tras animar mucho, pero que mucho, a sus respectivas familias.

 


 

Y eso es todo, amigos. Hasta la próxima ocasión.

Saludos cordiales.

 

Pinchad en la imagen para ver la lista de participantes en el reto literario de Patricia y Rosana

8 Comentarios
  • Josep Mª Panadés López
    Posted at 10:04h, 18 octubre Responder

    Un microrelato muy bueno en el que el «juez», en este caso un psiquiatra, barre para casa. Utiliza su poder como profesional de la mente para llenarse los bolsillos a base de internar a sus pacientes en su propia institución psiquiátrica. ¿Abuso de poder? ¿Falta de ética? ¿Mala praxis? Seguramente todo a la vez. No digo que esos pacientes no anden bien de la cabeza, pero supongo que merecían otro tratamiento.
    Un placer leerte, Marcos.
    Un abrazo.

  • Mónica Frau
    Posted at 04:20h, 18 octubre Responder

    Digno de ser odiado ese tal Apolonio, encima, profesional de la salud! Espero no encontrarme nunca con un personaje así, tan ladino. Un abrazo

  • Tracicorrecaminos
    Posted at 23:38h, 17 octubre Responder

    Conjunto de micro relatos que se enlazan en la figura de Apolonio, a quien no quisiera yo contar entre mis amistades.

  • Artesanos de la palabra
    Posted at 13:49h, 17 octubre Responder

    Hola Marcos te dejo el mensaje que te dejo Roselia en mi blog para ti
    Roselia Bezerra16 de octubre de 2025, 6:02 p.m.
    Para o Marcos, por gentileza:

    Olá, Marcos!
    Psiquiatras são estranhos…
    Gostei como descreveu, na perfeição, o processo que leva muitas pessoas às tarjas pretas… o passo depois que são dependentes da tais consultórios.
    As dificuldades de relacionamentos seja em que níveis forem são exaustivas e duras de serem conciliadas, se resolvidas.
    Boa abordagem no mundo caótico que vivemos.
    Tenha dias abençoados
    Abraços fraternos

  • Artesanos de la palabra
    Posted at 13:29h, 17 octubre Responder

    Hola Marcos por fin hoy he logrado entrar a tu blog, ayer desde la mañana lo intente sin poder lograrlo.
    Me ha gustado mucho tu historia y como la fuiste llevando, muchas veces me pregunto si muchos de esos casos no son dirigidos por los profesionales para seguir llenándose los bolsillos, no niego que hay profesionales muy buenos que ayudan a sus pacientes a salir adelante, otros…
    En fin, tema que da para mucho, me gustó mucho lo que has escrito realmente y estoy agradecida de tu participación en nuestra propuesta, un abrazo y buen fin de semana.
    PATRICIA F.

    • marcosplanet
      Posted at 19:52h, 17 octubre Responder

      Muchas gracias, Patricia, por tu tiempo, el comentario y los esfuerzos por entrar.
      Un abrazo y que disfrutes del fin de semana.

  • Luferura
    Posted at 20:59h, 16 octubre Responder

    Unas historias muy diferentes que se unen al final que deja la incógnita si Apolonio es un calculador o un recolector. El caso es que esa gente existe, por lo que habría que agradecerle a Apolonio su labor y su entereza por no haber acabado trastornado. Describes muy bien lo que debe padecer un psiquiatra.
    Me ha gustado muchísimo este relato.
    Un saludo

    • marcosplanet
      Posted at 08:24h, 17 octubre Responder

      Muchas gracias por tus impresiones, Luferura, es un placer leerte. No nos compadeceríamos tanto de Apolonio cuando vemos que se lucra con su consulta y con su loquería.
      Saludos

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