12 Nov El viaje del héroe o perseguir la felicidad

Voy a intentar contar aquí ese concepto expresado en multitud de novelas y guiones cinematográficos llamado “Viaje del héroe”.

El escritor Joseph Campbell lo describió en su momento como “persigue tu felicidad”. Se refiere a un patrón básico hallado en muchos relatos procedentes de todo el mundo, descrito por Campbell en su conocida obra El héroe de las mil caras (1949).

 

Campbell acuñó el término “monomito” para referirse a este viaje. Relacionado con el monomito tenemos el término clásico de catábasis o descenso del héroe (Ulises, Orfeo, Eneas…) al inframundo o los infiernos.

Campbell lo resume en El héroe de las mil caras:

El héroe se lanza a la aventura desde su mundo cotidiano a regiones donde encuentra maravillas sobrenaturales

El protagonista tropieza con fuerzas fabulosas y acaba obteniendo una victoria decisiva

Regresa de esta misteriosa aventura con el poder de otorgar favores a sus semejantes

 

Los mitos han existido desde siempre, están en la raíz de cada pueblo, de cada tradición conocida, son la base de la inmensa riqueza cultural de la Humanidad.

Los relatos mitológicos de cada cultura, a pesar de parecer muy diferentes, en realidad siguen una característica que es común a todos ellos.

 

La verdad universal es siempre la misma, sólo que la cuentan en diferentes tiempos históricos. La gran mayoría de los relatos desarrollan las acciones que lleva a cabo un héroe como respuesta a una llamada. El héroe emprende la aventura e inicia su viaje. Durante el mismo supera una serie de retos y desafíos en los que aprende valiosas lecciones. Finalmente, regresa al lugar de inicio transformado, habiéndose enriquecido en su interior a lo largo de una espiral de crecimiento.

 

Los mitos reflejados en los cuentos nos encantan porque nos hacen viajar a aquellas edades fabulosas donde reinaban reyes sabios o malvados, princesas y monstruos, enanos y gigantes, héroes y magos que atrapaban nuestra atención despertando en nuestra imaginación esos mundos extraordinarios.

 

Héroes clásicos como Teseo y su victoria sobre el Minotauro reflejan además una historia de amor como trasfondo, por su relación con Ariadna, la hija del rey Minos. Este rey decidió castigar a los atenienses, exigiéndoles como tributo que le enviaran cada año a siete muchachos y siete muchachas a Creta, donde serán entregados como alimento al Minotauro, con el fin de evitar que el ejército cretense arrasara Atenas.

 

Los cuentos estimulan nuestra imaginación; podemos interpretar su significado y utilizarlo para algo que nos puede pasar en la vida cotidiana, porque nos proporciona perspectiva para entenderlo. Los relatos mitológicos de los tiempos antiguos, siempre han tratado sobre los temas que sostienen la vida humana; en ellos se construyen civilizaciones y se transmiten creencias más o menos vinculadas con las distintas religiones a través de los tiempos. En realidad, esas creencias tienen que ver con los profundos problemas interiores de los humanos, con traspasar umbrales internos. Los cuentos nos ayudan a esto.

 

Varios héroes griegos tuvieron en sus mujeres un vivo ejemplo de auténticas heroínas

Como Aquiles con Briseida, a quien raptó tras saquear su ciudad y asesinar a su marido, casándose después con ella. Es curioso el concepto de héroe que procede de la mitología. A veces eran auténticos indeseables.

 

 

Deyanira, en griego antiguo significa «que vence a los héroes». Fue la tercera esposa de Hércules (Heracles), el mayor héroe del mundo antiguo, y es conocida principalmente por su papel en la historia de la túnica de Neso.

 

Un centauro salvaje llamado Neso intentó violar a Deyanira mientras la ayudaba a cruzar el río Eveno. Heracles fue testigo de lo que ocurría desde la otra orilla y disparó una flecha envenenada al pecho de Neso. Agonizando, el centauro mintió a Deyanira contándole que la sangre de su corazón le garantizaría que Hércules la amase para siempre.

 

Deyanira no dudó del centauro y reservó una porción del veneno. Cuando pensó que Hércules ya no le era fiel, Deyanira impregnó con la sangre de Neso la túnica de cuero de Heracles. Ella envió a un siervo de Heracles para que entregase a este la túnica. Cuando el héroe se la puso murió lenta y dolorosamente pues le quemaba la piel como fuego. Desesperada al ver lo que había hecho, Deyanira acabó quitándose la vida.

 

Otra mujer mítica fue Penélope. Esposa de Ulises (Odiseo), le espera durante veinte años, los que duró la Guerra de Troya. Todo un símbolo de fidelidad. Mientras Odiseo está ausente, Penélope ha de lidiar con la propuesta de casamiento de varios hombres, quienes se acomodan en el palacio y dilapidan su hacienda en banquetes, mientras esperan que la reina tome partido por uno de ellos.

El viaje del héroe

 

Para mantener su castidad, Penélope dice a los pretendientes que aceptará un nuevo esposo cuando termine de tejer un sudario para el rey Laertes, padre de Odiseo. Para que la labor durase el mayor tiempo posible, Penélope deshace por la noche lo que teje durante el día; sin embargo, una mujer la delata, por lo que Penélope no tiene más remedio que concluir el sudario, momento en que Odiseo regresa y mata a los pretendientes.

 

Otro ejemplo de heroína es Pirra, hija de Epimeteo y Pandora. Se convirtió en madre del linaje humano al conseguir escapar junto con su esposo Deucalión, hijo de Prometeo, del diluvio con que Zeus castigó a los hombres.

El viaje del héroe

 

El mito de Deucalión y Pirra es muy interesante. Cuando Zeus decide poner fin a la Edad de bronce con el gran diluvio, Deucalión, a propuesta de Prometeo, construye un arca y embarca en compañía de Pirra. Zeus provocó lluvias que cubrieron toda Grecia, para que perecieran todos los hombres. Solo unos pocos se salvaron refugiándose en las cumbres de las montañas próximas. Como vemos este relato tiene similitud con el bíblico sobre Noé, y también con la narración de Utnapishtin glosada en el Poema de Gilgamesh.

 

Gilgamesh es un héroe de la mitología sumeria. Es conocido sobre todo como protagonista de «El Poema de Gilgamesh» (2500-2000 a. C) , narración Acadia escrita en verso considerada la obra literaria más antigua del mundo. En ella se relatan sus hazañas acompañado por su amigo Enkidu, en pos de la inmortalidad tras la muerte de este.

No sería posible hacer un artículo breve si tuviéramos en cuenta más héroes de los mitos. Valgan como ejemplo los que aquí hemos destacado.

Ya en la realidad de nuestro día a día y según lo que la Historia nos ha contado a lo largo de los siglos sobre héroes de carne y hueso, debemos mencionar a los:

Héroes anónimos del mundo real

Es evidente que los seres humanos tenemos algo en común que se revela en los mitos. Los mitos son los cuentos que narran nuestra búsqueda de la verdad, de su sentido y significado a través de los tiempos. Todos necesitamos contar nuestra historia, entenderla. Necesitamos comprender la muerte y enfrentarla, y todos necesitamos también ayuda en nuestra andadura desde el nacimiento hasta el final de nuestros días. Intentamos que la vida tenga significado luchando contra dificultades de todo tipo, rozando la eternidad, comprendiendo los misterios, descubriendo quiénes somos. Y esto nos convierte en héroes a cada uno de nosotros.

 

En la fantasía épica contemporánea, los protagonistas llevan una vida convencional hasta que una anomalía inesperada cambia por entero sus vidas; convertidos en héroes, luchan contra la adversidad, como cualquiera de nosotros en los retos diarios. Esta característica esta presente con frecuencia en la fantasía en general, y tiene su origen en la literatura islandesa y escandinava, donde los protagonistas suelen ser jóvenes muy precoces. Pero el héroe destaca más que el resto de la gente en alguna cualidad. Ser protagonistas de nuestras hazañas particulares y dar ejemplo a los demás nos acerca a ese concepto.

Espero que no se os haya hecho pesada esta reflexión y que os haya gustado. Si es así dais clic en Me Gusta y os doy las gracias.

Salud y suerte, amigos!