
11 Mar El asesinato del doctor Krimm
Esta es mi aportación a la convocatoria que ha preparado Neogéminis sobre inspiraciones para escribir sobre un asesinato según una imagen elegida.
Espero que lo disfrutéis un horror.
El asesinato del doctor Krimm
Esta mañana se presenta animada porque el doctor Krimm ha entrado al laboratorio bailando al son de su lista de reproducción. Suena una canción intemporal y optimista:
Como siempre, viene con los auriculares puestos y me saluda desde su interior musicalizado que no le permite oírme. Puede que hoy añada algún extra a su sándwich de queso con queso que mordisquea a eso de las 14:00 horas; es probable que incluso varíe y en lugar de Brie con lonchas de Gouda acceda a superponer un poco de queso fresco.
Veo que se acerca a mi y me trae un plátano de buen aspecto, dicho sea de paso; lo cojo con ganas y me lo cepillo en un pis pas. Tiro la cáscara sin darme cuenta de dónde caerá. Hoy en mi diario anoto todo lo que puedo, estoy deseando escribir mi propia historia, no sé, un relato de ficción, de asesinatos y eso.
Compruebo que el doctor se encuentra en forma hoy. Lleva bailando media hora al menos y no para. ¡Hace malabares con una llave inglesa y una linterna!
También veo que suena la alarma visual que indica la presencia de algún visitante. Mi cabeza me transmite un run-run derivado del chip que llevo dentro, pero eso a mi compañero de fatigas especializado en neurología no le importa demasiado, es más, no creo que se haya dado cuenta de lo que me sucede, ni de la mitad. Somos amigos desde hace lo suficiente como para que fuese un poco más comunicativo, pero no hay manera de mantener una conversación larga con él. En fin, me pica bastante la cabeza, a ver por donde anda monsieur Krimm; parece que se ha enrollado con el nuevo visitante.
Cuando está por aquí la ayudante Saseen es un placer pues me dedica todo el tiempo que necesito. El ayudante Fonseca hace honor a su nombre y siempre que pasa por mi lado me dedica un mohín de disgusto porque le toca asearme. Prefiero a la seductora Saseen en relación de cinco mil a uno.
¡Eh! ¿Pero, qué es esto? El doctor está… se tambalea y… se agarra donde puede ¡Ha caído! ¿Desmayado? ¡No! parece, parece… ohh, ¡le han clavado algo en el cuello! ¿quién me abre la puerta de la jaula? ¡fuera! Qué buen zarpazo le he metido ¿Quieres hacerme salir de aquí? Pues claro, me voy, pero contigo no quiero nada.
Bien, ya estoy fuera de ese infierno. No me lo esperaba jamás, no. De Saseen no. Solo espero que un buen inspector de homicidios resuelva el caso. Esa mujer debió alejarse del doctor, él era un alma solitaria y ella una maníaca que siempre le quiso como su propiedad más preciada.
Bueno, aquí termina el relato. ¿Qué te ha parecido? ¿Le habrías dado ese final? Dímelo en la sección de comentarios.
Imagen del reto «Cada jueves un relato» organizado en esta ocasión por Neogéminis:
ESCENA DE UN CRIMEN
Javier García Codrón
Posted at 16:41h, 17 marzoQue capacidad tienes de ponerte en situaciones tan distintas!!
Gracias por este nuevo relato!!!
Un abrazo muy grande!!
marcosplanet
Posted at 08:28h, 18 marzoMuchas gracias por tus palabras, Javier.
Otro abrazo para ti.
Artesanos de la palabra
Posted at 01:30h, 16 marzoHola Marcos, me gustó mucho tu relato, muy bien narrado, primero pensé que el narrador era realmente un compañero de trabajo del doctor, con el transcurso del mismo descubrí que era el mono.
Me gustó mucho tu historia, me dió un poco de pena que asesinaran al doctor.
Un abrazo.
PATRICIA F.
El Demiurgo de Hurlingham
Posted at 19:15h, 15 marzoTanto el científico como el especial protagonista estaban interesados por la sensual Saseen, que resultó ser una maníaca.
Un buen inspector de homicidios. El protagonista estaba bien documentado.
Sospecho que el experimento consistía en convertir a un chimpacé en escritor de policiales, suspenso.
¿Cuál es la motivación de la ayudante Saseen? Por lo menos se podría saber eso, si es algo para que el protagonista se ponga de su lado. O algo nefasto, para que el protagonista la entregue a la policía.
Saludos.
marcosplanet
Posted at 20:13h, 15 marzoLa motivación de Saseen es la venganza porque el doctor solo quería ser libre y vivir su vida, mientras que en esa relación que mantenían, ella era una obsesa, quería controlarle y que fuera solo suyo. Está muy claro. Léetelo otra vez.
Gabiliante
Posted at 14:10h, 15 marzoEste es el laboratorio donde se creó a Cesar? Es Cesar el protagonista? Ya era lo bastante listo en este momento para lo que originó luego en el planeta de los simios?
Se plantean muchas preguntas. Tiene conciencia como para ayudar al Detective? O de va y punto?
Abrszoo
marcosplanet
Posted at 20:15h, 15 marzoSon preguntas que surgen para la siguiente probable entrega.
Abrazos.
Lucy Ferro
Posted at 11:45h, 15 marzoExcelente relato, narrado desde la perspectiva del chimpancé, criatura sometida a modificaciones mediante un experimento científico de índole moralmente controvertida. Es evidente que tales investigaciones, lejos de ser inocuas, suscitan no solo el interés de quienes las apoyan, sino también de los enemigos de los doctores implicados.
marcosplanet
Posted at 20:20h, 15 marzoAsí es, Lucy, una visión acertada de la historia. Me alegra que te haya gustado. Muchas gracias por tu tiempo.
Dakota
Posted at 23:02h, 14 marzoHola Marcos, la visión del mono me ha parecido muy original para el relato, el pobre doctor Krimm, me lo imaginaba al principio bailando al son de la música, jaja. Genial Marcos, Un abrazo!!
Casagrande
Posted at 21:39h, 14 marzoExperimento con animales, una frontera algo prohibida, pero tentadora, el futuro nos sorprenderá con chimpances amplificados
marcosplanet
Posted at 11:04h, 15 marzoEs posible Jose que en los animales resida el futuro… o la perdición de la humanidad.
Rosa Fernanda Sánchez Sánchez
Posted at 07:51h, 14 marzoQué puedo decir ya….?
La visión de la escena, desde los ojos del mono, me.parece, sencillamente, una genialidad.
Adelante con la historia,
marcosplanet
Posted at 09:06h, 14 marzo¡Gracias Rosita! Si, seguiré adelante a ver qué se me ocurre. Tus palabras me animan a seguir escribiendo, que es algo que, como bien sabes, me está ayudando mucho en muchos aspectos.
Un beso y un abrazo fuerte.
Anónimo
Posted at 19:16h, 13 marzoYa con la imagen principal de la entrada, se presagiaba una muy buena historia.
Es una maravilla por lo dinámico y lo visual que es.
La imagen del doctor Krimm bailando con sus auriculares, y esos malabares con la llave inglesa y la linterna, es buenísima.
Y el mono, como espectador y pensante de todo aquello, sin saber de lo que iba a ser testigo…
Me ha encantado.
Un placer leerte, Marcos.
Un abrazo 💙
Anónimo
Posted at 19:17h, 13 marzoSoy Ginebra! Olvidé ponerlo 😉
marcosplanet
Posted at 09:03h, 14 marzoMuchas gracias a ti por aportar tan edificante opinión. Me alegra mucho que te haya gustado tanto.
Un fuerte abrazo, Dakota.
Neuriwoman
Posted at 17:02h, 13 marzoConfieso que me has hecho encariñarme con el doctor Krimm y su lista de reproducción tan positiva. Genial la canción que has añadido a la entrada porque también marca el ritmo de la narración. El final inesperado, en mi caso esperaba que el chimpancé del laboratorio fuese un poquito culpable de algo y no el testigo involuntario de un asesinato. Quien sabe si nos llevarás más adelante tras la pista del mono antes de que la asesina lo elimine. Me encanta tu ritmo de narración y ese soliloquio del mono tan bien llevado. Saludos y encantada de conocerte
marcosplanet
Posted at 09:05h, 14 marzoMuchas gracias Neuriwoman. Veremos cuando puedo escribir la continuación. Es un placer comprobar que te haya gustado
Saludos!
Marifelita
Posted at 16:50h, 13 marzoHola Marcos! Muy buena la idea de la visión del crimen por parte del mono como espectador! Pobre docror Krimm! Un abrazote!
Mercedes
Posted at 16:29h, 13 marzoHola Marcos: un laboratorio completo has ideado. Un chimpancé aspirante a novelista, una doctora asesina y poco sofisticada (asesinar con un cuchillo no es lo mismo que hacerlo con algún compuesto raro…) y un doctor marchoso que bailaba al son de Tom Jones. Una pena el final porque hubiera quedado divertido como comedia.
Un abrazo.
marcosplanet
Posted at 09:14h, 14 marzoHola Mercedes. Al doctor le han clavado algo en el cuello, pero no es necesariamente un cuchillo. Precisamente lo que deseaba sugerir es que se trataba de un pinchazo de una jeringa o similar, porque el escenario es un laboratorio, una inyección es el arma del crimen más probable. Las aclaraciones en el siguiente episodio.
Neogeminis
Posted at 13:29h, 13 marzoHola Marcos! me ha gustado ese enfoque desde el punto de vista del chimpancé que viene siendo material de laboratorio. Desde su punto de vista, los otros, los que están fuera de la jaula son los traumados a los que se debe estudiar para tratar de entender. Muy bueno! Muchas gracias por participar. Un abrazo
marcosplanet
Posted at 09:15h, 14 marzoGracias a ti, Neo. Tendrá continuación.
Un abrazo.
Anónimo
Posted at 10:03h, 13 marzoBuen texto Marcos. Original, con buen ritmo y giro final que sorprende. Un abrazo!
campirela_
Posted at 01:19h, 13 marzoSin duda conforme vamos leyendo el interés va aumentando ,todo parece normal en el laboratorio hasta alcohol doctor cae fulminado.
Espero que la traición no quede exenta de castigo.
Un abrazo , Marcos.
Me gustó.
marcosplanet
Posted at 11:13h, 13 marzoLo veremos en el próximo episodio.
Gracias Campirela. Un abrazo.
Nuria de Espinosa
Posted at 15:59h, 12 marzoHola Marcos. Tu relato tiene un tono dinámico, donde predomina un ambiente relajado y hasta cómico al inicio, con el doctor Krimm bailando despreocupadamente y la rutina del laboratorio avanzando entre pequeños detalles cotidianos. Sin embargo, me sorprendió el giro inesperado de la historia hacia el final, cuando ocurre un crimen que descoloca tanto al protagonista como al lector. La sorpresa del narrador se siente auténtica, especialmente cuando se revela la traición de Saseen, lo que genera una sensación de desconcierto. La trama logra equilibrar la intriga, manteniendo un ritmo fluido.
Muy bueno. Un abrazo