30 Nov MEANDRO DEL MELERO: OASIS DE AGUA Y MIEL
Cuando dejas atrás Zarza De Granadilla camino de Riomalo de Abajo en la comarca de Las Hurdes (Cáceres), se atraviesan zonas adehesadas de vegetación profunda, verde oscuro bajo un azul nítido en el cielo.
Y uno avista las vacas alimentándose tras las cercas, algunas pastando hasta la misma ladera del monte o algún que otro cervatillo huyendo de nuestra presencia entre el matorral.
Paisajes de cuento
La montaña se va elevando en la ruta y en un punto dado te asomas a los acantilados desde donde la contemplación de la Sierra de Béjar es un privilegio. Estamos en pleno límite entre las provincias de Salamanca (al Este) y Cáceres (al Oeste).


Sierra de Béjar
El interior del meandro pertenece al término municipal de Sotoserrano,
en el paraje salmantino de la Sierra de Francia. Y la isla que delimita el río junto al istmo que la une a tierra, tiene el precioso nombre de «Romerosa» y también es de Sotoserrano.
El Meandro del Melero sobre el Río Alagón, forma la frontera natural entre Extremadura (Mirador de la Antigua, en Riomalo) y Castilla y León (Isla de Romerosa, en Sotoserrano).
Seguidamente nos sorprenden los destellos del sol, que se suceden cambiantes a esa hora de la tarde con cada vista que descubren los recodos del camino. Vamos descendiendo hacia el pueblo de Riomalo y la cercanía del meandro distrae la atención de forma magnética. Hay huecos entre los pinos que son idóneos para retener esa belleza y obtener fotos únicas. Al fondo, la impresionante sierra de Béjar.
Por esta razón no se puede apartar la mirada de entre las copas de estos árboles, testigos ancestrales del discurrir del río. Las aguas del río Alagón se reúnen unos kilómetros más abajo en el embalse de Gabriel y Galán, del que se contemplan vistas majestuosas a medida que nos acercamos a Riomalo.
Una vez coronado el mirador natural,
continuando por la vereda llegas a unirte con una senda más ancha que dirige los pasos hacia Riomalo. Atraviesa colmenares a uno y otro lado y extensos bosques de pinos que descienden hacia la ribera del río Alagón, acompañándole en su curso.

Imagen: fotonazos.es
Así pues, el gris plateado de sus aguas se va transformando a medida que nos acercamos a la primera curva del meandro, donde una estela de intenso azul aguamarina nos sorprende brillando ante nuestros ojos.
Escuchar unos momentos de música épica nos acerca aún más a la esencia vital que rodea el bosque:
Debido a cada época del año el caudal dibuja un contorno diferente en la curva del meandro, pintándolo con tonos irisados de azul o moteando de verdosos claroscuros la ribera.
Después de un descenso suave,
llega el que podríamos llamar primer avistamiento: la isla. El trozo de tierra que bordea el río al dibujar el meandro está conectado con el resto de la ribera por un estrecho pasillo natural, como una lengua de tierra.

Imagen: fotonazos.es
El río Ladrillar, que era conocido antiguamente como Río Malo, afluente del Alagón , discurre plácidamente en unos tramos, saltarín y díscolo en otros, transformando las tierras ribereñas en humedales. Riomalo se sitúa en un paisaje con coloridas vistas del curso de agua y de la cercana Sierra del Castillo.
Cerca del del Melero se han encontrado
restos de humildes majadas (paraje para el refugio del pastor y su ganado) y unas minas de la época romana. Puede que la parte más elevada del pueblo sea la menos habitada. Está atravesada por ramales de calles angostas cuesta arriba jalonadas por construcciones clásicas de la región hurdana. Estas se hallan provistas de tejados terminados con lajas de pizarra y paredes aglomeradas con piedra y barro.

En los alrededores hay una poza natural para baños públicos en aguas del río Ladrillar y saliendo por la Verea de pescadores se alcanza el mirador de la Antigua un privilegiado enclave donde se puede disfrutar de una vista casi aérea de los meandros del río Alagón.

Imagen: fotonazos.es
A continuación una definición: Melero es la persona que tiene por oficio vender miel o negociar con ella. También se refiere al lugar o paraje donde se guarda o conserva la miel. Esta es tierra de colmenas.
A la salida de Riomalo de Abajo nos adentramos por un sendero que discurre entre tupidos pinares, encinas y robles, bordeando la orilla derecha del rio Ladrillar, un lugar apartado de los mundos donde el silencio y la profusa presencia de vida enriquecen el entorno y hermanan los corazones con la naturaleza.
Nos acompaña en la experiencia una pieza musical titulada Nostalgias del Origen, de Punto Omega:
En Riomalo nos alojamos en El Labrador,
donde una sabrosa carne de caza como es el cabrito hecho a la brasa con madera de encina, deja un regusto inolvidable en el paladar. De este modo, las croquetas caseras, de un tamaño fuera de lo común, y el queso de cabra rematan la mesa y sacian al caminante. De igual forma, para postre ofrecen helado de naranja a la miel, flan de castañas o tarta de cuajada, pero la de queso de cabra es insuperable. En el siguiente enlace podrás saber más sobre gastronomía de la zona.
Encontrareis una información completa sobre alojamientos en la web Hospederías de Extremadura.
Los castaños flanquean el camino próximo al meandro con sus copas frutescentes
y aportan entramados leñosos que filtran el sol. Entre los brezales respiramos esencias mediterráneas donde amarillea la aliaga, encinares de Carrasca o Chaparra, que cubren las dehesas con pastos de montanera para alimento del cerdo de raza ibérica que tanto nos alegra el paladar. Además los alcornocales y pinares se unen creando un paisaje frondoso y feraz.
Finalmente alcanzaremos el sector occidental del Sistema Central. Mientras tanto transitamos por zonas aisladas y aldeas de arquitectura montañesa en pizarra, con destino en el Monasterio de San José de las Batuecas. Nos vigila el sereno discurrir de los ríos encajados en riberas pedregosas. Estas vierten al Duero y al Tajo, con sus cañones rocosos enclavados en declives escalonados.
Siguiendo con el tema, en una próxima ocasión hablaremos de la travesía por las sendas de las Batuecas, en la comarca de la Sierra de Francia, un incomparable reducto del paraíso.

En una próxima etapa, camino de las Batuecas: La Alberca-Peña de Francia-Salamanca
Autor: Marcos Manuel Sánchez ©
Referencias:























Islas Viajeras
Posted at 09:12h, 11 diciembreMarcos, tu relato del Meandro del Melero es de esos que uno empieza a leer con curiosidad y termina devorando con la sensación de haber hecho una excursión completa sin levantarse de la silla. Tienes esa habilidad tan poco común de convertir un recorrido natural en una experiencia sensorial: casi puedo sentir el aire fresco de Las Hurdes, oír el crujido de los pinares y ver esos destellos cambiantes del sol que mencionas, como si la montaña hubiera decidido presumir un poco.
La forma en que enlazas paisaje, historia y pequeñas revelaciones del camino hace que el lector avance con la misma emoción que quien se asoma al mirador por primera vez. Las descripciones del río Alagón, de la isla de Romerosa, de los bosques y de esa transición de tonos azulados y verdosos son tan precisas que uno entiende por qué este lugar atrapa incluso antes de llegar al meandro.
Y qué decir de la parte gastronómica: ese cabrito a la brasa, las croquetas de tamaño épico y la tarta de queso de cabra hacen que cualquier viajero se plantee desviarse hacia Riomalo de Abajo sin pensarlo dos veces. Da gusto cómo integras aromas, sabores y paisajes, porque recuerda que viajar no es solo mirar, sino también probar, escuchar y detenerse.
Gracias por este post tan completo y tan bien escrito. No solo invita a visitar el Meandro del Melero: invita a caminarlo despacio, a contemplarlo con calma y a dejar que el paisaje haga el resto. Un auténtico regalo para quienes disfrutamos de los viajes y del modo en que tú los cuentas.
marcosplanet
Posted at 12:49h, 11 diciembreTus palabras me han llenado de emoción, te lo aseguro. Describes tus impresiones sobre lo que cuento con una sensibilidad que se palpa porque está a flor de piel. Cuando dices:
“(…) y ver esos destellos cambiantes del sol que mencionas, como si la montaña hubiera decidido presumir un poco”, me parece de un sentido poético maravilloso, como si te viniera una inspiración … que te ha hecho revivir las experiencias que describo en mi viaje al Melero, como si hubieras estado allí al mismo tiempo que este narrador.
“(…) porque recuerda que viajar no es solo mirar, sino también probar, escuchar y detenerse”, me parece de un acierto total por tu parte. Ese es el mensaje que deseo transmitir y defenderé siempre: la paz necesaria que debemos encontrar en cada rincón de nuestro querido país que nos llame la atención
No sé cómo agradecerte de forma más justa, tal como merece, el comentario que tan poéticamente has expresado.
Mil gracias.
Daniel A.M.
Posted at 20:20h, 01 diciembreLos parajes de los que hablas ya son atractivos de por sí, pero la habilidad que demuestras con tus descripciones sobre ellos, marcadamente narrativas, hace que se desvele una belleza adicional que hasta ese instante podría haber pasado inadvertida.
Excelente exposición, Marcos.
Muchas gracias por compartirla.
Un abrazo.
Daniel A.M.
marcosplanet
Posted at 20:29h, 01 diciembreMuchas gracias a ti por esas palabras de aliento que aprecio mucho. Me encanta la forma en que has expuesto tus impresiones.
Un abrazo.
Marcos
Tracyvorrecaminos
Posted at 12:36h, 06 diciembreSin duda despiertas un gran deseo de conocer esa zona tan maravillosa.
marcosplanet
Posted at 17:19h, 06 diciembreGracias por pasarte y dejar comentarios tan positivos, Tracy.
Saludos
Trotaviernes
Posted at 15:48h, 13 octubreMuy buen articulo, completísimo, y un paraje espectacular
marcosplanet
Posted at 21:01h, 13 octubreAgradezco mucho que te hayas pasado por aquí para comentar.
Saludos
Rosa
Posted at 18:31h, 04 marzoMagnífico reportaje de la Comarca de las Hurdes, con el Meandro del Melero, toda una sorpresa y un placer para la vista, así como tus comentarios, Marcos, siempre repletos de lirismo, acompañados de una música muy bien escogida un regalo de sensibilidad, espero que mucha gente pueda disfrutar de ellos.
marcosplanet
Posted at 18:52h, 04 marzoMuchas gracias Rosa, me animas mucho como siempre y me encanta que hayas pasado unos momentos agradables dándote un paseo por este reportaje sobre las maravillas que tenemos al alcance en nuestra querida España. Un abrazo muy fuerte.
Trataviernes
Posted at 15:49h, 13 octubremuy cierto, un paraje muy bonito