Ascenso y descenso

Con este microrrelato participo en el reto de cada jueves que ha sido convocado por El Vici Solitari. La historia ha de girar alrededor de uno o varios pecados capitales.

Yo hago protagonistas a la Gula, la Ira, la Envidia, la Soberbia y la Lujuria.


 

La gran mesa de reuniones familiares estaba servida. Los comensales formaban un grupo diverso de personalidades encontradas o más bien enfrentadas unas a otras. Primos de lejanía, hermanos de proximidad, algunos amigos, sobrinos distintos y distantes, conformaban un cuadro donde el color nunca podría existir debido a que la paleta del pintor que organizaba la reunión estaba plagada de grises.

La bebida acompañaba a los comensales en un preámbulo tipo coctel. Aún no se habían sentado.

–Catorce entrantes he contabilizado –decía Julián el contable, ensalivando como un jabalí ante una presa recién atrapada–. Hoy no pondré tasa a mi hambre– remató con un gesto que le produjo un temblor en su papada.

Su cuñado Casto le miraba con un sentimiento de repulsa notorio, que no pasó desapercibido a la mujer de Julián. Para esta, su orondo marido representaba el sumun del éxito laboral. Acababan de ascenderle a jefe del área administrativa de la empresa de embutidos donde ella también trabajaba. Y eso alimentaba su pose soberbia que exhibía a todas horas.

–Mira cómo se le van los ojos tras la pitanza –comenta Celestino a su hermano mellizo–. Cambiando el motivo de la conversación, le pone la mano en el hombro y le invita con mirada lujuriosa a observar a la mujer de su amigo Teodoro.

–Oye, Celestino, que Teodoro es mi mejor amigo y yo la respeto mucho. Nos conocemos desde hace años y no me apetece que…

–¿Qué, hermanito? –le interrumpe Celestino abruptamente–. ¿No quieres reconocer que le estás poniendo cuernecitos a tu amigo del alma? ¿Eh?

–Eres insoportable, hermano. Yo nunca –exclamó su mellizo lleno de ira…

–Hola amigos –anuncia Teodoro con un par de copas en la mano–. He visto que a uno de vosotros le falta algo de ánimo ¿Qué le has hecho a tu hermano, Celestino?

Los presentes se limitan a levantar sus copas para brindar.

Julián estaba hincando el diente a todo lo que se hallaba encima de la mesa. Apenas hablaba con nadie, solo parecía atender a un ansia desmedida.

–¿Sabéis que a Julián lo han ascendido ¿verdad? Eso no se da en esta familia todos los días, claro –observó Teodoro no sin cierta malicia–. Bah, yo no tengo problema porque ya soy jefe, ja,ja.

–¿Jefe de qué, Teo? –pregunta Casto–. Por lo que yo sé te limitas a conducir una furgoneta.

Se hace el silencio mientras todos dirigen su atención a la voracidad con la que Julián está celebrando su mejora laboral en la empresa de embutidos. El comensal sostiene una pata de cordero con una mano y una enorme jarra de cerveza en la otra e inicia un trasiego de carne desgarrada dirigido hacia su su único objetivo: llenar la boca sin dejar resquicio. Una torrentera de la bebida espumosa hizo su entrada en tromba en la laringe, que no puede evitar la invasión de la tráquea.

En ese momento llega el atragantamiento, una convulsión rápida y en cuestión de segundos la vida abandona el cuerpo de Julián. Un médico presente en la sala amigo de la familia lo confirma, como si protagonizara de súbito una escena teatral y no la perversa realidad.

Tras el ataque, todos parecen regresar a una situación mental que les hace olvidar de inmediato la envidia. La lujuria permaneció sin embargo en la mirada de rayos X que Celestino seguía dirigiendo a la mujer del mejor amigo de su hermano. Este, aún con el rescoldo de la ira, pensaba que de ahora en adelante debía ser más prudente en sus encuentros secretos con la mujer de su gran amigo del alma.


 

Bueno pues, si os ha gustado, dadle like al corazoncito de más abajo y dejad vuestro comentario, que es lo más importante.

Hasta el próximo reto del jueves, amig@s.

22 Comentarios
  • Maria Cristina Garcia Carrera
    Posted at 08:35h, 25 diciembre Responder

    Me ha encantado la descripción de esa celebración tan abigarrada. Y como después de la muerte de uno de ellos, lo más importante es que no se descubra la aventura con la mujer de su amigo.

    • marcosplanet
      Posted at 06:17h, 26 diciembre Responder

      Si, parece algo escabroso pero puede que vaya unido a la naturaleza humana… de algunos.
      Muchas gracias por comentar.

  • Miguelángel Díaz
    Posted at 17:41h, 24 diciembre Responder

    Vaya celebración tan abigarrada de pecados capitales, Marcos. Condensar tantos en tan poco espacio lleva a atragantarnos como le pasó a Julián.
    Excelente relato.
    Un fuerte abrazo 🙂

    • marcosplanet
      Posted at 06:23h, 26 diciembre Responder

      Sii, jajaj. Este reto literario de los jueves es para microrrelatos, así que todo sale condensado.
      Otro abrazo fuerte para ti.

  • Federico
    Posted at 15:08h, 24 diciembre Responder

    Era difícil el reto de meter los siete pecados capitales en un relato tan corto como este. Y lo has resuelto con presteza. Saludos y felices fiestas.

  • Dafne Sinedie
    Posted at 11:26h, 24 diciembre Responder

    ¡Vaya banquete! Y el relato da para la típica película de misterio en la que se reúne una familia y allegados, y de repente se muere un personaje. O, más bien, es asesinado 😉
    La segunda ilustración me gustó mucho.
    Un besazo juevero y Felices Fiestas

    • marcosplanet
      Posted at 14:10h, 24 diciembre Responder

      Muchas gracias por tu opinión, Dafne y MUY FELIZ NAVIDAD.
      Un fuerte abrazo.

  • Ardilla Roja
    Posted at 17:32h, 23 diciembre Responder

    Hola!:
    Una reunión familiar, como hay muchas, y que presentas muy bien en estas líneas «Primos de lejanía, hermanos de proximidad, algunos amigos, sobrinos distintos y distantes, conformaban un cuadro donde el color nunca podría existir debido a que la paleta del pintor que organizaba la reunión estaba plagada de grises.» Con semejante panorama, no puede salir nada bonito. Mentiras, envidias, ira… El que esté libre de pecado, que lance la primera piedra.

    Felices Fiestas, Marcos. Disfruta mucho de los tuyos siempre.
    Un abrazo.

    • marcosplanet
      Posted at 19:33h, 23 diciembre Responder

      Muchísimas gracias Ardilla!! Te deseo las mejores fiestas en estos días en que es seguro que el acercamiento a la familia un regalo, porque es mejor construir lazos de afecto que desatar sentimientos encontrados.
      UN ABRAZO.

  • gabiliante
    Posted at 17:19h, 23 diciembre Responder

    Un reflejo de la sociedad entre familiar y laboral, una mezcla explosiva. Al final, la gula el más peligroso contra lo que pudiera parecer.
    Quién sabe si Julián no murió en la gloria, con sus apetitos satisfechos y libre de esta banda de…
    Un buen relato con pinceladas de todos los pecados.
    Abrazooo y Feliz Navidad

    • marcosplanet
      Posted at 19:36h, 23 diciembre Responder

      agradezco mucho tus palabras, Gabiliante. Comparto tu opinión sobre esos apetitos satisfechos por parte de Julián. Vaya horda, si.
      Que disfrutes de las mejores fiesta en estos días tan especiales, amigo.
      ¡Un fuerte abrazo!

  • El Demiurgo de Hurlingham
    Posted at 16:05h, 23 diciembre Responder

    Que tremendo desenlace en esa reunión familiar, en que la lujuria fue lo más inofensivo. No fue letal como la gula, que terminó con el contador.

    Celestino, quien le atribuía su propio comportamiento a su hermano, no se arrepintió de ver con rayos X a una mujer. Ni a la relación de amantes, sino que se propuso se más discreto.

    Que tengas felices fiestas
    Saludos..

    • marcosplanet
      Posted at 19:37h, 23 diciembre Responder

      Muchas gracias por tu tiempo y opinión. Te deseo muy felices fiestas rodeado de los que te aprecian y quieren.
      saludos.

  • Nuria de Espinosa
    Posted at 15:40h, 23 diciembre Responder

    Una cena familiar con aparente tensión. Hay quien las llama, las fiestas de la falsedad porque no se hablan en Todo el año y se reúnen en navidad para hacer el paripé…
    No entiendo porque es tan difícil soportar a ese cuñado pesado y molesto, o a esa cuñada envidiosa, total es un día al año y ser tolerante y empatizar por la familia debería ser no normal.
    Me ha gustado tu manera de narrar esa cena familiar, la gula de Julián y posterior atragantamiento. Y es que la vida es así, tal y como la describes. Te felicito y te aplaudo. Un abrazo y feliz Navidad

    • marcosplanet
      Posted at 19:39h, 23 diciembre Responder

      Muchísimas gracias, Nuria. Mis mejores deseos para que estos días los pases en paz y con aquelloos que te quieren de corazón.
      MUY FELIZ NAVIDAD!

  • Cecy
    Posted at 01:39h, 23 diciembre Responder

    Wow!! Qué cena más picante y no precisamente la comida. Un banquete con funeral de postre. Me ha divertido como lo narraste, mientras los comensales dialogaban,
    ¡Muy bueno!

    Un abrazo,
    Felices fiestas!!

    • marcosplanet
      Posted at 07:49h, 23 diciembre Responder

      ¡¡Muchísimas gracias y FELICES FIESTAS, Cecy!!

  • Marifelita
    Posted at 23:39h, 22 diciembre Responder

    Tremenda reunión familiar! Que tensión en el ambiente! Creo que estas navidades habrán algunas reuniones con parecida intensidad! Je je! Esperemos que con otros desenlaces menos trágicos! Ja ja! Un abrazote y felices fiestas!

  • Merche
    Posted at 19:35h, 22 diciembre Responder

    Hola Marcos, uuffff, esa cena será muy común en las próximas noches…, pero, esperemos, sin muertes de por medio. El párrafo final es totalmente demoledor, muy bueno.
    Un abrazo. 🙂

  • Froi
    Posted at 12:14h, 22 diciembre Responder

    Es lo que hay. Has retratado la misma vida, lo que sucede en realidad en muchas casas estos días. Tal vez por eso mucha gente odie la Navidad. Aunque hay un término medio y en esa cordura debemos encontrarnos. Un abrazo y pasarlo lo mejor posible sin entrar de lleno en los pecados que retratas.

  • Campirela_
    Posted at 11:09h, 22 diciembre Responder

    Soy yo, Campirela_ como anónimo.

  • Anónimo
    Posted at 11:06h, 22 diciembre Responder

    Es difícil llegar hasta aquí, pero, bueno, llegue. Un texto quien bien pudiera pasar dentro de dos noches en algún hogar del mundo. Las cenas y comidas familiares es donde más salen a relucir los pecados capitales.
    Un abrazo, y unas muy felices fiestas.

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