La nueva guerra mundial a golpe de “Reel”

 

Guerras nuevas, guerras viejas, conflictos políticos a todos los niveles, catástrofes naturales, campañas sin fin contra la paz y la armonía entre seres humanos, lucha permanente por conseguir altas cuotas de audiencia (o de miseria moral, según se mire) en los medios de comunicación, pasiones desatadas ante conflictos menores que empujan a manifestarse en la calle a multitud de personas mientras hay asuntos graves que perjudican nuestra calidad de vida incluso nuestra seguridad personal y por los que nadie mueve un dedo… son el pan de cada día de la sociedad actual.

Hemos llegado a una situación de bombardeo ¿informativo? procedente de fuentes de todo tipo (TV en abierto y “on stream”, canales de internet, youtube…) que someten nuestra voluntad a la hora de elegir qué recomendación seguir y cómo asimilarla.

Lógicamente, quienes peor parte llevan son aquellos que sufren la desgracia en primera persona, los que habitan en países en conflicto armado o se enfrentan a pandemias y catástrofes naturales. Esa parte de la humanidad merece también aspirar a quejarse tan solo por lo que ve a través de los televisores o en internet, como hacemos nosotros, los privilegiados que aún gozamos de una buena calidad de vida.

El hecho de que existan personajes que triunfan en las redes sociales con sus propuestas para que veamos qué bien lo han hecho vendiendo esto o lo otro o montándose un consultorio online de psicólogo aficionado, revela la multitud de estímulos que recibimos para seguir miles de consejos, recomendaciones o simplemente para asimilar información irrelevante disfrazada de gran idea. Felicitaciones para ellos, que han sabido alcanzar las más altas cotas de audiencia o seguidores, un objetivo sacralizado hoy en día.

Ese bombardeo de estímulos sobre nuestros sentidos tiene sus consecuencias y tengo la percepción de que una de ellas es una alarmante falta de perseverancia y constancia en lo que emprendemos como nunca antes habíamos vivido.

 

Hay tal diversidad de informaciones, actividades y sobre todo distracciones en nuestro día a día que es imposible saber a qué carta quedarse

 

Noticias a razón de media docena por minuto invaden nuestro cerebro y nos imposibilitan la comprensión correcta de lo que nos están contando. Los medios de comunicación son responsables de esta invasión, principalmente las cadenas de televisión, que en sus ¿informativos? y programas de debate nos muestran una mescolanza de datos, testimonios, sucesos y noticias variopintas que inhabilitan la capacidad de nuestra memoria para almacenar correctamente los datos con los que nos inundan.

Ya no existen secciones en los programas televisivos de noticias. Todo es un guirigay donde un gallinero de comentaristas anuncia y comenta a altísima velocidad (a golpe de Reel) una serie interminable de acontecimientos.

Y si lo que sintonizas es una tertulia, contemplarás un coro de contertulios chillones donde cada cual levanta más la voz para sobrepasar e ignorar lo que dice el contrario.

Son esos populares “magazines”, que más parecen ruedos taurinos donde se trata de atacar como un astado al que no piensa como tú y donde el que asume el papel de torero tiene que lidiar lo mejor posible para que no le empitonen los bravos combatientes.

Con este decorado a nuestro alrededor, lo que cabría hacer es ignorar tal bombardeo de datos y dosificar cada uno lo que permita que llegue a sus sentidos. Poner fronteras al ruido mediático es un ejercicio sano, teniendo en cuenta que eso no va a suponer dejar de escuchar noticieros y debates.

Lo que deberíamos intentar poner en práctica es una terapia de restricción de la invasión mediática que nos rodea y tratar de impedir que esta guerra nos dañe, cosa complicada pero no imposible.

 

GUERRAS COMO LAS DE SIEMPRE

 

Sin embargo, hay una realidad incuestionable. Están en curso guerras al estilo clásico; estas siempre encabezarán titulares de noticias, algunas con carácter permanente. Son tragedias donde se producen a diario muchas víctimas, dentro de un medio hostil que por desgracia va extendiéndose a nuevos contendientes, ya sean nuevas naciones que entran en conflicto o bien distintos bandos dentro de una misma sociedad, dando lugar a las terribles guerras civiles.

Aparte de las guerras en Ucrania y Gaza, según este artículo, a finales del año pasado existían conflictos armados a gran escala en Burkina Faso, Somalia, Sudán, Yemen, Myanmar, Nigeria y Siria.

La poca visibilidad internacional que dan los medios a muchos conflictos no significa que sean menos relevantes.

Es el caso de la guerra que libró el Gobierno de Etiopía ante el rebelde Frente de Liberación del Pueblo Tigray, que concluyó a finales de 2022 con más de 81.500 y 101.000 muertos, respectivamente.

Según el mismo artículo antes mencionado:

*La guerra civil en Yemen, que según la ONU ya ha originado más de 300.000 muertes desde su inicio en 2014, todavía continúa sin visos de que vaya a terminar.

*La ONU informa que la mitad de las muertes en Yemen fueron causadas directamente por el conflicto armado, mientras que la otra mitad ocurrió como consecuencia del hambre y las enfermedades provocadas por la crisis humanitaria a gran escala.

 

Dato importante:

 

*La guerra en Burkina Faso es la parte más violenta de un conflicto armado más amplio en la región del Sahel, en el norte de África, que incluye territorios de 10 países: Mauritania, Senegal, Mali, Burkina Faso, Níger, Nigeria, Chad, Sudán, Eritrea y Etiopía. Por tanto, la dimensión de este conflicto bélico es enorme y sin embargo, televisivamente hablando, no se visibiliza apenas.

 

Esta información la traigo hasta aquí para poner en el contexto mediático que estamos comentando, la situación que se vive en esos lugares del mundo en concreto. Dicha situación es un escenario preferente elegido por los medios a la hora de invadir nuestra voluntad, como dijimos antes y generar emociones que acaban llevándonos a la confusión.

La confusión es un atajo directo hacia el miedo, en mi opinión. Y el miedo conduce a la parálisis colectiva, creando masas de individuos perfectamente controlados, incapaces de moverse del sofá para manifestar desacuerdos, resignándose a guardar bajo llave su libertad de expresión.

 

Nuestra guerra es la que indica el título de este artículo. “La nueva guerra mundial a golpe de “Reel” (ese vídeo brevísimo que se comparte en un sitio web de las redes sociales) debe su origen a la rapidez con la que se suceden las escenas en los reels, casi fotograma a fotograma, como los estímulos que percibimos en nuestra vida diaria procedan de donde procedan.

De este modo, no te preocupas por cómo hacerlo para prosperar en tu trabajo o mejorar tu relación de pareja, ni tendrás ganas de pensar en invertir tus ahorros en esto o lo otro. La situación de parálisis por confusión es la nueva guerra mundial. La batalla está en tu mente.

 


 

Y hasta aquí hemos llegado. Dale click al corazoncito de más abajo si te ha gustado y deja tu comentario. Tu opinión es valiosa. Ni que decir tiene que ha de ser respetuosa con las normas cívicas, el respeto y la buena educación.

 

Nota: todas las imágenes de este escrito incluida la portada pertenecen a la web: bing.com/images/create/

8 Comentarios
  • Beatriz Moragues
    Posted at 17:32h, 27 mayo Responder

    Muy buena reflexión, Marcos. Recibimos muchos datos, pero estamos muy mal informados, a no ser que nos preocupemos por ello. Como tú dices, hay multitud de conflictos, como el de Yemen, que no aparecen en ningún medio de comunicación Y después están las redes sociales, donde encuentras información muy valiosa, pero también verdadera basura. A mí me da mucho miedo todo el tema de los influencers, por la gran cantidad de gente joven que les sigue, y porque ya han habido varios casos muy desagradables con estos tipos. En fin, lo dicho, muy buen artículo. Saludos!!

    • marcosplanet
      Posted at 20:20h, 27 mayo Responder

      Muchísimas gracias Beatriz. Los influencers están inmersos en un mundo que puede ser perjudicial, para los jóvenes sin mucho criterio sobre todo. Quiero pensar que hay muchos más que saben el peligro que encierran esas influencias, pero esta idea puede que sea un tanto utópica.
      Saludos cordiales.

  • federico.aguera
    Posted at 16:20h, 20 mayo Responder

    En un mundo con tantas posibilidades para informarse, y es cuando menos informados estamos. Saben esconder las noticias que no les interesan y nos bombardean con las que tienen contenido vacío. Saludos

    • marcosplanet
      Posted at 10:33h, 21 mayo Responder

      Totalmente de acuerdo con tu reflexión, Federico.
      Saludos.

  • Nuria de Espinosa
    Posted at 02:44h, 16 mayo Responder

    Hola Marcos, estoy totalmente de acuerdo con tus alegaciones. Es una vergüenza la carroña de medios informativos y sus contertulios que no dan más que las noticias que convienen a los de arriba para tenernos en la ignorancia sobre lo que realmente sucede en el mundo. Yo he visto muchos documentales sobre Etiopía, Sudan, Nigeria, Senegal, etc. Y se te pone la piel de gallina, pero… ¿Porqué no interesa hablar de estos países? Será porque no hay el mismo interés que en otros países con respecto al petróleo o el gas?
    Ten en cuenta que en España se suicidan al año más de 3500 personas, hay más de 20000 desahucios y ningún medio informativo habla de ello.
    Eso sí, si algún tarado pone un vídeo en tiktok, o Twitter, Facebook, etc y se hace viral todos los medios hablan de ello.
    Es muy triste que la gente esté en modo conformista, que se quede en su sofá y no luche por sus derechos y una vida digna. Parecemos una sociedad pasota a la que parece darle todo igual, o que se ha acostumbrado y ya nada la altera..
    Un abrazo

    • marcosplanet
      Posted at 09:33h, 16 mayo Responder

      Así es por desgracia, Nuria. La reflexión que he escrito nace de la hartura, del desbordamiento de mi paciencia ante el trato discriminatorio, como si fuéramos inferiores, que nos deparan quienes manejan los hilos.
      Un fuerte abrazo y muchas gracias por tu tiempo y comentario.

  • Ana Piera
    Posted at 00:18h, 16 mayo Responder

    Hola Marcos. Excelente reflexión. Coincido en muchas cosas, vivimos en un estado de asedio mediático, hay que tener mucha disciplina para evitar que nuestro tiempo, finito y valioso se vaya viendo tik toks, instagram, chismes y noticias falsas. Los medios son selectivos, solo se habla de lo que conviene a esos entes que sabemos dominan el mundo y tan solo somos sus marionetas. Por ello, muchos conflictos y tragedias pasan desapercibidas. Una tristeza.
    Gracias por poner el dedo en el renglón que hay que leer. Saludos.

    • marcosplanet
      Posted at 09:35h, 16 mayo Responder

      Muchas gracias por aportar tu punto de vista y por apoyar mi reflexión.
      Un abrazo fuerte, Ana.

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