05 Oct Cantabria infinita. Recuerdos de Treviño y Mogrovejo
Treviño es una localidad del municipio de Camaleño en Cantabria que no llega a los diez habitantes. Pero posee una construcción única: la Casona de los condes de la Cortina, con blasón de “Cortina y Posada”, una agradable incursión en el pasado.
La construcción fue levantada en el siglo XVIII por los Condes de la Cortina, que hicieron fortuna en tierras de ultramar. En el año 1.737, su tío don José Gómez de la Cortina y Posada había emprendido, desde Cosgaya (Camaleño), su marcha hacia México en busca de fortunas, haciendo el viaje como mercader en la Carrera de Indias.
El apellido Cortina proviene del barrio de Cosgaya que tiene este mismo nombre. Tanto “cortina” como “cortes” son topónimos frecuentes en la Montaña de Cantabria que significan «establos donde se recoge el ganado por las noches».
José no tuvo familia y puso su total confianza en el joven Servando, su sobrino. En 1.783, el Rey Carlos III concede a D. José el título castellano “para sí y sus hijos” con la nominación de Conde de la Cortina tras abonar 10.000 pesos por el impuesto de “Las lanzas y medias annatas”. Fue también diputado de la Congregación del Santo Cristo de Burgos. La annatas eran impuestos que gravaban a los cargos públicos y había que pagar la mitad del importe antes de recibir el título.
La localidad de Treviño está ubicada a 520 metros de altitud sobre el nivel del mar a 7 kilómetros de la capital municipal, Camaleño y a 2 km de Treviño. El emplazamiento de la Casona de los condes de la Cortina se halla en medio de la montaña, junto al resto del pequeñísimo pueblecito.
Es un auténtico placer sentarse a desayunar en una de las salas de esta casa-palacio rural del siglo XVIII con tanta herencia histórica. Disfrutar de la tarta especial de manzana y nata que nos prepararon Maite y Milagros, quienes regentan el hostal, supuso un viaje épico para los sentidos, tan épico como el resto de nuestro recorrido hacia Potes con parada obligada en el Monasterio de Santo Toribio de Liébana.
El interior de la Casona es digno de admirar. Tiene unas vigas de madera de castaño o de roble que transmiten firmeza y seguridad, perfectamente barnizadas, como todos los muebles bien antiguos que adornan la casa.
El espacio interior es muy generoso, de los salones que posee está habilitado solo uno para comidas, cenas y desayunos, pero es que la capacidad total del recinto destinada a clientes es de nueve personas.
Pudimos conocer la cocina de la gentil mano de Maite y comprobamos que ese santuario de elaboración de la mejor cocina lebaniega era enorme.
En nuestro recorrido por la Casona nos asomamos al balconcito de la fachada principal, que da a los macizos Occidental y Central de los Picos de Europa. Podemos ver desde esta atalaya el pico de Peña Vieja, que con sus 2.614 m. de altitud constituye el techo de la Comunidad Autónoma de Cantabria (según algunas versiones es Torre Blanca con 2.617 m. limitando con León; pero el mapa topográfico señala que Torre Blanca no pasa de 2.609 m.).
Es ahora cuando te das cuenta de la magia que impera en esta zona de montañas legendarias y nieblas bajas que impregnan el entorno de un halo de majestuosidad épica, la que otorgan los Picos de Europa.
Comenzamos el día siguiente a nuestra estancia en Treviño caminando por un bosquecito de ensueño paralelo a la carretera hacia Potes con unas mochilas de al menos doce kilos a nuestras espaldas.
Las sensaciones que te inundan mientras vas avanzando en la excursión, hablan de vegetación agreste y feraz, de un bosquecito de trasgos, náyades, hadas y goblins, donde la diosa griega Artemisa o la Diana romana, tanto monta, campaba en su labor de guardiana de los bosques.
Canto a la tumultuosa Ártemis, la de áureas saetas, la augusta virgen cazadora de venados, lanzadora de dardos y hermana de Apolo…; canto a la que por montes sombríos y cumbres batidas por los vientos tensa su áureo arco deleitándose en la caza y lanzando dardos que arrancan gemidos. Retiemblan los picos de los elevados montes y retumba el bosque umbrío con el rugido de las fieras.
Atravesamos la espesura presos del encantamiento de estos parajes donde abundan robles y hayas, donde descubrimos fresnos, acebos, tejos, chopos, cerezos, avellanos…, además de numerosos arbustos, helechos, setas, musgos y brezos; estos últimos son fuente de una miel exquisita que guarda el recuerdo del paisaje al paladearla.
Alcanzamos el pueblito de Los Llanos, a orillas del río Nevandi, afluente del Deva, que en este punto forma una cascada que mueve un molino, bajo el Monte Subiedes.
Estamos a 3 kilómetros de la capital municipal, Camaleño. Los Llanos figura en referencias históricas como Planum Regis o Llan de Re, que entonces era propiedad de don Pelayo, a quien dice la leyenda que coronaron aquí. La Crónica Albeldense cuenta que el Monte de Subiedes cayó sobre los moros que huían de Covadonga perseguidos por don Pelayo.
Insertamos aquí un mapa de la zona:
Dejamos la subida al monte Subiedes a la izquierda y emprendemos camino a Mogrovejo subiendo una cuesta de pendiente prolongada durante casi dos kilómetros. Ni que decir tiene que llegar a Mogrovejo es todo un espectáculo visual. Con los Picos de Europa al fondo, entramos en un pueblo de evocador sabor histórico, con una serie de casas construidas en piedra, la mayoría perfectamente conservadas y adornadas con jardines preciosos.
Mogrovejo cuenta con menos de 50 habitantes, siendo un rincón privilegiado de la naturaleza que es bien conocido como punto de partida hacia el monasterio de Santo Toribio de Liébana.
La torre medieval y el tradicional edificio de la antigua escuela, hoy sin actividad docente y dedicado a museo de la escuela rural, son dos visitas imprescindibles que destacan sobre el resto de su cuidada arquitectura. La torre la construyeron a finales del siglo XIII los señores de Mogrovejo, una familia distinguida en 1248, cuando el rey Sancho les concedió la propiedad del monasterio de San Martín de Mogrovejo.
A continuación tenéis una galería de fotos de rincones que no os podéis perder en Mogrovejo.
Desde el otro extremo del pueblo parte la conocida Ruta bajo los Picos.
La Ruta Bajo los Picos permite, mediante un recorrido de baja dificultad, descubrir algunos de los atractivos bosques de la región, extendidos por un hábitat que palpita en las inmediaciones de Ándara, el Macizo Oriental de los Picos de Europa.
La ardilla común, el ciervo, la liebre de piornal, liebre ibérica, el corzo, el desmán de los Pirineos, lobos o jabalíes, son habitantes típicos de estas espesuras que podemos encontrar a nuestro paso. Hayedos, pinares y praderías, forman un conjunto que embellece el paisaje dotándolo de tintes fantásticos.
Tramo Mogrovejo-Redo-San Pelayo
Hay varios senderos que llevan hasta Santo Toribio. Nosotros aprovechamos una parte del camino PR-S.08 (ruta del Duje) desde Redo, en la carretera de Tanarrio. El PR-S.08 nos llevará finalmente hasta el monasterio. En las proximidades de Camaleño coincide con el Camino de Valdebaró (PR-S.07) fundiéndose ambos para conducir al mismo destino.
Abandonamos Mogrovejo dejando atrás el aparcamiento para afrontar una preciosa ruta hacia el monasterio de Santo Toribio de Liébana.
Nos dirigimos a San Pelayo pasando por la aldea-Barrio de Redo, a dos kilómetros de la capital municipal, Camaleño. En Redo existe una ermita bajo la advocación de San Pedro, de origen románico. Las canales de Lechugales, Mermeja, Montestigu o Cortés, que se inician en una corona de cumbres del Peñón de Cuardes, confluyen para formar el río Belondio, que desciende por el valle separando los pueblos de Redo y Tanarrio hasta desembocar en el río Deva.
Imagino a sus vecinos cuando por las mañanas abran sus ventanas hacia el espeso bosque de alcornoques dentro del macizo Oriental de los Picos de Europa. Debe ser una grata experiencia respirar esos aires evocadores de tiempos donde la vida transcurría entre trabajos hechos a mano y con yunta de bueyes, desarrollados por gente sencilla que debía ganar el pulso a la naturaleza día a día.
En el diminuto Tanarrio destaca la iglesia parroquial románica (siglo XIII), con retablos en su interior y la ermita de San Facundo, donde podemos admirar un Cristo gótico del siglo XV.
Tras cruzar el propio Redo enfilamos la Pista PR-S.08 hacia el pueblecito de San Pelayo.
En un próximo artículo hablaremos del paso por los bellísimos paisajes de San Pelayo y Quintana.
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¡¡Hasta la próxima amigos!!
Viajantes
Posted at 13:14h, 22 octubreQue bien has descrito la preciosa ruta que habéis hecho, alguno de los pueblos los conocemos (pero de viaje en coche), además lo has acompañado de un excelente reportaje fotográfico. Nuestras felicitaciones por este post!! 🙋♂️🙋♀️,
marcosplanet
Posted at 20:56h, 23 octubreMe encanta ver que os ha gustado. Vuestra opinión es muy valiosa para mi.
Saludos cordiales.
A dónde viajar
Posted at 12:44h, 18 octubrePues otro destino de la maravillosa Cantabria que no conocemos y que otra vez nos descubres Marcos! Muchas gracias!
marcosplanet
Posted at 13:44h, 18 octubreEspero que lo conozcáis muy pronto.
¡Gracias por comentar!
Federico Agüera Cañavate
Posted at 00:11h, 13 octubreEstuvimos en Potes y Fuente De. A mí me gustó mucho la zona, pero a mí mujer no tanto por las curvas. Saludos
marcosplanet
Posted at 21:03h, 13 octubreSi, son carreteras que dan miedito.
Saludos Federico.
A dónde viajar
Posted at 12:46h, 18 octubrePotes es maravilloso!! Y que bien se come!
marcosplanet
Posted at 13:43h, 18 octubreSi, doy fe de ello.
Muchas gracias por pasarte y comentar.
el Rincón de Keren
Posted at 17:53h, 07 octubreEs precioso 🙂 me gustaría ir. Este viaje y descubrimientos de seguro te traen historias muy buenas para el blog. De verdad que mejoras con los años. Y aquí me tienes una vez más porque has confiado en mí. Un saludo, keren de elrincondekeren
marcosplanet
Posted at 19:27h, 08 octubreSiempre es una alegría encontrarte por aquí, Keren y un placer. Agradezco tu tiempo dedicado a leerlo y tus palabras.
Un saludo.
Dakota
Posted at 12:06h, 07 octubreUna maravilla de lugar, tal como lo describes y con las fotos, parece que estoy paseando por allí.
Te felicito. Un abrazo.
marcosplanet
Posted at 19:33h, 08 octubreMuchas gracias, Dakota. Me alegra mucho verte por aquí y que te haya gustado.
Un abrazo.
Nuria de Espinosa
Posted at 21:51h, 06 octubreQué lugar tan bello Treviño. Unas imágenes preciosas. Qué suerte tienes de poder disfrutar de esos parajes de la naturaleza con tanta belleza. Un abrazo fuerte y feliz inicio de semana
marcosplanet
Posted at 19:36h, 08 octubreMe alegra mucho que hayas disfrutado con el reportaje. España es un país muy bello y digno de admirar a cada momento en el que tienes ocasión. Feliz semana!!